“El peronismo ha sido básicamente un movimiento que después del primer y segundo mandato de Perón fue un movimiento proscripto, perseguido, encarcelado, a sus militantes se los desaparecía, había decretos que prohibían mencionar a sus liderazgos… La verdad que cuando uno suma los años que gobernó el peronismo luego del golpe del ’55 son mucho menos, creo que son 25 o 26 años, hasta el día de hoy, hasta el día de hoy eh, que los que gobernaron las dictaduras militares y el radicalismo. Entonces aquel que me venga a decir que el peronismo es una máquina de poder y que como una máquina de poder siempre tiene que ganar… ¡No!... el peronismo a veces pierde. El peronismo ha sido derrotado varias veces. Y no sólo ha sido derrotado. Ha sido perseguido. Entonces esta fantasía, así como cuando uno escucha al Intendente de Lomas de Zamora , al novio de Jesica Cirio, a Insaurralde, hablar… porque hablan como cuando uno está con una botella de vino, con un sacacorchos… a ver bueno voy a hablar hoy…tuc… entonces sacan el sacacorchos y empiezan a hablar. Hablar del peronismo como si fuera una especie de patineta exitosa… todo el tiempo. Somos peronistas porque es una patineta exitosa. No es así. Porque aparte el peronismo no es movimiento… como decirlo… no es una cooperativa de poder, en el sentido que hoy puede verse en lo que son las últimas convenciones del radicalismo. Las últimas convenciones del radicalismo, en las que estaban estudiando como se aliaban a Mauricio Macri y el PRO, estaban viendo, estaban discutiendo cargos, a ver si podían pegar alguna, volver al gobierno de alguna manera. No estaban discutiendo doctrina. No estaban discutiendo doctrina, porque si no Leopoldo Moreau estaría dentro del radicalismo. No… o los alfonsinistas hoy estarían dentro del radicalismo. No estaban discutiendo doctrina, estaban viendo a ver como hacían, como construían un atajo para volver a las Casa Rosada sin que la gente se de cuenta de que eran radicales. Que son los mismos radicales de la Alianza, que son los mismos radicales de la hiperinflación, que son los mismos radicales que apoyaron el golpe cívico-militar y que le dieron un montón de intendentes. Entonces … ¿Cómo hacemos para disimular eso?. Porque la gente se acuerda. Pero, si vas camuflado… si vas detrás de Mauricio Macri, del PRO, de los globos, capaz que volvés al poder. Y bueno. Metieron un par de Ministros. Metieron un par de ministros. La verdad, para el partido de Alem e Yrigoyen, que empezó como empezó, con la revolución del Parque y a los tiros, haber terminado de esta manera, dejarse sobornar doctrinariamente, o si se quiere doblegar doctrinariamente para ocupar dos Ministerios que ni siquiera manejan porque se los manejan por abajo otros… bueno, asunto del radicalismo. Pero a qué iba. Los discursos del otro día en el NH Ateneo, NH perdón Hotel, se parecieron más a una convención radical, se parecieron más a los de esas convenciones radicales que estaba comentando recién. No pareció un acto peronista. Demasiado saco, demasiada corbata, demasiado atildado todo, demasiado prolijo. Y además con una vocación por estar en un lugar que los lleve inmediatamente al éxito, o inmediatamente al retorno … en posiciones de poder. Entonces había, medio como que están con Massa, medio como que están con otro, medio como que no terminan de estar con nadie, pero todos se juntan para decir que Cristina tiene que hacer la autocrítica. Se ha puesto de moda, es un lugar común, Cristina tiene que autocriticarse. Yo con eso tengo una postura. El otro día lo hablaba con Diego, acá en el programa. A mi me parece que todos los que le piden autocrítica a Cristina piden cosas que no son capaces de dar. Y que los que realmente deberían hacer una autocrítica sobre porqué el peronismo gobernante con Cristina Fernández de Kirchner al frente, en una jugada electoral como la del año pasado perdió frente al PRO, que hizo cada uno para que eso sucediera. No porque pedirle todo a Cristina es de pollerudos me parece. Que hizo cada uno. Cuando estaba en juego un modelo de país inclusivo, soberano, autonomizado del Fondo Monetario Internacional, que peleaba todos los días por la inclusión… es decir para que más gente tuviera derechos, que todos los días hacía intervenir al Estado en la economía para garantizar una mejor vida a millones de argentinos, que hizo cada uno para que eso fuera efectivamente así. Salvo Cristina Fernández de Kirchner, al resto … se que hubo muy jugados y hubo gente muy comprometida, y muchos dieron hasta lo que no tenían… pero hay otros que la verdad, la verdad, cuando Cristina les dejó atender el teléfono, los dejaba invitar a tomar café, se enojaron, se volvieron massistas, se volvieron otra cosa, fundaron partidos propios, fueron por afuera, sacan el 1% de los votos –estoy pensando en algún dirigente sindical. Pero me parece a mí que los que deberían hacer la autocrítica son aquellos que permitieron que un gobierno, un proyecto diría yo, que claramente era peronista perdieron en elecciones frente a un proyecto neoliberal. Y toda esa sarta de cosas que habitualmente se comentan, de que el peronismo tiene que estar siempre unido, porque unida es la garantía de la victoria… Y yo miren… Vamos a decir lo mismo de siempre: En el año 2003 si el peronismo hubiera ido unido, el presidente era Menem o el presidente era López Murphy, es decir había neoliberalismo por diez años más. A veces el peronismo no tiene que estar unido. A veces el peronismo lo que tiene que ser es peronista. Simplemente peronista. Sin aditamentos si quiere. Alguno será peronista a lo Kirchner, otro será peronista a lo Perón, otro será peronista a lo que quiera.
Pero Peronismo, doctrinariamente, no es apenas el pasaje exitoso a una experiencia de gobierno. Peronismo, como lo vivió mi abuela, como lo vivieron centenares de miles de personas en este país, es cargar 18 años de cicatrices en el lomo, porque no te dejaban mencionar a tu liderazgo. Peronismo es bancarte la difamación, peronismo es bancarte que te hostiguen, peronismo es que te hagan causas judiciales en contra porque siempre ha sido así. Peronismo es que te encierren en un calabozo durante meses sin poder comunicarte con tu familia. Peronismo es también el camastro y la picana y peronismo es también los desaparecidos de la ESMA, porque había muchos peronistas ahí. Algunos ya ni se acuerdan. Otros se han olvidado. No es fácil ser peronista. No es para cualquiera ser peronista. Me parece a mí. El peronismo fue una fuerza, y es una fuerza desafiante del estado de cosas en la Argentina. Allá por el ’45 garantizó el ingreso de las mayorías a la ciudadanía democrática a través de los derechos. Aquella experiencia del ’45 fue también la posibilidad de autonomizarse de la voluntad del Departamento de Estado y su influencia en la región. Entre otras cosas. Cualquier otra cosa que no respete esa historia será un rejunte, será un colectivo de gente que imagina cosas que no son, será gente dolida porque les molesta que los hayan pollereado, será gente que piensa que es dirigente porque dirige algo y en realidad dirige poco, pero muchos de los que estaban ahí el otro día y que ahora ven a Cristina pasar y se quieren cruzar de vereda, le deben sus diputaciones, sus gobernaciones, sus intendencias, sus legislaturas… todo, al proyecto más parecido al del primer peronismo, que fue el proyecto de Néstor y Cristina Kirchner. Los peronistas que no vean eso, tendrán otra idea de peronismo en la cabeza… Bueno, a fin de cuentas Rucci tuvo otra idea, Vandor tuvo otra idea, Lorenzo Miguel tenía otra idea, vaya a saber… Hay tantos peronismos a veces que uno se confunde. Pero en lo central en lo doctrinario, en la capacidad de intervención del Estado para generan bienestar en la población, , en la capacidad de intervención del Estado para disciplinar a los grupos económicos, en la capacidad de un gobierno para plantarse frente a un poder extranjero y decir ‘primero los argentinos’ , ese primer peronismo de Juan Perón y de Eva Perón, y el peronismo de Néstor y Cristina Kirchner son lo más parecido que hay entre ellos.
Ahora, estos que hoy le piden autocrítica a Cristina, que reivindican a Cafiero para de alguna manera postular otra liderazgo que sea un liderazgo consensual, tranquilo, porque Cafiero tenía esa onda, era muy parsimonioso, un tipo agradabilísimo, agradabilísimo. Esos que hoy postulan eso, se olvidan de que para que haya un Cafiero tuvo que haber un Perón. Y de otra cosa también se olvidan. Que no es menor. Que no es para nada menor. Ya saben como terminó Cafiero. Terminó perdiendo con aquel que representaba, de alguna manera, la oposición al alfonsinismo de entonces, la última fase del alfonsinismo que fue muy crítica en términos económicos… Que también fue crítica en otros temas. Derechos humanos también . Con lo cual yo le diría a Felipe Solá, le diría a Espinoza, a todos estos que se quieren juntar, porque parece que está de moda juntarse, que un día, después del asado, después de hablar de fútbol, hagan una especie de reflexión, ya ni siquiera les pido autocrítica, pero hagan una especie de reflexión conjunta. Ya no es por una cuestión de lealtad. A mi el tema de la lealtad, la deslealtad, la moralidad en la política me aburre. Eso a la Iglesia. Hay astucia en la política, hay pragmatismo en la política también. Pero solo por el pragmatismo y la astucia, yo les diría a todos ellos. Que piensen bien como fue la historia. Porque cuando la sociedad decida castigar este proyecto que deja millones de personas afuera del alimento, afuera de la vestimenta, afuera de la educación, afuera de la salud, afuera de la dignidad, a muchos sin trabajo, a otros sin salarios, a otros sin obra social, cuando la sociedad decida castigar esto va a castigar también y fundamentalmente a los que fueron socios y cómplices de este proceso. A los que fueron socios y cómplices de este proceso. Los que piden hoy autocrítica a CFK lo que deberían hacer es exigirle explicaciones al presidente Mauricio Macri por el rumbo que ha tomado la Argentina. Tendrían que ser valientes para eso. Animarse con las mujeres no es cosa de peronistas".
por Roberto Caballero
Editorial en el Programa “CABALLERO NOCTURNO” de AM1030 del 09-09-16
Desgrabado por el editor de Mirando hacia adentro
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