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miércoles, 29 de abril de 2015

¿HAY ESPACIO PARA LO IMPREVISIBLE?, por Hernán Brienza (por "INFOnews" del 26-04-15)


Los escenarios de las PASO porteñas y su influencia en las presidenciales. El Síndrome Arrugue de Barrera.


Los resultados de hoy en la ciudad de Buenos Aires permitirán tener un poco más claras las posibilidades para las elecciones nacionales de las Paso en agosto. Si las internas del PRO las gana Horacio Rodríguez Larreta, por ejemplo, Mauricio Macri saldrá fortalecido, pero también lo harán los oficialismos que sostengan candidatos propios. Si vence Gabriela Michetti se produce un escenario más complejo en el que la ciudadanía porteña demostraría una mayor autonomía respecto de los liderazgos propios y eso complicaría el traslado de votos de los referentes partidarios a los electores. Pero hay más, dentro de la interna del Frente para la Victoria, el crecimiento de la candidatura de Mariano Recalde también demostraría que el Kirchnerismo tiene más perspectivas y mayor competitividad de lo que las mismas encuestas, siempre posibles de retoques, y los medios de comunicación reconocen.


Pero no sólo lo que ocurra hoy en las elecciones porteñas debe ser analizado en vistas a las presidenciales, sino también otra serie de señales que deben ser atendidas. Primero, claro, la resiliencia que tiene el núcleo duro del Kirchnerismo, fundamentalmente, Cristina Fernández de Kirchner. En poco más de tres meses asimiló el directo a la mandíbula que significó la operación del Caso Nisman –golpe que a cualquier otro gobierno habría hecho trastabillar-, la economía parece estar bien sólida como para enfrentar corridas de cualquier tipo, y para colmo de malas noticias para la oposición, la imagen positiva de la presidenta continúa en escala ascendente contra todos los pronósticos de mal agüero. Esto demuestra que lejos del mentado fin del ciclo, el Kirchnerismo tiene resto como para intentar un posicionamiento que lo deje bien parado para los próximos años.



¿Existen un candidato tapado? ¿Es posible? ¿Habrá espacio y tiempo en la Argentina de hoy para un hecho político imprevisible?

La actual situación de aceptación de la presidenta se debe a varias cosas: Primero, obvio, a la gestión de estos últimos doce años del Kirchnerismo; Segundo, a las bondades intrínsecas del modelo económico. Pero el crecimiento de la imagen también tiene razones histéricas que a saber son: la aproximación del 10 de diciembre, es decir, la salida de la Casa Rosada, que a esta altura, pocos dudan de que va a ser por la puerta grande. Y que también va a ser una fiesta de identidad política en las calles. El marco de diciembre por un síndrome de nostalgia adelantada también vuelca a algunos “independientes” a acercarse a la figura de la presidenta. El segundo síndrome que vive la sociedad argentina es el síndrome Arrugue de Barrera. Este fenómeno consiste en que a medida que se producen las elecciones ejecutivas, los votantes se vuelven más atentos a las cuestiones económicas y a su propia seguridad laboral. Se tornan más conservadores respecto de su propio futuro y, excepto que haya una verdadera crisis toman como lema “equipo que gana no se toca”.


La sociedad pone en la balanza la actuación de Cristina en Rusia, por ejemplo, con los papelones de Miguel de Sel y los socialistas y su recuento polémico de votos. La comparación es odiosa, pero inevitable para los argentinos que empiezan a sospechar que un país no sería demasiado viable con la actual oposición. Ante esa mirada, la sociedad se retrotrae a lo consabido, sobre todo, si eso consabido ha sido eficiente y efectivo.


Hoy,¿la legitimidad de la presidenta de la Nación permite fantasear con alguna jugada imprevisible? Las encuestas marcan que los dos principales candidatos del Frente para la Victoria no pertenecen exactamente al núcleo duro del Kirchnerismo. Daniel Scioli parece el más alejado, pero no hay demasiadas certezas sobre eso, y Florencio Randazzo sigue siendo una incógnita. No es fácil el dilema. ¿Se pacta con el más alejado? ¿Se enfrenta al más alejado con un jugador que no es del todo propio pero que podría ganar haciéndose cargo del Kirchnerismo sin ser estrictamente Kirchnerista? Si el candidato que enfrente a Scioli va a ser percibido como el candidato de la presidenta ¿por qué no enfrentarlo con un candidato que colme las expectativas del Kirchnerismo? Si Scioli gana sobre Randazzo, finalmente, gana contra el Kirchnerismo. O al menos así va a ser visualizado por los principales medios de comunicación ¿Cuál es el beneficio de que un jugador ajeno acumule fuerzas propias y se apropie de un porcentaje del voto para negociar posteriormente? ¿No es preferible que ese mismo porcentaje lo acumule un candidato propio del espacio? 


El Peronismo Territorial –gobernadores e intendentes- estarán con quien gane y les asegure ganar a ellos. Lo peor que puede pasarle a un ejecutivo es volver al llano y/o tener que disputar recursos con un presidente de otro signo político. Por eso tienen como único objetivo ganar para poder negociar con un igual el futuro de sus gestiones locales. Es lógico.


El dilema, de alguna manera, lo tiene el Kirchnerismo. Debe pensar cuidadosamente los pasos a seguir. No apoyar a nadie, también es perder aunque no lo parezca. Excepto que quien gane esté sobremarcado, excesivamente marcado, como Diego Maradona con el peruano Reina. Por otro, perder con un candidato propísimo es peligroso dentro de la cultura peronista, pero al menos delimita la cuota real e poder del espacio estrictamente Kirchnerista dentro del Peronismo o del Pejotismo. El Kirchnerismo sabría exactamente cuáles son sus verdaderas medidas.


¿Y se puede ganar las Paso con un candidato que sea un Kirchnerista paladar negro si cuenta con el apoyo explícito de la presidenta y con ella misma jugando, por ejemplo, en el territorio de la provincia de Buenos Aires? La apuesta es muy fuerte. Si se gana, se gana todo; sino, se pierde todo. Y si se pierde todo, se complica la posibilidad de ir consolidando el espacio de Unidos y Organizados, por ejemplo. ¿Gobierno propio, gobierno en disputa o gobierno ajeno? Esa es la cuestón. ¿Existen un candidato tapado? ¿Es posible? ¿Habrá espacio y tiempo en la Argentina de hoy para un hecho político imprevisible?


Publicado en:

http://www.infonews.com/nota/196541/hay-espacio-para-lo-imprevisible

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