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sábado, 13 de diciembre de 2014

PERIODISTAS EN PELIGRO: EL CASO DE LA HONDUREÑA ITSMANIA PLATERO, por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”)




Arriba: Periodistas argentinos reclamando “libertad de expresión” en horario central del canal con más rating; Itsmania Pineda Platero; Itsmania llevando el ataúd de un colega asesinado; manifestantes argentinos criticando a la prensa concentrada.


Aquellos latinoamericanos que vivimos en países cuyos gobiernos han desafiado a la autoridad imperial en el siglo XXI, estamos acostumbrados a la histeria con la que connotados periodistas denuncian que la libertad de prensa está amenazada en nuestros países. Más allá de que resulta extraño que alguien denuncie que no se lo deja expresarse en horario central del canal de TV con más rating del país o en la radio de mayor audiencia, o desde las páginas de los diarios de mayor tirada, basta con ver las notas que continuamente publican esos mismos periodistas para advertir que existe la más completa libertad de expresión. No se trata sólo de que critiquen aspectos que no les agradan de las políticas gubernamentales, sino del lenguaje agresivo, de mal gusto, y a veces hasta soez que utilizan para expresarse. 



Arriba: Diversas tapas y notas de medios argentinos que consideran que no tienen libertad de prensa… realmente no se advierte eso…

Como contrapartida, reaccionan airadamente ante cualquier crítica que se haga a su forma de ejercer el periodismo. Muchos periodistas “profesionales” parecen pensar que ellos pueden criticar pero no ser criticados, toman cualquier discrepancia con ellos como una amenaza a la “libertad de prensa”. Acusan a quienes los critican de estar “a sueldo” del poder (político), lo cual es muy extraño porque los periodistas profesionales hacen una tarea y cobran un salario (nada despreciable) por ese trabajo, mientras que muchos de sus críticos son gente que trabaja de otra cosa ni remotamente vinculada al periodismo y que escribe simplemente por un compromiso cívico, porque siente que como ciudadano de un país democrático no debe permanecer callado si tiene algo que decir, si puede aportar algo a la construcción de una sociedad mejor.

Esta histeria ante amenazas fantasmales a la “libertad de prensa” (que suelen confundir con la “libertad de empresa” de los multimedios en los que trabajan), esta virulenta oposición a todos aquellos que ejercen su libertad de expresión sin tener el título de periodistas, se ve acompañado por un silencio ominoso ante la situación de colegas de ellos, de periodistas profesionales, que realmente están en riesgo físico en otros países. Países del mismo continente, que hablan la misma lengua y tienen una cultura similar, donde el asesinato e intimidación física a los periodistas es moneda corriente. Uno se ve tentado a concluir que la diferencia es esencialmente ideológica: las amenazas fantasmales a la prensa, los reclamos histéricos, se dan en países cuyos gobiernos desafían al poder imperial. En cambio las amenazas reales, las intimidaciones físicas, los secuestros y los asesinatos-que son silenciados-, se dan en países cuyas autoridades marchan al son de la música del Imperio  de las frías tierras del Águila del Norte.

Son muchos los países latinoamericanos donde la profesión periodística es de alto riesgo. México se ha hecho tristemente célebre en estas semanas por la matanza de estudiantes en Ayotzinapa, pero basta una búsqueda simple con google para comprobar lo difícil que es el trabajo periodístico en ese país, para encontrar cuántos periodistas han sido asesinados en los últimos lustros (1).

Otro caso paradigmático es Honduras, país que también tiene una larga tradición de persecuciones a los periodistas (2), que se han agravado tras el golpe de estado sufrido por el Presidente Zelaya y la posterior instalación de una dictadura cívico-militar que no fue reconocida por la mayoría de los países del continente.  Honduras es según la cifras que se conocen el país más inseguro del mundo, con una tasa que ha venido aumentado desde una nada despreciable cifra de 44 muertos cada cien mil habitantes a fines de 2006, a  91,4 muertos cada cien mil habitantes a fines de 2011 (3). Para poder darnos cuenta de la magnitud del drama hondureño, podemos señalar que en 2012 Estados Unidos registró 4,7 asesinatos cada 100.000 habitantes, Argentina 5,5; Brasil 25,5; Chile 3,10; Colombia 30.8; México 21,5; y Uruguay 7.9 (4)

En el caso específico de Honduras desde 2009 han sido asesinados 32 periodistas (15 de los cuales en 2014) (5). Entre los reporteros hondureños en riesgo, nos interesa hoy señalar el caso de  Itsmania Pineda Platero, especializada en cuestiones vinculadas a los derechos humanos y los derechos de la mujer. Dirige el blog “Xibalba Arte y Cultura”, donde incorpora su curriculum: es periodista “freelance”; Directivo del Colegio Latinoaméricano de Periodistas  (COLAPER, con sede en Colombia) y su representante en Honduras, y “human rights defender” (6). Integra además la organización “Peace Women”, cuyo lema es “Mujeres por la paz. Paz para las mujeres” (7).

Itsmania ha contado en notas y entrevistas su historia. Ha sufrido dos secuestros de unas pocas horas (2005 y 2012) en los cuales ha sido amenazada e intimidada, le han disparado (sin acertar, como forma de aterrorizar), hecho llamadas injuriosas y hackeado sus cuentas de mail y en las redes sociales. Luego de una nota en la que denunciaba a policías corruptos, fue puesta por las autoridades hondureñas en un programa de protección de testigos, quedando su custodia a cargo de… uno de los policías que ella había denunciado (8). Organizaciones como Periodistas sin Fronteras la tienen en sus listas de periodistas en riesgo. Y el riesgo es real ante las decenas de periodistas que han sido asesinados en Honduras en los últimos años.

Al respecto, le preguntamos a Itsmania, si las persecuciones al periodismo en Honduras son recientes o vienen de lejos.

Itsmania Pineda Platero - Son desde la denuncias del caso  “Cuatro Puntos Cardinales” (9) de 2001; desde entonces son las ejecuciones sumarias por “escuadrones”  lo que se ha vuelto sistemático. El terrorismo cibernético  y las recurrentes amenazas también son frecuentes. Y no se sabe a quién recurrir 


-¿Cómo afectó al periodismo y a la sociedad hondureña en general el golpe contra Zelaya?

IPP-En Honduras imperó después del golpe la ingobernabilidad;  aumentó la pobreza agudizada por el bloqueo económico de la OEA. El sector informal  de vendedores jugaron un papel muy importante en el sostenimiento de la economía. La censura fue una brecha muy grande, hoy abismal,  que ha llevado a nuestra nación al borde del canibalismo  y la barbarie, al extremo que ya no sabemos en quién confiar. Las organizaciones extremadamente corruptas  se hicieron más legales operando a la luz del día. Y afloraron delitos de crimen internacional y acciones colaterales. El resultado fue el asesinato de Alfredo Landaverde un icono de la verdad y consecuentes crímenes emblemáticos: todos en total impunidad.


-En este mundo globalizado y transnacionalizado: ¿Hay poderes no políticos que amenazan la libertad de prensa?


IPP -La globalización exige nuevos retos para el periodista porque con la globalización crecen paralelos los tres crímenes transnacionales. El gremio periodístico  debe asumir  nuevos retos y con nuevas perspectivas sin dejar de describir la verdad  de  manera que se entienda,  y no olvidar. Hay que globalizar valores como la verdad  la libertad, la justicia, y el amor.


-¿Querés hacer alguna reflexión adicional?


IPP -No es fácil contar mi historia en un contexto de soledad, exclusión, y  marginamiento. Sentir que vives aislado en tú propia tierra. Ser víctima de la policía es normal en un estado donde no se   respetan los derechos, pero ser excluidos por nuestra forma de actuar y pensar es un crimen;  una carta seria insuficiente para contar lo que siento pero es nuestro propio entorno que nos condenada a la pena de muerte . Debemos tener dignidad para no convertirnos en súbditos de la mentira. Que mi historia sirva a muchos/as porque en cualquier momento una pistola puede estar sobre tú cabeza y tú rostro vendado  con cinta para impedirte ver y pensar. Sentir el cerrojo  de un gatillo o vivir por años en soledad, ver tú familia partir por miedo, ver emigrar familias  es cruel y doloroso. Son daños que no son cuantificables: el resultado es una Honduras como un aula sin maestro (10).


La historia de Itsmania muestra lo que significa una amenaza real a la libertad de prensa, los riesgos que asume un periodista cuando, en lugar de trabajar para el poder real -que en nuestro mundo globalizado es muchas veces el poder económico-, se enfrenta a él.  Ante estas realidades, la histeria de periodistas que sienten que se acaba la civilización porque alguien los critica, asume dimensiones épicamente ridículas.


Por Adrián Corbella

12 de diciembre de 2014



NOTAS:


(2): Sobre la violencia contra periodistas en Honduras, puede consultarse:



REPORTEROS SIN FRONTERAS-HONDURAS


DETENGAN LA MATANZA DE PERIODISTAS EN HONDURAS


SIETE PÈRIODISTAS HAN SIDO ASESINADOS EN HONDURAS EN 2014


En Honduras, 47 periodistas muertos desde 2003; solo 4 casos esclarecidos




entre otras.

(3): Ver al respecto las cifras que figuran en http://www.datosmacro.com/analisis/los-peores/pais-mas-asesinatos )

(4): Ver al respecto estos datos y los de los demás países en http://www.datosmacro.com/demografia/homicidios





(10): Entrevista vía mail realizada por el editor de “Mirando hacia adentro”




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