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domingo, 31 de mayo de 2015

SORPRESAS DE FIN DE MES, por Gustavo Rosa (para "Apuntes Discontinuos" del 30-05-15)

Nuestros ojos miran, sorprendidos, un descubrimiento que no es tal: hay corrupción en el fútbol. Y, como en el cine, son los cowboys los que descubren todo. Hasta Grondona está hasta el cuello. Más de 30 años al frente de la AFA y revelan sus chanchullos bastante tiempo después de su muerte. Algo es algo. Una noticia a escala internacional sin muertos ni heridos que nos sacude la modorra provinciana. Si no fuera por esto, deberíamos ocuparnos de los disturbios en Monte Hermoso –que algunos insisten en llamar pueblada- y el duelo cada vez menos amigable entre Randazzo y Scioli. O las estocadas del primero, en realidad, porque el segundo ni se da por aludido. Después de dejarse llevar por la operación Burlas al Manco, el gobernador bonaerense decidió seguir su ruta, aunque eso signifique extraviarse en un laberinto de desconciertos.
 Sin dudas, el Frente Renovador se está renovando tanto que casi no le quedan integrantes. Como buen capitán, Sergio Massa será el último en abandonar el barco que avanza hacia un naufragio inevitable. Pronto será divertido recordar que alguna vez soñó con ser presidente exhibiendo tan poco. Un producto mediático más que fracasa. En sus espasmódicos intentos por subsistir, el tigrense se colgó de la reacción del pueblo de Monte Hermoso que, cansado de tanta inseguridad, se lanzó a las calles para practicar la Gran Nerón. “La gente está harta de la inseguridad y la inoperancia de la policía –dijo, apelando al lugar común- Harta de los políticos que no asumen su responsabilidad”.
Por lo que parece, la muerte de Catherine Moscoso no se encuadra en los parámetros de la llamada inseguridad –que le puede tocar a cualquiera- sino que es un homicidio perpetrado por conocidos. Estos discursitos vacíos y de ocasión ya han provocado el linchamiento de un anciano y el incendio de medio centro de la ciudad balnearia. No sólo los discursitos: de los cuatro detenidos por el vandálico suceso uno es precandidato a concejal y el otro ya es diputado por el massismo. Y parece que son mucho más que simples participantes. En realidad, las palabras del candidato al fracaso parecen coronar una puesta en escena de las que vamos a ver muchas hasta las elecciones generales.
Una interna para el futuro
Florencio Randazzo ha decidido no dejar pasar un solo desliz de su rival para las PASO, el gobernador Daniel Scioli. Todos los días encuentra una perlita para que la extraña pertenencia del ex motonauta al FPV sea más notoria. No es para menos: a la par que Scioli pondera a Kicillof, su gurú económico Miguel Bein sugiere la posibilidad de arreglar con los buitres. “Nuestra posición es clara –señaló el ministro de Interior y Transporte- no vamos a entrar en el juego de usureros que lucran con el esfuerzo del pueblo”.
En principio, lo que parece haber en esta exagerada interna es una solicitud de definiciones más claras. Daniel Scioli siempre ha dado muestras de conciliación con los que muchas veces han actuado como enemigos. Que aparezca muy cómodo en los espacios de Clarín puede ser un poco doloroso, más aún cuando este grupo se ha burlado de la ley de medios con todos sus artilugios corporativos y aún la Justicia no ha citado a sus directivos en la causa Papel Prensa. Además, que tanto él como su esposa hayan reaccionado de acuerdo al guión hegemónico en la malsana tergiversación de los dichos de Randazzo en la asamblea de Carta Abierta, deja un sabor amargo.
De cualquier modo, el FPV, después del baño de humildad solicitado por La Presidenta, ha quedado con dos precandidatos para la Rosada. Y en las PASO, como es previsible, de esos dos saldrá el elegido para dar continuidad a este proyecto iniciado en 2003. En el acto del 25 de mayo, Cristina aportó la clave: “va a pasar lo que ustedes quieran que pase”. Una vez más, puso el futuro en manos de todos. Y no sólo al momento de coronar a Randazzo o Scioli, sino más allá de las PASO. Y de las elecciones generales de octubre, también.
Por supuesto que ya no estamos hablando de las propuestas opositoras. La comparsa que se acomoda detrás de Macri ha dejado de ser una amenaza, más allá de que sus seguidores se entusiasmen con la posibilidad de que Miguel del Sel se convierta en gobernador de Santa Fe. El Frente Progresista que lidera Margarita Stolbizer ya se ha resignado a ser furgón de cola. Y el collage de Massa está perdiendo colorido. No, el futuro de cara a octubre se centra en la interna entre Randazzo y Scioli.
Por si alguno aún tiene dudas, en Mauricio Macri se concentra todo lo que hemos dejado atrás: la prepotencia de los poderosos y la pulsión por la desigualdad. Margarita Stolbizer promete un laberinto de confusión, tan contradictorio como el juego de opuestos que propone su nombre. Y Massa, abandonado por sus aliados y boicoteado por los que persisten en estar con él, se disuelve en la inconsistencia de su inexistente contenido. ¿Cómo saldrá de los tropiezos de la última semana? No sólo de la posible organización de los destrozos en Monte Hermoso por parte de algunos massistas, sino de la feroz golpiza que De Narváez propinó a un periodista y de los dichos de su suegro, Fernando Galamarini, que solicitó la restitución del cuadro de Videla porque “es parte” de su vida.
No, en este absurdo y peligroso abanico de dislates no puede estar el futuro; en ese licuado almibarado hay mucho veneno; no es un elixir sino una pócima nefasta que sólo nos provocará el malestar que ya hemos padecido en las últimas décadas del siglo pasado. El mañana sólo está en manos de este presente poderoso que estamos protagonizando y sea Randazzo o Scioli el designado para suceder a Cristina, no podemos permitir que se diluya entre nuestros dedos. El que sea deberá continuar por este sendero que hemos comenzado a transitar apenas inaugurado el nuevo siglo. Y por lo que parece, no vamos a permitir ningún desvío.
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