Páginas

domingo, 15 de marzo de 2015

Dólares que volarán de Londres a Buenos Aires, por Alfredo Zaiat (para "Página 12" del 15-03-15)


PONIENDO ESTABA LA GANSA


EL HSBC YA REALIZO UNA OFERTA A LA AFIP PARA ENVIAR UNA PARTE DE LOS 3500 MILLONES DE DOLARES RECLAMADOS

 

La AFIP rechazó por insuficiente una primera oferta del HSBC. Esta semana continúan las negociaciones. El monto involucrado es por los dólares de personas y empresas que el banco ayudó a girar en forma ilegal hacia su sucursal en Ginebra.

Por Alfredo Zaiat

Los 3500 millones de dólares corresponden a las 4040 cuentas de unas 3800 personas y empresas en el HSBC Ginebra.
La AFIP reclamó al HSBC Holding, con sede en el Reino Unido, la repatriación de 3500 millones de dólares fugados de contribuyentes argentinos a través de su filial argentina. Para quienes están atrapados en el lobby financiero ese pedido puede parecer descabellado, de imposible ejecución. Se equivocan con tanta muestra de lealtad al dinero de los bancos: la entidad británica ya acercó una oferta. Fue rechazada por insuficiente en un encuentro entre las autoridades inglesas del HSBC y de la AFIP, en Londres, la semana pasada, negociación que continuará en la que comienza hoy, en Buenos Aires. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, está al frente de la exigencia argentina a un banco acusado en su propio país de manejos ilícitos para facilitar la evasión impositiva y fuga de capitales. El HSBC Argentina también fue denunciado por la AFIP ante la Justicia local por asociación ilícita por diseñar una estructura para facilitar la evasión y fuga de capitales. Las conversaciones de la AFIP son con ejecutivos del holding inglés pues el máximo responsable de la sucursal argentina, Gabriel Martino, fue marginado de la negociación. Su participación no hubiese sido muy prolija pues él fue uno de los que utilizó la plataforma del HSBC para enviar dinero no declarado a la filial Ginebra. Martino no sólo ofrecía el servicio a clientes adinerados sino que también lo utilizaba para él.
El pedido de la AFIP al HSBC Holding corre en paralelo con la demanda judicial radicada en el Juzgado Penal Tributario Nº 3, a cargo de la jueza María Verónica Straccia, que involucra a 3800 personas y empresas que tenían 4040 cuentas en el HSBC Ginebra, en 2006. También es independiente de la exigencia a esos contribuyentes por el monto evadido por el pago de los impuestos a las Ganancias, IVA y Bienes Personales, más los intereses y multas, correspondiente a esos 3500 millones de dólares no declarados. La exigencia de la AFIP al HSBC en Londres es la de repatriar esos dólares que salieron en forma ilegal del circuito de la economía nacional.
El banco aceptó la negociación porque está apurado para terminar con un caso que lo tiene como centro de una noticia de alcance internacional por ser el organizador de una inmensa red mundial para canalizar la evasión impositiva de personas y empresas. No es un problema de dólares para el HSBC. El año pasado contabilizó una ganancia global de 13.700 millones de dólares, 5000 millones menos que en 2013 por el pago de una serie de multas a autoridades de control de Estados Unidos y Europa. En los últimos años, el HSBC está acostumbrado a cancelar penas con sumas millonarias (ver nota aparte). Está más preocupado por la imagen de la entidad a nivel mundial que por las multas que tenga que pagar o por los dólares que debiera repatriar a la Argentina.
En ese escenario se destaca el activismo de la AFIP para invitar al banco a cumplir con las leyes argentinas y reparar los efectos de sus acciones que las violaron desde la filial Buenos Aires. La forma propuesta es la de devolver los dólares girados en forma ilegal. Esos dólares regresados por el HSBC a la Argentina ingresarían a las reservas del Banco Central para luego ser convertidos a pesos según la cotización oficial del tipo de cambio del día. El HSBC recibiría por los dólares el monto equivalente en moneda nacional para el destino que considere conveniente. Podrá suscribir con esos fondos Lebac del Banco Central o instrumentar una nueva línea de crédito en pesos o reforzar las existentes. La aplicación de ese dinero será una decisión del HSBC Argentina, pero los dólares tienen que devolverlos, es el mensaje que transmite la AFIP a los ejecutivos del banco.
El monto de 3500 millones de dólares es el que hoy está comprobado, a partir de la información proporcionada a la AFIP por parte de la Dirección General de Finanzas Públicas de Francia, el 25 de septiembre pasado. Datos que habían sido aportados por el empleado en informática del banco, Hervé Falciani, involucrando a unas 130 mil cuentas de clientes del HSBC Ginebra, de las cuales 4040 corresponden a argentinos. Esa suma es la fotografía de un día, de 2006, de la información copiada por Falciani. La AFIP, a través de la Cancillería, ya solicitó vía exhortos a la Justicia de Suiza ampliación de la información de esas cuentas. En la AFIP suponen que el recorrido de esas cuentas puede revelar que el monto involucrado en ese tipo de operaciones ilícitas pueda ser superior a esos 3500 millones de dólares. Es otro motivo para el apuro del HSBC de cerrar trato con la AFIP sobre la suma a repatriar.

La audiencia

Es una negociación inédita la entablada entre la AFIP y el HSBC, como también lo fue la invitación a Ricardo Echegaray, con la compañía de la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, a presenciar la audiencia pública desarrollada el lunes pasado en el Parlamento británico referida al caso HSBC. La Comisión de Cuentas Públicas de la Cámara de los Comunes interpeló durante dos horas a los principales ejecutivos del banco: Suart Gulliver, director ejecutivo del HSBC Holding, Chris Meares, ex director de la banca privada global de la entidad (la cuestionada filial Ginebra concentraba el 30 por ciento de esa división), y Rona Fairhead, directora no ejecutiva responsable del cumplimiento de normas del HSBC.
La presencia argentina tuvo una repercusión internacional mucho más intensa que la proporcionada por los grandes medios locales. Las crónicas inglesas destacaron el activismo de la Argentina sobre el caso, teniendo en cuenta las críticas que reciben el HSBC y el Her Majesty’s Revenue and Custom (HMRC, el organismo recaudador inglés) porque sabiendo desde hace varios años de la delicada situación no hicieron nada para ordenar las cuentas ni para cobrar el dinero evadido, respectivamente. La AFIP tardó sólo 45 días en presentar la denuncia en tribunales desde que recibió la información del fisco francés. Rona Fairhead reconoció que desde el 2006 había preocupaciones en el banco sobre las cuentas en Suiza, por la seguridad para proteger a sus clientes (nombres ahora divulgados con la lista de Falciani) y por la insuficiente documentación de respaldo para saber quiénes son los clientes. Pese a ser parte del comité de auditoría, Fairhead afirmó que en el 2008 no sabía de los nombres de los clientes en Suiza para colaborar con la autoridad tributaria del Reino Unido en temas de evasión.
La audiencia en el Parlamento inglés no tuvo desperdicio por las preguntas incisivas de los legisladores como por la debilidad de las explicaciones de ejecutivos poderosos de uno de los bancos más importantes del sistema financiero global. La presidenta de la Comisión de Cuentas Públicas de la Cámara de los Comunes es la laborista Margaret Hodge, quien estuvo acompañada por ocho miembros conservadores, otros cuatro laboristas y uno del partido liberal-democrático. Las primeras preguntas de Hodge a Suart Gulliver, el número uno del HSBC Holding, fueron: “¿Tiene pasaporte del Reino Unido?; ¿qué bienes tiene en el país?; ¿se considera una persona de alto poder adquisitivo?”. Ese cuestionamiento está originado en que Gulliver utilizó la plataforma de evasión y fuga del banco para enviar 7,6 millones de dólares a la filial Ginebra, en una cuenta a nombre de Worcester Equities Inc., sociedad registrada en Panamá. “Usted cobraba su sueldo a través de una cuenta panameña abierta por la misma persona que manejaba las cuentas de (el presidente de Siria) Assad y (el presidente de Zimbabwe) Mugabe”, observó Hodge. Gulliver se excusó respondiendo que, aunque se veía mal, no tenía en verdad nada de malo lo que había hecho. La crónica de la audiencia realizada por el periodista John Crace, en The Guardian, fue lapidaria: “Bring me the heads of HSBC: Hodge saves best for last” (Tráiganme las cabezas de los jefes del HSBC: Hodge se guarda lo mejor para el final).
Los legisladores británicos de esa comisión buscan demostrar que la operatoria del HSBC estaba orientada, en gran medida, a la evasión fiscal. Expusieron una serie de pruebas contundentes del manejo oscuro y los tres banqueros no contestaron cuando Hodge leyó párrafos de correos electrónicos entre los oficiales de cuentas de la sucursal suiza y sus clientes ricos, en los cuales les recomiendan expresamente cómo evadir el pago de impuestos. También mostraron las prácticas oscuras del HSBC al ofrecer el servicio “hold mail” (cuentas de conservación de la correspondencia del cliente en el propio banco). Era utilizado para mantener la información lejos del alcance del fisco. En la audiencia se informó que de las 18.000 cuentas “hold mail” que tenía el banco, 14.000 estaban en Suiza. Ese registro corresponde al período 2012-2013, y ahora, después del estallido del escándalo, quedarían solamente 12.
Luego de la audiencia, Hodge le manifestó a Echegaray que le interesaría abordar el caso argentino en una próxima convocatoria en el Parlamento inglés y se interesó por la tarea legislativa desarrollada en el Congreso argentino. El 17 de diciembre pasado el Senado convirtió en ley la “Comisión bicameral investigadora de instrumentos bancarios y financieros destinados a facilitar la evasión de tributos y la consecuente salida de divisas del país”, con 37 votos a favor y 27 en contra. A partir de su constitución, la Comisión tiene 90 días para emitir un informe sobre la denuncia de la AFIP contra el banco HSBC para que se determine si hubo fuga de capitales y maniobras de evasión en las cuentas abiertas en sedes que esa entidad británica posee en Suiza. Es probable que los miembros de la comisión se motiven con lo que sucedió en Londres y soliciten una prórroga porque en estos tres meses no tuvieron mucha actividad, no citaron ni a las autoridades del HSBC ni a Hervé Falciani.

azaiat@pagina12.com.ar

Publicado en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-268192-2015-03-15.html

INFORMACIÓN ADICIONAL:

El delito global más impune por Raúl Dellatorre

No hay comentarios:

Publicar un comentario