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domingo, 7 de junio de 2015
GALASSO: "Cristina no tiene la personalidad para irse a la casa a dedicarse al nieto", entrevista de INFOnews del 07-06-15
Arriba: Norberto Galasso, prócer viviente de la Izquierda Nacional argentina.
El historiador Norberto Galasso no oculta sus dudas sobre cómo se garantizará la continuidad del proyecto nacional y lamenta las dificultades para contener a algunos gremios. Afirma que "Scioli ha resultado más hábil de lo que yo pensaba para sortear dificultades", y propone sostener la movilización en las calles.
Norberto Galasso se levanta despaciosamente de su lugar de trabajo, una mesa cubierta de libros, revistas y pilas de diarios, en la planta baja de una casona sobre la avenida Asamblea. El biógrafo de Perón, San Martín, Jauretche y Scalabrini Ortiz saluda casi con un susurro. Luego, con otro movimiento acompasado, se sienta en su silla y espera. Bajo su bigote, un mostacho finito y canoso que recuerda al que usaba su admirado Jauretche, se esboza una sonrisa. Hincha de San Lorenzo, autor de decenas de libros, reconocido en 2014 como "embajador de la cultura popular argentina" por la presidenta Cristina Fernández a través de un decreto, Galasso acaba de sacar a la calle un último volumen. Titulado Kirchnerismo, el proyecto que transformó la Argentina, se trata de un balance -riguroso pero que al mismo tiempo toma partido- sobre los doce años de gobierno de Néstor y Cristina.
"Por ahora estamos inquietos", dice Galasso, en diálogo con Tiempo Argentino, para romper el hielo. Se refiere a la incertidumbre que subsiste entre los simpatizantes del FPV a la hora de imaginar el futuro próximo: el dilema sobre la continuidad. "En lo individual yo, por supuesto, apoyo el proyecto colectivo. Tendré que votar a aquel sobre el que las encuestas aseguran que puede seguir. Pero tengo temor de que si gana, ya en el gobierno, nos haga alguna macana", desliza para ir entrando en clima. Egresado de la UBA como contador público en 1961, sus libros (el primero, sobre Mariano Moreno, es de 1963) y su tenacidad lo convirtieron en un historiador autodidacta muy reconocido. Pero Galasso no se limita sólo al trabajo intelectual. Desde sus 27 años, cuando se afilió al Partido Socialista de la Izquierda Nacional de Jorge Abelardo Ramos, este vecino de Parque Chacabuco intenta incidir sobre la coyuntura.
"Scioli ha resultado más hábil de lo que yo pensaba para sortear dificultades".
En los últimos años, desde la Corriente Política Santos Discépolo, colaboró con la capacitación de militantes de base del kirchnerismo. Para la misma función fue convocado por delegados sindicales alineados con Facundo Moyano. "Yo digo lo que pienso. Nunca tuve aspiraciones de ser diputado y ahora, que tengo casi 79 años, menos todavía. Y hoy creo que tenemos una dificultad bastante grande, me parece a mí, en el hecho de que el proyecto cuente con algunos sindicatos pero otros hagan paro o se muestren distantes", advierte Galasso, quien durante la entrevista le dedicará un párrafo bastante largo al distanciamiento entre el gobierno y un sector del movimiento obrero. En los capítulos 16 y 18 de su flamante libro, el biógrafo y ensayista reflexiona sobre este punto sin obviar los riesgos.
Galasso conversa con Tiempo en un tono calmo, aparentemente monocorde, que le permite disimular algunas ironías que echa a rodar con sutileza. Con el mismo recurso, de colar una frase fuerte en el momento menos pensado, el autor de Seamos Libres y lo demás no importa nada se diferencia del "sector un tanto progresista" que asiste a Carta Abierta. "Yo fui a las primeras reuniones. Ahí lo conocí a Néstor. Fue la única vez que hablé con él", cuenta. Cuando la charla gira hacia el rol de CFK post 2015, Galasso reconoce que esa cuestión le genera expectativas: "Yo estoy a la espera. Y creo que ella, por todo lo que uno la conoce, no tiene la personalidad política de irse a la casa y dedicarse al nieto o a los quehaceres domésticos."
A la hora de las prioridades, el entrañable veterano elige las afirmaciones contundentes. Dice que, ante la inminente sucesión presidencial, "lo fundamental es ganar".
-¿Lo más importante es ganar?
-Ganar con el mejor. Y ganar con el que estemos más seguros de que no va a ser un segundo Menem. Porque la biografía de Franco Macri lo dice justo. En ese libro se cuenta que cuando Menem ganó las elecciones, en 1989, lo fueron a ver inmediatamente (Amalia Lacroze de) Fortabat, (Carlos) Bulgheroni, Livio Kühl (ya fallecido, por entonces en Socma), otro empresario, más el propio Franco Macri, y le dijeron a Menem que el ministro de Economía debía ser Miguel Roig. Menem dijo que sí. Eso lo dice el propio Franco, porque es tan importante que se hizo su propia biografía. En ese libro él (por Franco Macri) cuenta que lo fueron a ver a Menem para decirle que el ministro debía ser Roig y así llevar adelante el plan económico de Bunge & Born. Después, tras el ataque al corazón de Roig, van de nuevo a ver a Menem y le dicen que el ministro tenía que ser Rapanelli. Pero como Rapanelli no consigue contener la inflación, lo van a ver a Menem una vez más y entonces, como una concesión –fíjese lo que es el poder real y el poder institucional- le dicen: "Bueno, si usted quiere poner un hombre suyo, haga la prueba pero tarde o temprano tendrá que recurrir a Cavallo". Y, efectivamente, Erman González duró sólo un año, ocho meses, creo. Esos son los grandes poderes que se mueven detrás de los gobiernos. Sumados al poder mediático, obviamente.
-¿Teme que vayamos a un proceso parecido? ¿Qué el próximo presidente sea influenciable?
-Y… mire, yo fui contador público casi 40 años y, como tal, he tenido un contacto muy cercano con la clase media de Buenos Aires. Nunca fui contador de una gran empresa. Pero sí de boliches, de comerciantes, que en el año 2001 estaban de brazos cruzados, en cuyos comercios no entraba nadie. Que estaban en el rojo con el banco, desesperados por los intereses que les cobraban, con las casas hipotecadas. En esa época decían: "Piquete y cacerola, la lucha es una sola". Ahora, doce años después, esos comerciantes han resuelto y superado todas esas cosas porque hay un gran consumo, que es muy importante. Pero ellos son macristas. Y lo son porque ellos no van a identificarse y a votar lo mismo que vota, como dicen ellos, un negro.
-¿Usted cree que esa cuestión aspiracional, de tomar como patrón de consumo y comportamiento a los sectores más ricos y de diferenciarse de los de abajo explica políticamente la persistencia del macrismo?
-En realidad, esos sectores tendrían que ratificar la política de promoción del consumo, que es lo que privilegió el kirchnerismo, porque esas políticas fueron las que los beneficiaron. Sin embargo, hay una colonización mental que no hemos roto totalmente.
-¿Le gusta Scioli?
-Scioli ha resultado más hábil de lo que yo pensaba para sortear dificultades. Él tiene una visión moderada, de conciliar, de hablar con todos, estar bien con todos. Digamos que no lo veo a Scioli en una (resolución) 125. Aunque tampoco lo conozco suficientemente a Randazzo. No nos olvidemos que en aquel momento, en 2008, hubo un intento real de distribuir el ingreso, cosa que no se pudo hacer o que se hizo hasta cierto punto. Porque las cámaras patronales se jugaron a la destitución, cortando las rutas… ¿Se acuerda todo lo que hicieron? Y, bueno, en aquel momento había que ser Néstor y Cristina, quienes jugaron un papel que hay que reconocérselo para siempre. Se enfrentaron con eso.
-Más allá del resultado del conflicto, ¿cree que aquella decisión de Néstor y Cristina terminó siendo clave para la identidad política y cultural del kirchnerismo? Pareciera que algo germinó en ese momento...
-Sí. Se vio quién era claramente el enemigo. Y se definió que no se iba a dejar que el enemigo nos llevara por delante y se jugaron por entero. Quizás exagero un poco pero a un subcapítulo le puse como título "una trompada histórica y la lucha de clases". Por la trompada de D’Elía (ríe). Porque en ese momento los tipos, la Sociedad Rural, se venían con todo.
-Hay muchos textos que repasan el período histórico del kirchnerismo. ¿Por qué decidió hacer el suyo? ¿Y cuál es el rasgo particular de su libro?
-Una de las razones por las que decidí hacer este libro sobre el kirchnerismo es que vivo en la ciudad de Buenos Aires y la ciudad ha sido siempre hostil a los movimientos nacionales y populares. Entonces me peleo. Y me peleo manteniendo amistades que se debilitan porque hay gente que se asume como voceros directos de Nelson Castro, de Clarín, de esas cosas que se dicen todos los días. Nosotros, por aquel 2001, teníamos muy poca fe de que el país podría reflotar si no se salía del endeudamiento, la desocupación, la miseria. Era una Argentina arrasada por el neoliberalismo y el imperialismo. Y entonces cae un paracaidista que nadie conocía. Y entra a reflotar la situación. Por todo eso, yo creo que, frente a todas las críticas, es necesario pasar en limpio y hacer un balance profundo. Desde el discurso inicial de Néstor, su forma de proceder, de mezclarse con la gente, uno empezó a ver que estaba resurgiendo el movimiento popular. Con las dificultades propias del poder enemigo, que era y es muy fuerte. Porque lo de Clarín en estos años ha sido mucho más fuerte que lo que se vivió contra Perón. Y a todo eso hay que agregarle, en el medio de la lucha, algunos aspectos que a uno le preocupan. Porque Perón tenía a la clase trabajadora organizada y era su columna vertebral. Y hoy, en cambio, tenemos una dificultad bastante grande, me parece a mí: el hecho de que el proyecto cuente con algunos sindicatos y otros hagan paro o se muestren distantes.
-¿Y por qué se llegó a esa situación en el frente sindical?
-No se manejó bien por ambas partes. Yo tengo casi la certeza de que Néstor lo hubiera enganchado a (Hugo) Moyano de cualquier forma y lo hubiera puesto de este lado. No habría permitido que se desbarrancara como se desbarrancó. Yo pienso que hubo errores de los dos lados. Y esos errores han traído como consecuencia esto: la reaparición de (Luis) Barrionuevo, y las barbaridades de Moyano que se muestra junto a (Ernesto) Sanz. Claro que Moyano nunca fue Tosco, ni nada por el estilo. Pero sí fue uno de los hombres del movimiento obrero que enfrentó al menemismo desde el MTA. Todas estas cosas son las que demuestran que, de un modo u otro, en la Argentina se da también el fenómeno que suele darse con la mayoría de los movimientos nacionales: un líder que tiene una gran capacidad intelectual y una gran capacidad de pronunciar discursos que a uno lo emocionan, y que es capaz de hablar en las Naciones Unidas y decir lo que hay que decir, y unas segundas líneas con las que hay mucha diferencia. Por otro lado, también juegan las instituciones famosas que siempre defiende la doctora (Elisa) Carrió, y que siempre han intentado que cuando surge un líder popular no se lo pueda reelegir. Ya le pasó a (Hipólito) Yrigoyen, que le tuvo que entregar al poder a (Marcelo T. de) Alvear, quien deshizo en gran parte lo que había hecho Yrigoyen. Perón sí tuvo fuerza para la elección de la reforma constitucional de 1949, aunque luego lo bajaron por la fuerza en 1955.
-¿Piensa que hay algún riesgo de que el modelo llamado nacional y popular sea desmantelado desde adentro? ¿O al ser un movimiento policlasista, en un contexto de amesetamiento de las variables económicas, quizá es una etapa para no perder derechos aunque no se pueda seguir profundizando?
-Todo depende de cómo se arme la cuestión. Si el vicepresidente y la lista de diputados responden a una posición, en el sentido de proseguir adelante y llevar adelante la reformas tributaria y financiera que hay que hacer, para ponerles coto a los bancos que han ganado muchísimo dinero, y asegurar que se prosiga el proceso que se inició con Kirchner y con Chávez, habrá que tener la fuerza y movilización suficiente.
TEXTUALES
SEGUNDO MENEM: "Hay que ganar con el mejor. Y ganar con el que estemos más seguros de que no va a ser un segundo Menem."
SINDICATOS: "Hoy tenemos una dificultad bastante grande: el hecho de que el proyecto cuente con algunos sindicatos y otros hagan paro."
CLARÍN: "Lo de Clarín en estos años ha sido mucho más fuerte que lo que se vivió contra Perón."
Publicado en:
http://www.infonews.com/nota/225694/cristina-no-tiene-la-personalidad-para-irse-a-la-casa-a-dedicarse-al-nieto
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