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jueves, 6 de abril de 2017

Desorientados, por Federico Kucher (para "Página 12" del 02-04-17)

 La cotización del dólar se ubica en los mismos niveles que hace un año. Así se fomenta las compras en el exterior.
(Imagen: Rafael Yohai)

La economía no arranca y el Gobierno busca recuperar el consumo

El Gobierno que denuesta las políticas de fomento a la demanda ahora se rinde ante ellas con la expectativa de mejorar el clima social. Se discontinuó Precios Transparentes y se relanzó el Plan Procrear.



Por Federico Kucher

Un año, 3 meses y 20 días de gestión es tiempo suficiente para hacer un balance de los resultados económicos del Gobierno. Déficits gemelos (fiscal y de cuenta corriente), la inflación más alta de América latina después de Venezuela y un tipo de cambio real en los mismos niveles de 2001, cuando estalló la crisis de la convertibilidad. Estos son algunos de los principales desequilibrios del último año y, al no ser tan distintos a los que se registraron hasta 2015, podría pensarse que no hubo cambios importantes de la macro con la llegada del macrismo. Pero las diferencias son significativas cuando se observa que ahora, a diferencia de los años anteriores, además de una desequilibrios más pronunciados el mercado interno no se sostiene sino que muestra una fuerte recesión, los salarios no mantienen la capacidad de compra y pierden poder adquisitivo mes a mes, la deuda no baja sino que sube en 50 mil millones de dólares al año y los indicadores de desigualdad en lugar de mostrar leves mejorías se desploman, con 1,5 millones de nuevos pobres y unos 600 mil indigentes desde diciembre de 2015. Si mantener desequilibrios de las principales variables macroeconómicas implica armar un plan bomba, la Argentina tenía entre las manos una granada y la transformó en una munición de proporciones.

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El buen inversor
El Gobierno no tiene un rumbo claro, hace meses que insiste que la economía debe crecer en forma genuina con exportaciones e inversión privada, pero ahora reflota una de las marcas registrada del kichnerismo para intentar darle una bocanada de oxígeno al consumo interno. Línea blanca, indumentaria, calzado y marroquinería, materiales y herramientas para la construcción, muebles, bicicletas, motos, turismo, colchones, libros, artículos de librería, teléfonos celulares 4G, juguetes y juegos de mesa, computadoras, neumáticos, artefactos eléctricos de iluminación de tecnología led e instrumentos musicales son algunos rubros que se incluyeron esta semana en el relanzamiento del programa Ahora 3, 6, 12 y 18 cuotas. Los negocios ya no tendrán la obligación de diferenciar entre los precios de contado y con financiamiento, dejando a un lado el programa lanzado hace apenas dos meses de Precios Transparentes.

 El anuncio de programa de estímulo a la demanda lo hizo el subsecretario de Comercio, Javier Tizado. “Hasta fin de año, los consumidores saben que podrán acceder a más productos y servicios con la mejor financiación, fortaleciendo el mercado interno y la generación de más y mejor empleo”, dijo. Su jefe, Miguel Braun, prefirió llamarse al silencio después de haber sido la cara visible del plan anterior que apuntaba a estimular compras en un pago. “Precios transparentes es un cambio cultural. Al consumidor le decimos que hay que salir a buscar las mejores opciones, a los comerciantes que quien ofrezca mejor precio va a ganar clientes y a los bancos les decimos que digan la verdad”, aseguraba el funcionario en febrero. Braun afirmaba que “las cuotas sin interés” promocionadas en años anteriores eran una mentira y que la gente se iba a beneficiar con la reducción de los precios al contado.

 Los precios no bajaron pero su programa tuvo un impacto notable en la imagen del Gobierno. El desgaste fue tan importante que, pese a todo lo que se había criticado los programas anteriores, se tomó la decisión de volver a foja cero en materia de financiamiento al consumo. Esto no implica que la población vaya a consumir más. El principal problema es que la población tiene miedo a perder el trabajo, piensa que no le va a alcanzar el salario a fin de mes y que los funcionarios van a defender primero los intereses de las empresas. Se postergan decisiones de consumo y, quienes tienen resto, aprovechan el dólar a 15 pesos para ir de compras al exterior.

Las cuotas subsidiadas para impulsar las compras minoristas no son el único programa que reflotó el Gobierno. Lanzó también una reedición del Procrear, con financiamiento subsidiados para compra de inmuebles. Los desarrolladores aseguran que, a diferencia de otros años cuando este plan impulsaba la construcción privada, ahora va a tener un impacto sobre el precio de propiedades ya construidas. Pero indican que no hay inversores dispuestos a embarcarse en nuevas obras con los costos actuales de la construcción que, sin contar la compra del terreno, están por arriba de los 1000 dólares el metro cuadrado. “A estos valores en dólares no hay Procrear ni liquidez del blanqueo que te mueva nuevos desarrollos. Están todos esperando que primero llegue la devaluación”, afirman en el sector.

Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/29257-desorientados

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