LAS AUTORIDADES DE RADIO NACIONAL LES IMPIDIERON A PERIODISTAS INICIAR SUS PROGRAMAS
Despidos que llegan a la radio
La nueva directora Ana Gerschenson tuvo un duro cruce con conductores y columnistas en el hall de la emisora. “Revisamos el Twitter y me agrediste”, le dijo a Jorge Halperín en un intento de justificar su despido. Denunciaron persecución ideológica.
Las nuevas autoridades de Radio Nacional les negaron ayer a conductores, columnistas y periodistas que trabajaban en la emisora realizar sus respectivos programas. Cynthia García, Roberto Caballero, Jorge Halperín, Luciano Galende, Mariana Moyano, Nora Veiras, Edgardo Mocca, Carlos Barragán, entre otros, llegaron ayer hasta las puertas de Maipú 555 para retomar sus tareas el 1º de febrero. Sin embargo, se encontraron con la negativa de la nueva directora, Ana Gerschenson, quien argumentó que los contratos firmados para el año 2016 no cumplieron el trámite formal de aprobación por las autoridades de Radio y Televisión Argentina (RTA). Ante la desmentida de los periodistas y el pedido para que se les expliquen los motivos de su despido, Gerschenson reivindicó el derecho del gobierno de Mauricio Macri a establecer su propia programación con un procedimiento sugestivo: “Bueno, vos Jorge (Halperín), revisamos el Twitter y me agrediste”, dijo la funcionaria en el hall de la radio, desatando críticas por “persecución ideológica”. “Sabíamos que en distintas administraciones estaban revisando perfiles y redes sociales. Hoy lo sinceró Ana Gerschenson”, denunció García vía Twitter.
En el horario en que debían empezar los programas de la semana, el grupo de periodistas acompañados por otros trabajadores de la emisora y algunos militantes se acercaron hasta las puertas de la radio para retomar los ciclos que habían finalizado el 31 de diciembre. “Hace diez años que trabajo en la radio pública. Hace más de treinta años que soy periodista. Las relaciones laborales, que suponen contratos, es decir acuerdos de partes, si son disueltas tienen que ser comunicadas oficialmente, personalmente, dando explicaciones. Lo que hicieron fue difamarnos a través de los medios y decir que nos habían comunicado la decisión cuando hoy quedó en evidencia que no hubo ninguna comunicación”, explicó Veiras a Página/12.
Los periodistas y columnistas que trabajan en Radio Nacional no habían recibido hasta ayer ninguna comunicación formal por la cual se los desvinculara de la emisora. En su mayoría habían firmado a fines del año pasado la renovación de sus contratos para el ciclo 2016, ya que de acuerdo a lo que establece la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual las autoridades de RTA así como de Radio Nacional tenían mandato hasta 2017. De hecho, la ley audiovisual prevé expresamente que las autoridades de los medios públicos no coincidan en sus mandatos con las del Poder Ejecutivo. Sin embargo, el DNU firmado por Macri derogando aspectos centrales de esa ley cambió la regulación del sistema de medios y presionó para que los funcionarios designados por el kirchnerismo renuncien anticipadamente.
Las declaraciones del titular del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi, sumadas al desmantelamiento de la programación de Nacional Rock y los despidos en distintas áreas del Estado, preanunciaban el fin de los programas con una línea editorial crítica del macrismo. En ese contexto, el diálogo entre las autoridades designadas se produjo en un clima tenso. Gerschenson los acusó de querer quedarse para siempre en los medios estatales, a lo que respondieron que sólo pretendían que se cumpliera el plazo de contrato firmado por las autoridades anteriores. La directora de la radio retrucó que, en todo caso, el tema formal se resolverá entre abogados en la Justicia, a lo que le pidieron que explicara los motivos del despido.
Al ser consultada por Caballero sobre si creía que los periodistas que, como él, ya no tenían espacio en la emisora eran “mesiánicos” y “violentos” (como afirmó Lombardi), Gerschenson respondió que había revisado las redes sociales de los periodistas. “Revisamos el Twitter, Jorge, y encontré agresiones”, sostuvo señalando a Halperín. Poco más tarde, la funcionaria intentó explicar que se había referido a los tweets que la habían mencionado a ella y que no había ingresado a revisar los perfiles de los periodistas despedidos. Luego de aquel diálogo en el edificio de la emisora, Gerschenson ensayó una nueva explicación: “Reivindico la posibilidad de cualquier gestión de generar una programación propia y no que nos hayan condicionado con un paquete cuando ya estaban las cuestiones del recambio muy claras. Es una locura, no hay ninguna lista negra, ni persecución ideológica. Hay programas y periodistas que van a seguir en una grilla que armamos en base a la pluralidad de voces”, sostuvo.
Tanto Lombardi como Gerschenson habían afirmado que se les había enviado una notificación aunque los periodistas despedidos aseguran que la única información oficial que existió fue un comunicado colgado en la página web de la radio donde se daban por “anulados” algunos contratos, sin especificar de quienes se trataba. “Nos ignoraron. Yo tengo mi contrato vigente: si no me presento a trabajar me van a acusar de abandono de trabajo”, denunció Ari Lijalad, columnista del programa A cara lavada que conducía García, de lunes a viernes de 7 a 9.
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http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-291620-2016-02-02.html
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