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lunes, 21 de septiembre de 2015

El fraude, un argumento del golpe suave, por Stella Calloni (para "INFOnews" del 21-09-15)

Arriba: José Cano en uno de sus coloquios de campaña con el periodista "independiente" Álvaro José Aurane.



Desde 2011 el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera advirte que las derechas de la región, que tienen la misión de la restauración conservadora  y el retorno al neoliberalismo rampante de los '90 como una forma de recolonización, fueron orientadas en todos nuestros países, para muevas estrategias de desestabilización. Entre ellas se prevé la creación de conflictos sociales, aprovechar dificultades de los gobiernos o protestas auténticas para agazaparse detrás y ayudar a agravar las situaciones hasta límites extremos y golpistas.Las denuncias de fraude en las elecciones gubernamentales de Tucumán, en estas horas conforman una de las tantas variantes tácticas desestabilizadoras y están dirigidasa crear la ruptura del orden institucional, y preparar el verdadero gran fraude de una oposición que se ve perdida. Las desestabilizaciones que intentan abrir las puertas al golpismo sin máscaras se basan en la creación e instrumentalización de situaciones de descontento social y en promover conflictos artificiales, con la consiguiente manipulación de los hechos que, como parte del plan, corresponde a la acción de los medios masivos que controla el poder hegemónico.

"La manipulación de hechos; la satanización de figuras políticas y siembra de dudas sobre su integridad; montajes de supuesta corrupción y exclusión de sectores sociales; desarrollo de campañas sobre supuesta ausencia de libertad de expresión y de derecho; creación de conflictos callejeros y protestas en busca de enfrentamientos con las fuerzas leales al gobierno; asaltos a entidades gubernamentales; victimización de la derecha; promoción de acciones violentas y otras acciones de violencia", todo esto y mucho más forma parte de los esquemas contrainsurgentes que se están aplicando en toda América Latina, como señala el experto Percy Alvarado.
Viejas estructuras

Y más aun. En los últimos años ante la realidad de que la enorme inversión en dólares, que desembolsó Washington a través de sus "fundaciones" destinados a los medios masivos de comunicación –en manos de las decadentes oligarquías regionales– no dio resultado para derrotar a gobiernos progresistas en los procesos electorales, ahora van por el camino de la contrainsurgencia cada vez más violenta.

Los medios del poder hegemónico, agentes de la guerra psicológica que forma parte de nuestra vida cotidiana, tanto en la desinformación, como en los entretenimientos desculturizantes, fracasaron en diversos intentos de golpismo mediático en varios países, lo que determinó un accionar cada vez más abarcador, que introduce a las estructuras de la justicia.

Tienen a su favor a esas viejas estructuras de la justicia, tan decadentes como las derechas regionales, nunca tan financiadas, asesoradas y dirigidas por la cabeza imperial y que forman parte de las actividades golpistas.

Cuando en 1990, Washington trazó los nuevos planes de dominación para los años 2000 (siglo XXI), bajo la asesoría del Comando Sur, trasladado de la Zona del Canal de Panamá a La Florida en EE UU, en 1999, se mencionaron las "democracias de seguridad nacional", el control de las estructuras judiciales y los parlamentos. Por supuesto, la "seguridad nacional" no de nuestras naciones, sino de EE UU, que nunca dejó atrás la "guerra fría" ni sus trazados hemisféricos de control colonial y neocolonial de América Latina y el Caribe.

El tema del control de las Cortes Supremas de Justicia y de la estructuras judiciales en general, llevó a la creación de unas singulares escuelas de formación, para funcionarios judiciales que nada tienen que envidiar a los programas de la temible Escuela de las Américas en el plano militar.

Del manejo de parlamentarios dan cuenta las Fundaciones como la National Endowment Foundation (NED) o Fundación para el Desarrollo de la Democracia y su red de araña de las organizaciones no gubernamentales para infiltrarse, financiar y manejar diversos sectores de la sociedad. Y qué hablar de la USAID, la antigua AID (Agencia Internacional para el Desarrollo), en realidad para el desarrollo de la desestabilización de todo gobierno que no se ajuste a las órdenes de la virtual metrópoli colonial. Este entramado quedó en claro tanto en Honduras en 2009, en el golpe contra el presidente Manuel Zelaya, como en Paraguay en 2012 contra Fernando Lugo.
Justicia y parlamentos

En ambos países, los mandatarios no contaban con fuerzas suficientes en los parlamentos. En el caso de Honduras,  con bases militares de EE UU, y la presencia nada menos que del enviado del departamento de Estado John Negroponte, ex embajador (le decían "el Virrey") en ese país, cuando este había sido transformado en la rampa de ataques terroristas  de la CIA y los mercenarios de la contra nicaragüense. Fue muy fácil corromper a los pocos legisladores que apoyaban a Zelaya del Partido Liberal. Ese mismo Parlamento bajo control de Estados Unidos nombró a la Corte Suprema que en junio de 2009, sostuvo que no "hubo golpe militar en Honduras", a pesar de que militares secuestraron al presidente del país, lo llevaron a una base norteamericana y luego a Costa Rica y sus fuerzas tanques se tomaban el país con una enorme resistencia popular. Pero no "era un golpe". Con cinismo total hablaban de una acción para "democratizar" Honduras.

En Paraguay, justicia y Parlamento respondían al Partido Colorado, el mismo que acompañó la temible y cruenta dictadura de 35 años del general Alfredo Stroessner.

En pocas horas Parlamento y justicia decidieron el golpe de Estado contra Lugo, después de que fuerzas especiales de las tropas estadunidenses, amparadas por la inmunidad que les concedió el Congreso paraguayo en mayo de 2005, prepararon un supuesto enfrentamiento entre policías desarmados y campesinos, con muertos de ambos sectores.
Atentados de falsa bandera

Logran el "golpe suave" de las nuevas estrategias contrainsurgentes. A lo largo del gobierno del fallecido presidente  Hugo Chávez Frías, que ganó 16 elecciones en ese país, la oposición intentó introducir el tema del fraude en forma permanente.

Cuando en 2014 el candidato que propuso Chávez antes de su muerte, Nicolás Maduro, ganó las elecciones, su opositor Henrique Capriles, quien había participado en el golpe contra el gobierno chavista en abril de 2002, intentó desconocer el triunfo mediante una serie de acciones violentas, que dejaron muerte y destrucción. Instalar el tema del fraude costó vidas y severos daños en cada uno de los países.

Sucedió en otras naciones como Brasil y Nicaragua. Ahora los hechos sucedidos en Tucumán: desde el mismo momento de terminar las elecciones introdujeron el tema del fraude. De esto se trata el accionar contrainsurgente de la CIA en Ecuador, que también fue denunciada por la guerra mediática en dos frentes: la manipulación y desinformación, creando matrices de opinión contra el gobierno y, por otra parte, las redes sociales para fines desestabilizadores.

Desde 2013 hasta estos días el golpismo ha estado activo en Ecuador. Los importantes avances sociales y el cambio que produjo el gobierno de Correa, su fuerte defensa de la integración y unidad regional en el Alba, y también en Unasur y Celac,y su firme posición soberana y anti-imperialista, lo han puesto en la lista "negra" de EE UU. Este año el presidente decidió estratégicamente retirar temporalmente el proyecto de las llamadas Leyes de Herencia y Plusvalía, para abrir un debate nacional, ya que habían sido tomadas como excusa, para una nueva maniobra golpista. Con ayuda de los grandes medios se lanzó una campaña desestabilizadora que golpeó al gobierno.

Publicado en:
http://www.infonews.com/nota/250558/el-fraude-un-argumento-del-golpe-suave

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