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domingo, 8 de febrero de 2015

El kirchnerismo debería convocar a la marcha, por Hernán Brienza (para "Tiempo Argentino" del 08-02-15)


Los organizadores no deberían oponerse o demostrarían que no es una marcha republicana sino un intento destituyente.


El kirchnerismo debería convocar a la marcha que se está organizando para el 18 de febrero próximo.
Sencillamente y sin dudas.
Y lo debe hacer para que no se desvirtúe la noble intención de los fiscales que convocan a manifestarse para esclarecer la muerte de Alberto Nisman. El gobierno debe garantizar con su presencia la naturaleza "antipartidaria y antipolítica" de la manifestación frente a Tribunales. No sólo debe actuar como escribana de la paz y de la justicia sino que también deben estar presentes las organizaciones que integran el espacio kirchnerista Unidos y Organizados, la CGT y la CTA. La presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner debe ponerse a la cabeza del reclamo de justicia y esclarecimiento de lo ocurrido en el millonario departamento de Puerto Madero el 18 de enero pasado. Y lo debería hacer defendiendo el discurso institucionalista, preservando a la República que ella representa como máxima autoridad del Estado elegida por las mayorías.

"Los organizadores no deberían oponerse a la participación del kirchnerismo en la marcha. De lo contrario, estarían dejando al desnudo que no se trata de una marcha republicana sino de un intento destituyente".

¿Por qué razón la principal víctima –después de Nisman, claro– de la Operación Política más importante de los últimos años no puede convocar y participar de una manifestación en reclamo del esclarecimiento de la muerte de un fiscal de comportamiento, al menos, sospechoso en muchas de sus causas? ¿Por qué razón un grupo político determinado no puede exigir que un Poder Judicial sea independiente?
Como en el cuento del traidor y del héroe, de Jorge Luis Borges, la muerte convirtió a Nisman –como al pérfido militante revolucionario irlandés Fergus Kilpatrick– en algo que no era.
(Digresión: En general, la muerte convierte a las personas en algo no eran. Paradojalmente, no sólo porque le quite entidad, existencia, a una persona, sino también porque transforma lo que fue esa persona en algo que no era, tamizado por la supuesta misericordia en que nos envuelve ese dejar de existir. Se produce un extraño proceso en el que, mientras la carne se corrompe por los esbirros de la muerte, las miserias personales de quien murió también se corrompen dejando un recuerdo impoluto de alguien que no era más que un hombre con todas sus contradicciones, sus dudas y sus debilidades.)
Vuelvo a Nisman. ¿Por qué razón el hombre que fue cómplice de la desaparición de dos militantes del MTP a manos del Ejército con su actuación judicial en la causa del asalto al cuartel de La Tablada ahora es un pro hombre de la democracia? ¿Por qué causa el fiscal que convalidó la vergonzosa instrucción del juez Juan José Galeano y que durante diez años no aportó ningún dato de relevancia, descartando la pista siria y empecinándose en seguir los dictados geopolíticos de la Embajada de Estados Unidos sobre la pista iraní, ahora es un prócer para la dirigencia de un sector de la comunidad judía en la Argentina?
(Digresión 2: Bueno, quizás estudiando atentamente lo que esa misma dirigencia de un sector de la comunidad judía en la Argentina hizo durante 20 años se pueda responder esa pregunta.)
¿Qué fundamentos hay para creer que el autor de la denuncia más irrisoria de todos los tiempos contra un primer mandatario como la que supuestamente escribió Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timerman es un hombre valiente y no un mero operador político y desestabilizador a sueldo de poderes que están por encima de la presidenta de la Nación? ¿Cómo alguien puede creer que un fiscal que pasa todos los meses a que le tomen lección o le pasen lista o le bajen línea sea un prócer nacional?
El kirchnerismo tiene derecho a saber qué pasó con Nisman. Porque, por sobre todas las cosas, es víctima de su muerte. Por lo tanto, debe estar presente con sus banderas y sus organizaciones el 18 en las plazas donde se haga efectiva, finalmente, la convocatoria.
El segundo punto es el de Justicia Independiente. Desde hace dos años a esta parte, el Poder Judicial ha emprendido un ataque sistemático, en muchos casos injustificado, contra las máximas autoridades del país. Paparruchadas como el procesamiento contra el vicepresidente de la Nación por una irregularidad en la compraventa de un auto hace más de 20 años, la inexplicable causa de Hotesur en manos del juez Claudio Bonadio, la cobertura judicial que beneficia desde hace años al Grupo Clarín y su satélite La Nación, entre tantos otros botones, demuestran que los argentinos merecemos un Poder Judicial independiente del Poder Ejecutivo, pero por sobre todo de los poderes económicos reales, de las empresas, de los aprietes de los medios de comunicación.
Teniendo en cuenta estos puntos clave ¿por qué razón el kirchnerismo no tiene derecho a marchar el próximo 18 de febrero?
El gobierno nacional debería hacerse cargo de esas demandas de la ciudadanía y convocar con amplitud y generosidad a la marcha. Y esto no puede molestar a los fiscales que se pusieron a la cabeza de la marcha ni tampoco a los políticos que ya se apuraron por dar el presente. Digo que no puede molestar a nadie la presencia del kirchnerismo en la marcha porque a todos los argentinos nos une la honda preocupación por lo que ocurrió con la vida de un fiscal de la nación y todos necesitamos un Poder Judicial que imparta justicia para las mayorías y no sólo a los privilegiados, ya sean de la política o del poder económico. Los argentinos no queremos más un Poder Judicial corporativo y a favor de los sectores dominantes.
Y los organizadores no deberían oponerse a la participación del kirchnerismo en la marcha. De lo contrario, estarían dejando al desnudo que no se trata de una marcha republicana sino de un intento destituyente por parte de un sector privilegiado y no democrático –recordemos que ni los jueces pagan Ganancias ni son elegidos por las mayorías como sí lo son los políticos–, por organizaciones no gubernamentales "con objetivos inconfesables" o una oposición que, lejos de presentar un programa político alternativo al del gobierno nacional, sólo puede echar mano a la utilización de una muerte infausta para tener alguna posibilidad en el campo electoral.

Publicado en:
http://www.infonews.com/2015/02/08/politica-184905-el-kirchnerismo-deberia-convocar-a-la-marcha.php

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