Páginas

martes, 19 de enero de 2016

RADIOGRAFIA DE UNA MISOGINA, por Darío Claudio Guadagnoli (para "Mirando hacia adentro" del 19-01-16)





El siguiente relato es un diálogo que mantuve con la esposa de un conocido.  Los nombres son ficticios excepto el mío.  La transcripción no es textual, pero sí muy similar.  A ambos los conozco hace 20 años.  La aspereza que surge de dicho diálogo lo permite el tiempo transcurrido en la relación y que cada uno sabe cuando “no tirar más de la cuerda”.

D:  Hola, Leonor, ¿cómo estás?

L:  Bien, Darío, gracias.  Contenta porque perdió “la yegua”…

D: Estás cobrando la jubilación como “ama de casa” sin haber aportado un     “mango”, además de los otros beneficios que te dio y le decís “la yegua”?...  Devolvé la plata!  Sos una desagradecida!

L:  Mi marido aportó toda la vida…

D:  Si estuviese De la Rúa, a tu marido ya le habrían descontado el 13% de la jubilación; y si estuviese Menem todavía estaría cobrando 150 “mangos”.  Lo más probable es que, con cualquiera de los dos, vos y él estarían “revolviendo la basura en la calle”…

L:  Igual es una “yegua”.

D:  ¿Por qué?

L:  Porque sí!  Además es una soberbia.

D:  ¿Vos no confundís soberbia con ser muy inteligente y segura de sí misma?

L:  No!  No la soporto…

D:  ¿Sabés cuál es tu problema?

L:  ¿Cuál?

D:  Es que sos una envidiosa.  Además, sos “Doña Rosa”.

L:  No, no soy envidiosa.

D:  Sí que lo sos!  Decime, ¿Qué hiciste en tu vida por los demás?

L:  Cuidé de mi familia: mi marido y mis hijos.  Fui la columna vertebral en mi casa.  ¿Te parece poco?

D:  No es suficiente…  Por otra parte, para muchos hombres, Cristina es una mujer muy atractiva.

L:  Es atractiva porque tiene plata para hacerse cirugías…

D:  No!, es atractiva porque, además de linda, está llena de contenido.  No olvides que fue la primera mujer presidente elegida por el voto popular.  La primera en ser reelegida con record de votos.  Y, personalmente, considero que es la estadista más completa de la Historia Argentina.

L:  ¿No es mucho?...

D:  No!  Creo que cuando te mirás al espejo y te comparás con ella, sos vos la que se siente poco…

L:  Está bien, acepto que soy “Doña Rosa” y no entiendo nada de política…

D:  Si es así, por favor, no opines de lo que no sabés!  Es como si a mí me pidieras que hable sobre tejido crochet o sobre arte contemporáneo.

L:  Bueno, ¡Chau!

D:  ¡Chau!... Saludos a Leopoldo!

Fin del relato.

La misoginia, para ser tal, no requiere del odio hacia muchas mujeres, basta y sobra con que se odie a una sola.

Que cada uno saque sus propias conclusiones.  Las mías están a la vista.



                                                                                 
por Darío C. Guadagnoli


NOTA RECIBIDA POR MAIL POR EL EDITOR DE MIRANDO HACIA ADENTRO 

No hay comentarios:

Publicar un comentario