Arriba: Un vivo ejemplo del espíritu de diálogo, la tolerancia y la búsqueda del consenso.
26 julio, 2017
Por Julio Fernández Baraibar.
El día de hoy fue un día para visitar a Jauretche. Tanta infamia, tanta vestal ofendida, tanto grito de indignación republicana, tanto cretinismo parlamentario, tanta moral ultrajada, no podían soportarse sin una zambullida en el sentido común nacional. Y una vez más, el paisano de Lincoln me reconfortó el espíritu.
Todo esta danza de los espectros que hemos visto hoy en el Congreso, todo este “snuff show” de odio, hipocresía y despotismo, que convirtió al parlamento en un burdel maloliente, ya fue vivida por los argentinos, aunque su natural desmemoria la haya olvidado. Así fue, a una escala gigantesca y bajo una dictadura militar, la Revolución Libertadora.
Los mismos agravios contra los hombres y mujeres del movimiento nacional, la misma moralina en boca de los inmorales de el Plan Brady y del pago a los fondos buitres, la misma indignación ante la eventual coima de los coimeros y coimeadores, que se escucharon en los dolorosos días posteriores a septiembre de 1955, pasó, como un carnaval horroroso y sangriento, por las pantallas de las computadoras.
Los mismos criminales intereses antinacionales han vuelto como una pesadilla recurrente. Sólo se irán con lo que más temen: la voluntad popular y el retorno de nuestra revolución nacional.
Mientras tanto, el viejo me repetía desde el libro:
“El político vive en casa de cristal y está sometido al juicio de todos los ciudadanos. No hay incendiario ni quebrado fraudulento, que no pueda juzgar al político, porque nadie se ocupa de sus incendios, ni de sus fraudes. El tigre el pude decir ‘manchao’ al oso polar, sólo con que el oso polar tenga una mancha negra sobre su piel blanca, en el blanco escenario de los hielos y las nieves. Y al tigre, de ‘manchao’ que es, no se le ven las manchas”. (…) mi propósito es señalar cómo hay dos morales. La moralina, que con el pretexto de terminar con los hurtos domésticos trata de esterilizar los poder públicos en su tarea nacional, apañando en cambio la inmoralidad que se beneficia de esa esterilización”.
Hoy lo vimos en su versión más tenebrosa.
Publicado en:
http://info135.com.ar/2017/07/26/el-dia-que-los-espectros-del-55-volvieron-a-danzar-en-el-parlamento/
el olvido para esta gente es el peor castigo
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