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domingo, 17 de enero de 2016

HIPNOTIZADOS POR EL PRINCIPE, por Darío Claudio Guadagnoli (para "Mirando hacia adentro" del 17-01-16)


                       
Estimado lector:

    Llegó el momento de hablar de otros temas.  Para poder explicarnos lo que sucede en la Argentina actual no basta con hablar de política, economía o cuestiones sociales.
Hace más de un siglo, mientras desarrollaba la técnica del psicoanálisis S. Freud, en simultáneo, elaboraba un cuerpo teórico que daba cuenta de esa práctica incipiente en donde se repetían, en distintos pacientes, hechos psicológicos comunes.  Así fue que legó para la posteridad conceptos como:  PROYECCION, NEGACION, REGRESIÓN, etc.
Los que disfrutamos y sufrimos la terapia psicoanalítica sentimos más de una vez PROYECTAR en otras personas nuestras propias debilidades.  Pero lo que en realidad me indujo a escribir estas líneas fueron los otros dos términos mencionados anteriormente.  ¿Por qué?
Entre la primera y segunda vuelta electoral, que luego terminó consagrando a Macri como presidente, miles de personas en todo el país salimos a las calles a intentar convencer a compatriotas, de nuestras mismas clases sociales, del riesgo que implicaba que alguien de la clase alta manejara los destinos de la Patria.
Para no demonizar a los ricos, hablamos de sus antecedentes empresariales, sus procesamientos en la justicia, su denostación de la política. También nos referimos a sus economistas –ahora en ejercicio-, cada uno de los cuales participó en la devastación del país en décadas anteriores.
  Dijimos que si no nos creían podían valerse de internet o de otros medios, en donde figuraran sus archivos personales.
Miles de nosotros recibimos respuestas del tipo: “no creo”, “estás exagerando”, “quiero probar”, etc., NEGACION en estado puro.  La negación, en términos individuales, puede afectar a quien la pone en acto; pero en términos colectivos puede arrastrar a una REGRESION política, social y económica a millones de personas que no quieren ser parte de ella.
Luego de que Macri fuera ungido presidente se me cruzaron varias veces imágenes de dos películas: “Desde el jardín” y “Forrest Gump”.  Sus personajes centrales se asemejan en cierta “bonhomía” e “inocencia”, pero también en cierta patología.  Sin embargo, lo realmente patológico es que dichos personajes, por razones fortuitas, se van involucrando en situaciones de poder hasta ser casi convertidos en ídolos populares. 
En lo personal, Macri no me transmite ni bonhomía ni inocencia, más bien todo lo contrario.  Con frecuencia adopta conductas que lindan con la estupidez, las que extrañamente parecen ejercer un “hechizo” en vastos sectores de la población, por lo que cabe formularse algunas preguntas: ¿Qué hipnotiza tanto del “príncipe” a muchos?  ¿Es la aspiración a pertenecer a su clase social?  ¿Es la absoluta impunidad con la que cuenta para sus dichos y acciones?   ¿Es la creencia sincera de que “los ricos no roban”?  ¿Su encumbramiento, es proporcional a la denostación por machismo y misoginia de su antecesora en el cargo?  ¿Cómo prevenir y/o modificar conductas psicológicas colectivas que resultan nocivas para el conjunto?
Algunas respuestas, tal vez, estén comprendidas en las preguntas.  Otras, en cambio, requieran la opinión y debate de especialistas en salud mental.


ENVIADO POR MAIL POR EL AUTOR AL EDITOR DE "MIRANDO HACIA ADENTRO"
                       
                          

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