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miércoles, 28 de diciembre de 2016

“Después de Cristina, llenamos la cárcel de peronistas”, por Alfredo Silletta (para INFO135 del 27-12-16)






Por Alfredo Silletta. “Después de Cristina, llenamos la cárcel de peronistas”, decían hoy los hombres desde la City porteña, todos adherentes del PRO, cuando se enteraron que el juez federal Julián Ercolini procesó a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el delito de asociación ilícita en la adjudicación de obra pública nacional y la embargó por 10.000 millones de pesos. El delito no es excarcelable pero la ex mandataria podrá apelar el fallo. Según el juez, tanto Néstor Kirchner como Cristina llegaron a la presidencia para conformar una asociación ilícita y poder delinquir. En tanto, se dispuso el procesamiento del diputado nacional y ex ministro de Planificación, Julio De Vido, del empresario Lázaro Báez, de los ex secretarios de obras públicas, José López; Graciela Elena Oporto; Raúl Víctor Rodríguez; Hugo Manuel Rodríguez y Abel Claudio Fatala, entre otros.

Paralelamente al procesamiento, hoy la jueza María Servini de Cubría denunció el apriete del gobierno para que renuncie al juzgado electoral 1 de la provincia de Buenos Aires, que permitirá nombrar ilegalmente al juez de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, hombre de Cambiemos.  “Esto yo no lo he vivido con ningún Gobierno. Estos no dejan de ser aprietes y en 42 años de Justicia no los he vivido nunca. Porque en el caso del Yomagate no fue así. Fue de otra forma más elegante y nadie me vino a pedir la renuncia”, dijo Servini de Cubría. El nuevo juez tiene la posibilidad de ‘empiojar’ las elecciones y prohibir a la ex mandataria ser candidata, lo mismo que a Daniel Scioli  y otros dirigentes del peronismo.

Hace un mes, el FpV hizo caer la reforma política con boleta electrónica, por temor a un fraude gigantesco de las elecciones. Desde ese momento, el gobierno ordenó avanzar contra Cristina -hoy fue procesada-, contra Daniel Scioli acusado de pedófilo desde la pantalla de Canal 13 y varios integrantes que responden al sciolismo. Sin olvidar a Milagro Sala, que hace un año esta presa y el gobernador Morales se niega a liberarla pese a los pedidos de las Naciones Unidas, Amnistía Internacional y la OEA.

Se viene la segunda etapa del ajuste, que incluirá un fuerte achique del Estado con despidos y cierre de programas sociales, venta de Aerolíneas Argentinas y privatización de los satélites, más una nueva ronda de aumento de tarifas. Para ello necesitan tener al peronismo bonaerense acorralado para que no llegue unificado a las elecciones de medio término.

El Papa Francisco ha relatado a más de un visitante que le preocupa lo que está pasando en el país: “Veo una especie de revanchismo hacia los sectores populares y los trabajadores como en 1955”.  Hay que recordar que, en aquellos años, con la caída de Juan Domingo Perón, quien sufrió 18 años de exilio, fueron encarcelados cientos de dirigentes del peronismo y se inhabilitaron más de 150.000 delegados de fábricas. El país se convirtió en una gran cárcel y se crearon comisiones especiales para “detectar” todos los crímenes peronistas y hasta robaron e hicieron desaparecer el cadáver de Evita.

Hoy el gobierno nacional, los Paolo Rocca, los Magnetto, los Blaquier, jueces y periodistas del establishment brindaron con champagne el pedido de prisión preventiva con posibilidades de ir a la cárcel de Cristina Kirchner. La alegría que se vivió en Puerto Madero y la Recoleta es la contrapartida con el silencio del gran Buenos Aires, con la tristeza de tantos trabajadores y humildes que cada día la pasan peor, sin derechos y con menos plata para alimentar a sus hijos.

Se vienen días difíciles en la Argentina y aquellos peronistas de ‘buenos modales’, que elogian todavía al gobierno central o provincial deberían recordar el texto del alemán Gustav Emil Niemoller, atribuido por décadas a Bertolt Brecht: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”.

Publicado en:
http://info135.com.ar/2016/12/27/despues-de-cristina-llenamos-la-carcel-de-peronistas/




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