Entrevista de Tiempo Argentino
al gobernador Daniel Scioli. Aceptó que su presencia en el Espacio
Clarín generó "reacciones" dentro del kirchnerismo. Insistió en "empujar
todos" juntos y avisó: "No quiero ser candidato, quiero ganar".
Desde el cuarto piso del Hotel Provincial, el ventanal
enmarca la postal de una playa Bristol repleta de afortunados turistas
disfrutando de un día a pleno sol. "De esto hay que hablar, de un verano
de estas características en el octavo año de gobierno de Cristina y del
mío también. Salgamos a caminar y van a ver el espíritu que hay",
propone Daniel Scioli. Pero el gobernador de la provincia de Buenos
Aires sabe que el temario político de las últimas semanas es menos
generoso y más áspero, y que lo tiene en el centro de las disputas que
agitan a los demás precandidatos del Frente para la Victoria.
A su manera, sin entrar en confrontación directa y buscando en su trayectoria las pruebas del compromiso que le reclaman, el mandatario defiende ante Tiempo Argentino lo hecho en suelo bonaerense para reflejar las políticas de la Casa Rosada; enumera los aspectos de esa gestión que deberían continuarse; y esboza la estrategia política detrás del tono moderado que muchas veces le critican desde el kirchnerismo. "No puedo perder de vista el fondo de la cuestión. Yo no quiero ser candidato, quiero ganar. Y para eso necesitamos empujar todos", sostiene Scioli, para quien "el país no necesita un líder revolucionario ni una refundación".
También retruca a quienes lo equiparan a Sergio Massa y Mauricio Macri –"es obvio que no somos lo mismo", asegura– y se refiere en profundidad al hecho que le valió el duro cuestionamiento de un amplio sector de FPV: su reciente participación en una actividad convocada por el multimedios Clarín. "Nunca hago las cosas con mala intención. Entiendo que son temas muy sensibles y pueden generar estas reacciones, pero siempre me pongo en el lugar del otro y también sé hacer autocrítica", expresa.
–¿Qué aspectos de este modelo considera imprescindibles?
–Muchos. La distribución del ingreso, el rol social activo del Estado, el desendeudamiento, la reindustrialización, la política de Derechos Humanos, la inversión en educación, en salud, las obras de infraestructura. Se dio una gran transformación en aspectos sociales, económicos, productivos.
–Días atrás dijo que en épocas electorales habla con la presidenta. ¿Ya lo hizo?
–Todavía no estamos en época electoral, eso va a ser más adelante.
–Pero la ciudadanía ya está viviendo la campaña.
–Busco priorizar lo que es hoy una agenda de trabajo, que se vio manifestada en diciembre. Inaugurar la Autopista Buenos Aires-La Plata, la más inteligente del país, no es un tema simple. Hubo que hacer un tercer carril, el gobierno nacional me la transfirió, había un concesionario con incumplimientos y hubo que darle de baja. Para eso que muchas veces se habla sobre las corporaciones, bueno, ahí está mi respuesta a las corporaciones, y no hay ningún tipo de condicionamiento. El condicionamiento es buscando el bien común. La Ruta 6, por 25 años la prometían y nosotros la cumplimos. Son 185 kilómetros. Inauguramos el puerto de La Plata, la obra portuaria más importante del país de los últimos 50 años, con 420 millones de dólares de inversión. Cuando esta provincia abre el Parque Industrial número 100, ahí están reflejadas las políticas, en los hechos. No es "chamuyo", son hechos. Cuando yo entrego 100 mil microcréditos, son 100 mil sueños hechos realidad, no "bla, bla, bla".
–Volviendo a la campaña, ¿cómo sobrelleva las críticas que viene recibiendo?
–Estamos entrando en el clima preelectoral, es un año intenso, de debate. Pero mi confianza es en mi coherencia. (Agustín) Rossi dijo algo muy bueno: "Con los aplausos y los huevazos siempre me mantuve en el mismo lugar." Me sentí muy identificado. Me parece bárbaro cómo lo simplificó. Si hay alguien que tiene autoridad, coherencia, perseverancia, en sostener ideas políticas soy yo. Y las apliqué. ¿Quién les puso impuestos a los sectores más concentrados en la provincia? ¿Quién le puso impuesto al cable? ¿Quién fue el que gravó a las telefónicas? ¿Quién fue el que les puso impuestos a los pooles de siembra? Porque si no es todo palabra va, palabra viene. Vamos a las realizaciones, a todo lo que tiene que ver con una transformación que ha ido en paralelo a las políticas nacionales. Hablen con (Guido) "Kibo" Carlotto (NdR: secretario de Derechos Humanos bonaerense). ¿Tiene autoridad Kibo Carlotto? Que les cuente él lo que es mi política de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires.
–En el FPV todos coinciden en que Cristina es la conductora del espacio. Para usted, ¿qué significa esto?
–Sí, yo lo dije unas 20 veces: Cristina es la conductora. Significa que la que define la estrategia electoral es ella. Cuando la presidenta reorganizó a su partido de gobierno, cuando promovió que los que tenemos aspiraciones compitamos en las PASO, fue toda una definición. Pero también sostuvo que vamos camino a debatir dos proyectos de país y que lo importante es que estas políticas se proyecten al futuro, generando plataformas electorales como los partidos más modernos, y eso me parece muy bueno.
–¿Qué opina de la concentración de medios?
–¿Quién es mi vicegobernador? (Gabriel) Mariotto. ¿Y quién fue el que promovió la Ley de Medios? Mariotto. Cuando se presentó la Ley de Medios en el Teatro Argentino, ¿quién estaba?, ¿estaba yo o no estaba? Entonces, no tengo que andar hablando, lo hago. Ahí está, es la fuerza de los hechos.
–¿Se arrepiente de haber ido al Espacio Clarín?
–Sé que este es un año político y que cualquier tipo de cosas, esta u otra, puede ser motivo de debate, de cuestionamientos. Pero soy una persona con una agenda muy activa. Es un año muy sensible, pero nunca hago las cosas con mala intención, entiendo que a veces puede generar determinada situación particular, pero no pierdo de vista el fondo de las cosas. Por algo el año pasado fue de una gran remontada política, de recuperación de la mística, de actos simultáneos, de la juventud, de los partidos provinciales. Volvió la épica ganadora y sobre eso nos tenemos que afianzar. Cuando voy a determinados lugares no voy en función de los auspiciantes que tienen sino, como en ese caso, por los artistas que estaban. Pero, repito: entiendo que son temas muy sensibles y que pueden generar este tipo de reacciones. Yo siempre me pongo en el lugar del otro y sé hacer autocrítica también, no me siento omnipotente.
–A usted lo suelen criticar con nombre y apellido, pero su respuesta es moderada. ¿Hay una estrategia política detrás?
–Me lo enseñó (Raúl) Alfonsín: debatir ideas, proyectos, no personas. Necesitamos la unidad de todos los sectores para llevar al triunfo, por el bien del país, a nuestro espacio. Y tengo toda la determinación de luchar por eso, porque siento que estando unidos es la manera de generar la recuperación de esos sectores independientes que fueron determinantes en las elecciones de 2007 y también en 2011, cuando nos llevaron a obtener más del 50% de los votos. Ahí surge esa actitud mía de construir puentes, no de romperlos, de ser comprensivo. La participación, los votos y la militancia de lo demás candidatos del FPV van a ser muy importantes.
–¿Y cuál entiende que es la apuesta de la oposición?
–Tenemos que tener en claro lo que está ocurriendo del otro lado: están buscando hacer cualquier tipo de ingeniería electoral para "ganarle a". Por eso mi tono amigable más allá de que a veces, bueno, se digan y se hagan cosas. No puedo perder de vista el fondo de la cuestión. Yo no quiero ser candidato, yo quiero ganar, que son dos cosas distintas. Y para ganar necesitamos empujar todo esto para adelante, necesitamos recrear esas mejores épocas del espíritu fundacional del frente, lo que hizo Néstor, las transformaciones de Cristina, donde confluían sectores de distintos ámbitos.
–En el Frente Amplio UNEN dicen que Scioli, Massa y Macri son lo mismo. ¿Cuál es su respuesta?
–Que es obvio que no somos lo mismo. Cuando se ve la política en la Ciudad de Buenos Aires hay un contraste con lo hecho en la provincia: desendeudamiento contra endeudamiento; yo sostuve a YPF, ellos estuvieron en contra; yo defendí la estatización de las AFPJ, ellos se opusieron, y hay una presión impositiva impresionante en la Ciudad. Sergio tomó otro camino. Fue buscando un voto opositor, de cambio, en el cual está compartiendo ese espacio y ese electorado claramente con Macri, mientras que yo sostengo que el camino es otro. Néstor nos sacó del infierno, Cristina nos puso en la senda del crecimiento y la ampliación de derechos. Ahora viene el gran capítulo del desarrollo, para lo cual es fundamental la unidad.
A su manera, sin entrar en confrontación directa y buscando en su trayectoria las pruebas del compromiso que le reclaman, el mandatario defiende ante Tiempo Argentino lo hecho en suelo bonaerense para reflejar las políticas de la Casa Rosada; enumera los aspectos de esa gestión que deberían continuarse; y esboza la estrategia política detrás del tono moderado que muchas veces le critican desde el kirchnerismo. "No puedo perder de vista el fondo de la cuestión. Yo no quiero ser candidato, quiero ganar. Y para eso necesitamos empujar todos", sostiene Scioli, para quien "el país no necesita un líder revolucionario ni una refundación".
"Estamos entrando en el clima preelectoral, es un año intenso, de debate. Pero mi confianza es mi coherencia. (Agustín) Rossi dijo algo muy bueno: "Con los aplausos y los huevazos siempre me mantuve en el mismo lugar".
También retruca a quienes lo equiparan a Sergio Massa y Mauricio Macri –"es obvio que no somos lo mismo", asegura– y se refiere en profundidad al hecho que le valió el duro cuestionamiento de un amplio sector de FPV: su reciente participación en una actividad convocada por el multimedios Clarín. "Nunca hago las cosas con mala intención. Entiendo que son temas muy sensibles y pueden generar estas reacciones, pero siempre me pongo en el lugar del otro y también sé hacer autocrítica", expresa.
–¿Qué aspectos de este modelo considera imprescindibles?
–Muchos. La distribución del ingreso, el rol social activo del Estado, el desendeudamiento, la reindustrialización, la política de Derechos Humanos, la inversión en educación, en salud, las obras de infraestructura. Se dio una gran transformación en aspectos sociales, económicos, productivos.
–Días atrás dijo que en épocas electorales habla con la presidenta. ¿Ya lo hizo?
–Todavía no estamos en época electoral, eso va a ser más adelante.
–Pero la ciudadanía ya está viviendo la campaña.
–Busco priorizar lo que es hoy una agenda de trabajo, que se vio manifestada en diciembre. Inaugurar la Autopista Buenos Aires-La Plata, la más inteligente del país, no es un tema simple. Hubo que hacer un tercer carril, el gobierno nacional me la transfirió, había un concesionario con incumplimientos y hubo que darle de baja. Para eso que muchas veces se habla sobre las corporaciones, bueno, ahí está mi respuesta a las corporaciones, y no hay ningún tipo de condicionamiento. El condicionamiento es buscando el bien común. La Ruta 6, por 25 años la prometían y nosotros la cumplimos. Son 185 kilómetros. Inauguramos el puerto de La Plata, la obra portuaria más importante del país de los últimos 50 años, con 420 millones de dólares de inversión. Cuando esta provincia abre el Parque Industrial número 100, ahí están reflejadas las políticas, en los hechos. No es "chamuyo", son hechos. Cuando yo entrego 100 mil microcréditos, son 100 mil sueños hechos realidad, no "bla, bla, bla".
–Volviendo a la campaña, ¿cómo sobrelleva las críticas que viene recibiendo?
–Estamos entrando en el clima preelectoral, es un año intenso, de debate. Pero mi confianza es en mi coherencia. (Agustín) Rossi dijo algo muy bueno: "Con los aplausos y los huevazos siempre me mantuve en el mismo lugar." Me sentí muy identificado. Me parece bárbaro cómo lo simplificó. Si hay alguien que tiene autoridad, coherencia, perseverancia, en sostener ideas políticas soy yo. Y las apliqué. ¿Quién les puso impuestos a los sectores más concentrados en la provincia? ¿Quién le puso impuesto al cable? ¿Quién fue el que gravó a las telefónicas? ¿Quién fue el que les puso impuestos a los pooles de siembra? Porque si no es todo palabra va, palabra viene. Vamos a las realizaciones, a todo lo que tiene que ver con una transformación que ha ido en paralelo a las políticas nacionales. Hablen con (Guido) "Kibo" Carlotto (NdR: secretario de Derechos Humanos bonaerense). ¿Tiene autoridad Kibo Carlotto? Que les cuente él lo que es mi política de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires.
–En el FPV todos coinciden en que Cristina es la conductora del espacio. Para usted, ¿qué significa esto?
–Sí, yo lo dije unas 20 veces: Cristina es la conductora. Significa que la que define la estrategia electoral es ella. Cuando la presidenta reorganizó a su partido de gobierno, cuando promovió que los que tenemos aspiraciones compitamos en las PASO, fue toda una definición. Pero también sostuvo que vamos camino a debatir dos proyectos de país y que lo importante es que estas políticas se proyecten al futuro, generando plataformas electorales como los partidos más modernos, y eso me parece muy bueno.
–¿Qué opina de la concentración de medios?
–¿Quién es mi vicegobernador? (Gabriel) Mariotto. ¿Y quién fue el que promovió la Ley de Medios? Mariotto. Cuando se presentó la Ley de Medios en el Teatro Argentino, ¿quién estaba?, ¿estaba yo o no estaba? Entonces, no tengo que andar hablando, lo hago. Ahí está, es la fuerza de los hechos.
–¿Se arrepiente de haber ido al Espacio Clarín?
–Sé que este es un año político y que cualquier tipo de cosas, esta u otra, puede ser motivo de debate, de cuestionamientos. Pero soy una persona con una agenda muy activa. Es un año muy sensible, pero nunca hago las cosas con mala intención, entiendo que a veces puede generar determinada situación particular, pero no pierdo de vista el fondo de las cosas. Por algo el año pasado fue de una gran remontada política, de recuperación de la mística, de actos simultáneos, de la juventud, de los partidos provinciales. Volvió la épica ganadora y sobre eso nos tenemos que afianzar. Cuando voy a determinados lugares no voy en función de los auspiciantes que tienen sino, como en ese caso, por los artistas que estaban. Pero, repito: entiendo que son temas muy sensibles y que pueden generar este tipo de reacciones. Yo siempre me pongo en el lugar del otro y sé hacer autocrítica también, no me siento omnipotente.
–A usted lo suelen criticar con nombre y apellido, pero su respuesta es moderada. ¿Hay una estrategia política detrás?
–Me lo enseñó (Raúl) Alfonsín: debatir ideas, proyectos, no personas. Necesitamos la unidad de todos los sectores para llevar al triunfo, por el bien del país, a nuestro espacio. Y tengo toda la determinación de luchar por eso, porque siento que estando unidos es la manera de generar la recuperación de esos sectores independientes que fueron determinantes en las elecciones de 2007 y también en 2011, cuando nos llevaron a obtener más del 50% de los votos. Ahí surge esa actitud mía de construir puentes, no de romperlos, de ser comprensivo. La participación, los votos y la militancia de lo demás candidatos del FPV van a ser muy importantes.
–¿Y cuál entiende que es la apuesta de la oposición?
–Tenemos que tener en claro lo que está ocurriendo del otro lado: están buscando hacer cualquier tipo de ingeniería electoral para "ganarle a". Por eso mi tono amigable más allá de que a veces, bueno, se digan y se hagan cosas. No puedo perder de vista el fondo de la cuestión. Yo no quiero ser candidato, yo quiero ganar, que son dos cosas distintas. Y para ganar necesitamos empujar todo esto para adelante, necesitamos recrear esas mejores épocas del espíritu fundacional del frente, lo que hizo Néstor, las transformaciones de Cristina, donde confluían sectores de distintos ámbitos.
–En el Frente Amplio UNEN dicen que Scioli, Massa y Macri son lo mismo. ¿Cuál es su respuesta?
–Que es obvio que no somos lo mismo. Cuando se ve la política en la Ciudad de Buenos Aires hay un contraste con lo hecho en la provincia: desendeudamiento contra endeudamiento; yo sostuve a YPF, ellos estuvieron en contra; yo defendí la estatización de las AFPJ, ellos se opusieron, y hay una presión impositiva impresionante en la Ciudad. Sergio tomó otro camino. Fue buscando un voto opositor, de cambio, en el cual está compartiendo ese espacio y ese electorado claramente con Macri, mientras que yo sostengo que el camino es otro. Néstor nos sacó del infierno, Cristina nos puso en la senda del crecimiento y la ampliación de derechos. Ahora viene el gran capítulo del desarrollo, para lo cual es fundamental la unidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario