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domingo, 12 de julio de 2015

El proyecto industrialista de Scioli, por Federico Schmalen (para "Tiempo Argentino" del 12-07-15)



Federico Schmalen

Tiempo Argentino accedió al borrador definitivo del plan estratégico que dará a conocer en los próximos días el candidato a presidente del FPV. Enfocado en la escasez de divisas sobre la base del desarrollo tecnológico y la sustitución de bienes de capital, analiza potencialidades de 13 cadenas de valor integradas por 36 sectores.

A fines de 2013, José "Pepe" Scioli, con el estímulo de su hermano Daniel, el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires y precandidato presidencial del FPV, decidió poner en pie la Fundación para el Desarrollo Argentino (DAR), con el propósito de encarar un estudio a fondo de las debilidades y potencialidades de la economía nacional.

Una suerte de "think tank" sciolista cuyo propósito fue el de preparar, minuciosamente, un plan de gobierno en materia de desarrollo económico e industrial.  De aquel tiempo a esta parte, DAR, generó seminarios, cursos, talleres y una serie de documentos de trabajo que sirvieron para que el equipo se adentrara en los ejes estratégicos para el desarrollo del país.

Tiempo Argentino entrevistó a Sergio Woyecheszen Coordinador del Área de Desarrollo Económico y Productivo de DAR y, a la vez, subsecretario de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de Buenos Aires para analizar la propuesta en la materia que el equipo de asesores preparó para el posible futuro presidente de la Argentina.

De ese modo pudimos acceder al borrador final del libro de 303 páginas que lleva como título, Lineamientos para el desarrollo económico y productivo de la Argentina y que será presentado en los próximos días por Daniel Scioli como parte central de su plataforma de gobierno que, confían, comenzará a partir de diciembre de 2015.

Se trata es de dar un salto, que permita "pasar de la época del crecimiento a la del desarrollo".

La propuesta, además de ofrecer un análisis y las consideraciones teóricas sobre como abordar los cuellos de botella recurrentes que plantea la restricción externa en una economía "con una estructura productiva desequilibrada" como la de la Argentina, aporta un análisis pormenorizado sobre cómo integrar y expandir 13 cadenas de valor que involucran 36 sectores económicos estratégicos de la economía que van desde la agroindustria hasta la metalmecánica y desde la integración de Pymes regionales hasta la implantación de industria pesada para la sustitución de importaciones a nivel de la creación de bienes de capital. "Es un trabajo que realizamos con universidades, cámaras empresarias y sindicatos" explica Woyecheszen, y aclara "es lo que hemos venido haciendo en la provincia, donde, a pedido de Cristian Breitenstein, el Ministro de Produccion, e inspirados en el Plan Industrial 2020, ampliamos el análisis a 35 sectores más de los 11 existentes".
El marco

Según los documentos publicados por el DAR, de lo que se trata es de dar un salto, que permita "pasar de la época del crecimiento a la del desarrollo". Para Woyecheszen el objetivo de los estudios es "marcar la hoja de ruta para profundizar el modelo productivo y el mercado interno y, al mismo tiempo, hacer los cambios estructurales necesarios para que esa profundización del mercado interno no choque con los mismos cuellos de botella".

Es que, según los profesionales de DAR (muchos de ellos funcionarios del actual gobierno provincial y candidatos a ocupar cargos de alto nivel en un hipotético gobierno de Scioli), la "restricción externa" es la estación de llegada recurrente de la economía nacional. Con todo, para el subsecretario de industria bonaerense " los cuellos de botella son bienvenidos porque, cuando no se llega, nadie se ocupa de los problemas estructurales", los mismos, según el análisis de los asesores, son el resultado de un período de crecimiento que "quebró la lógica anterior" y que, luego de "haber duplicado el PBI, incrementado el empleo un 70% y la productividad laboral un 40%", ahora demanda de políticas específicas para que, ese ciclo pueda reconvertirse positivamente y no sobre la base de un ajuste o un endeudamiento externo fuera de control como "marcan las recetas ortodoxas que, cuando enfrentan la restricción externa, sostienen que hay que bajar la demanda, ajustar".

La diferencia con "los neoclásicos y neokeynesianos", según el equipo de DAR es que "para nosotros la demanda juega un rol clave y no sólo en el corto plazo (para superar una situación coyuntural), sino que es una variable clave de la economía para incentivar la inversión y para mejorar la productividad en el largo plazo".

Para eso, reconoce Woyecheszen, es necesaria una macro que acompañe el desarrollo pero, a la vez, una política específica que profundice en la sustitución de importaciones a escala de la industria pesada.

"El gobernador ha sido muy claro en que no va a haber ningún shock. Vamos a una Argentina de continuidad, estamos llegando a la transición más ordenada de las últimas décadas, que supone una continuidad muy fuerte con lo hecho," aseguró el economista.

Consultado sobre si es posible abordar en las actuales condiciones ese desafío de mayor agregación de valor y competitividad sistémica (infraestructura, logística, rindes) que no se consiguió cuando existían condiciones de superávits gemelos, el especialista aseguró que "es cierto que se dejó pasar un buen momento pero sería un error pensar que Argentina tiene necesidad de recuperar el superávit fiscal y comercial para abordar la agenda de desarrollo."

Conciente de los modelos en pugna explica que "esa estructura productiva desequilibrada necesariamente te lleva a un escenario de restricción externa que presiona a la devaluación. Si sucumbís antes esa presión desatás escenarios de inflación estructural y cambiaria".
Claves del desarrollo

Los ejes puntuales para el desarrollo, para este equipo, pasan por el impulso a la "infraestructura, la educación y la capacitación. Para nosotros eso es demanda efectiva: mercado interno y profundizar la institucionalidad intermedia. Todo eso hace a un proceso, pero la clave para motorizarlo pasa por empujar a cada eslabón y cada cadena hacia la innovación en ciencia y tecnológía". Según los documentos de DAR, la clave es hacer uso de los sectores con altas potencialidades y, a partir de allí, actuar para articular cadenas de valor a nivel regional e intentando llegar a los niveles más complejos de la cadena. "A partir de la potencialidad de sectores como la minería, la energía o incluso la industria naval, van a ingresar capitales, el gran riesgo es reprimarizar la economía con una lógica similar a la de la minería chilena que es de mera extracción y con la maquinaria asociada importada". La clave, según Woyecheszen es, haciendo uso de los recursos tencológicos de los que dispone la Argentina e incentivando los potenciales, integrar eslabones productivos. "Hoy el 40% de las exportaciones son de materias primas directas, un 43% con una sola transformación industrial y el 17% que son productos elaborados", se lamenta.
Quién y cómo invertir

Claro que, para impulsar esos sectores es necesario un ingreso muy grande de capitales que, en gran medida, esperan una resolución del diferendo de la Argentina con los fondos buitre. "Nosotros apoyamos la posición del gobierno que mostró su voluntad de pago. No hubo gobierno que haya pagado como este. Seguiremos en la misma línea. Creemos que hay necesidad de resolverlo, pero el apuro no es un buen aliado. Detrás de ese arreglo hay empleo y Pymes. Vamos a lograr torcer el brazo a esta trampa", prometió.

"Sólo el 30% de los autos que se producen en el país superan las 50 mil unidades anuales cuando en Brasil son el 80%.

Para DAR la inversión es una responsabilidad combinada de muchos actores. Por un lado la del Estado de dar impulso a la obra pública como aporte a la mejora de "la competitividad sistémica", por otro "los 200 o 300 grandes proyectos que Argentina no puede financiar y requieren de inversiones extranjeras" pero que exigen una política de "control de esos capitales" porque por ejemplo, ejemplifica Woyecheszen, "no queremos financiar gastos corrientes y terminar con un 55% de pobres. Los capitales tienen que entrar con un objetivo claro. Se pueden consensuar contrapartidas compatibles con nuestros objetivos de desarrollo. Fijar taxativamente cuánto se reinvierte y cuánto se remite", propuso.

A otra escala, para promover la articulación con las Pymes y las cadenas de valor, DAR pone la mira en el impulso del crédito productivo. "Argentina necesita forjar herramientas como una Banca de Desarrollo. Se puede avanzar en una institucionalidad en ese sentido o darle a la banca pública esa funcionalidad como lo estableció la reforma de la carta orgánica del BCRA, un gran aporte del gobierno actual."
Acciones puntuales

Para hilvanar concretamente las cadenas de valor, la fundación propone, además, poner el foco en un tema clave que es "la institucionalidad intermedia", en referencia a la creación de agencias de desarrollo, incubadoras de proyectos con participación de cámaras y sindicatos que estimulen la conexión entre el Estado y las empresas para involucrarlas en un plan estratégico integral basado en "repensar los esquemas de promoción industrial con contraprestaciones a nivel de empleo exportaciones e integración nacional". Para el economista de DAR, eso implica también "extender el régimen de Tierra del Fuego a sectores pesados. Las capacidades que existen allí son fenomenales y están desaprovechadas."

El estudio ya realizado en las cadenas de valor ha arrojado resultados que permiten promover políticas determinadas. Por ejemplo, "sólo el 30% de los autos que se producen en el país superan las 50 mil unidades anuales cuando en Brasil son el 80%. Eso plantea un problema de escala para las Pymes autopartistas. Podemos avanzar en una política de complementariedad productiva con Brasil no sólo a nivel de terminales sino también para autopartes. Fortalecer el Mercosur, nos daría más espalda para sentarnos con las multinacionales automotrices. Podemos aspirar a incrementar la integración productiva a nivel nacional y aún más en términos regionales. Como región tenemos un déficit comercial mayor a los U$S 200 mil millones. Mientras otras regiones del mundo comercian entre sí más del 60%, la nuestra solo lo hace en un 19%. Es una oportunidad para sentarse y analizar el tema. La maquinaria agrícola en Uruguay es de China. Hacia ahí hay que ir", concluyó.

Publicado en:
http://www.infonews.com/nota/233197/exclusivo-de-tiempo-argentino-el-proyecto-industrialista-de-scioli

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