FINANZAS: DERRUMBE DEL DEUTSCHE BANK PONE EN ALERTA AL MERCADO FINANCIERO GLOBAL
El banco más grande de Europa perdió la mitad de su valor bursátil en lo que va del año. La Justicia estadounidense lo multó por 14 mil millones de dólares por maniobras fraudulentas. Su negocio con derivados es explosivo.
Por Federico Kucher
La acción del Deutsche Bank costaba 159 dólares en 2007. Con la crisis financiera internacional en 2008 bajó a 22 dólares y en 2010 recuperó hasta los 80. A partir de ese momento, inició una fase de retroceso gradual para ubicarse en 24 dólares a fines de 2015. En 2016, se pronunciaron las caídas y en las últimas semanas la volatilidad llegó a situaciones extremas, con pérdidas diarias de casi 10 por ciento. En lo que va del año, la entidad perdió el 50 por ciento de valor, para cerrar la semana en torno de los 12 dólares y generar fuertes especulaciones acerca de la posibilidad de quiebra.
El recorrido bursátil del Deutsche enciende luces de alarma a nivel mundial, puesto que es el banco más grande de Alemania y de Europa y tiene negocios compartidos con grandes agencias de inversión de las mayores plazas financieras del mundo, en particular, de Inglaterra. Algunos analistas llegaron a llamarlo “el nuevo Lehman Brothers”, en alusión a la entidad que entró en bancarrota en 2008 y dio el puntapié inicial para el estallido de la crisis subprime.
A mediados de septiembre, Estados Unidos anunció que aplicaría una multa por 14 mil millones de dólares al Deutsche por haber jugado un rol activo en la crisis del 2008 por sus excesos en el negocio de derivados financieros y las hipotecas basura. El monto de esta multa, que por ahora sigue negociándose con la justicia de Estados Unidos, es inabordable para la entidad, cuya valorización bursátil no es muy diferente a los 14 mil millones que le exigen pagar. La noticia despertó inquietud entre los inversores, quiénes generaron una corrida contra el papel en los últimos días.
La situación de incertidumbre tomó aún más relevancia cuando se corrieron rumores de que los funcionarios de primera línea de Alemania incluyendo a Angela Merkel no ven con buenos ojos la posibilidad de un rescate estatal para mejorar la situación de liquidez del banco.
La clasificación del Deutsche como un posible “Lehman Brothers europeo” no es exagerada si se considera la interconectividad del banco con otras instituciones financieras a nivel global (en la jerga se lo llama el “cross border risk”). La quiebra del principal banco de Alemania podría en riesgo la estabilidad de 28 entidades globales, de las cuales 14 son europeas, 8 norteamericanas y 6 de Asia. Y, por supuesto, dejaría al borde de la bancarrota a bancos del Viejo Continente que se encuentran en una situación de fuerte debilidad de los balances, al punto que se los ha empezado a llamar el grupo de los “Zombie Banks” (Monte dei Paschi, Unicredit, Credit Agricole, Société Générale, Mitsubishi UFJ Financial, Mirhuo Bank, Royal Bank of Scotland, Bank of Nova Scotia, entre otros).
Una de las pruebas que deberá pasar el Deutsche en las próximas semanas será el pago del cupón de los “cocos” (bonos contingentes convertibles emitidos por la entidad), un vencimiento que algunos analistas consideran que no podrá afrontar. En el mercado se especula que una de las soluciones a la crisis del Deutsche, si el Estado se niega a salir al rescate en forma directa, es la fusión con el segundo banco alemán, el Commerzbank, que tiene 20 por ciento de participación pública y sería una manera encubierta de inyectarle liquidez a la entidad.
En Alemania están en época de elecciones y la población considera en forma negativa que el dinero público se utilice para “rescatar a los banqueros”. El Commerzbank, no obstante, tampoco atraviesa el mejor momento: en las últimas semanas anunció el recorte de 7300 empleados y que dejará de repartir dividendos.
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http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/28-9664-2016-10-02.html
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