"Nadie sabe bien de dónde sale el número, pero es una herramienta política", confesó uno de los asistentes de un legislador que presenta las cifras.
Sin rigor técnico, toman el indicador mensual de seis empresas, los suman y luego dividen la cifra por la cantidad de firmas. Además, esas consultoras sólo evalúan la Capital Federal, y luego el IPC es presentado como "nacional".
En el marco de las discusiones respecto a las mediciones de
precios entre organismos estatales y privados, uno de los indicadores
más difundidos y menos cuestionados a nivel mediático y político es el
Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elaboran diputados de la
oposición en base a un compendio de cifras privadas.
La confección del indicador tiene varios inconvenientes técnicos que ni el Congreso ni las consultoras han puesto de manifiesto al momento de comunicar los resultados. Lo cierto es que, según relataron en estricto off de record a Tiempo Argentino fuentes que trabajan en el indicador, este índice es un promedio de promedios. Desde 2011 a esta parte –y como una respuesta de las consultoras privadas a las multas aplicadas por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por falta de metodología para medir precios– estas empresas empezaron a reunirse con diputados de la oposición para ver cómo canalizar esos números para que sean publicados en conjunto y no de forma individual.
La legisladora Patricia Bullrich fue la aglutinadora de las
voluntades. Luego se sumaron Pablo Tonelli, de Unión-PRO; Carlos Brown,
del Partido FE; Cornelia Schmidt Lierman y hasta el propio ex titular
del Banco Ciudad y una de las espadas económicas de Mauricio Macri,
Federico Sturzenegger.
En una reunión en la que estuvieron las siete u ocho consultoras multadas y otros diputados, se tiraron sobre la mesa varias ideas antes de cerrar el indicador actual. La más fuerte pero desechada fue que las consultoras le pagasen un sueldo a Graciela Bevaqua, especialista desplazada del Indec. Y que ese estudio sea el Índice Congreso.
Ninguna de las empresas quiso poner dinero extra. Hasta algunas se levantaron de la mesa por la falta de seriedad en los planteos y no participaron del plan. De hecho, hoy hay firmas como el estudio de Miguel Bein que no están sentadas a esa mesa.
El malestar fue el mismo entonces y hoy: la medición del promedio de promedios distorsiona la realidad. ¿Cómo se mide hoy el IPC Congreso? Se toma el número que midió cada consultora y se divide por la cantidad de empresas. Por ejemplo: si en octubre una firma midió un 1,2% de suba; otra un 1,4%, y otra un 2%, se suman los tres porcentajes, se divide por tres y esa es la inflación del mes.
En términos técnicos, lo que hay es un promedio simple, no geométrico
Este método tiene varios problemas. En primer lugar, licúa los errores de medición de cada empresa en forma individual y presupone que cada firma mide con la misma base e igual muestreo. En segundo término, ninguna de las consultoras sondea todo el país. Las privadas miden Capital y, en pocos casos, el Gran Buenos Aires. Sin embargo, cuando los legisladores presentan los resultados en el Palacio Legislativo, aseguran que la medición es nacional y la equiparan con las cifras del Indec, que sí mide valores nacionales.
En el caso de algunas consultoras, como FIEL, la misma empresa reconoció que ni siquiera mide precios sino que hace un relevamiento de canasta de pobreza. Una cuestión similar ocurre con otras empresas. De hecho, el promedio de promedios sirve para ocultar estas deficiencias. Fue, por entonces, el propio titular de la consultora Finsoport, el ex ministro Jorge Todesca, quien reconoció que era mejor que todas fueran juntas a riesgo de que los indicadores siguieran siendo cuestionados en su publicación individual. "Nadie sabe bien de dónde sale el número, pero es una herramienta política", confesó uno de los asistentes de un legislador que presenta las cifras.
Publicado en:
http://www.infonews.com/2014/11/23/economia-173705-ipc-congreso-la-oposicion-mide-precios-con-sumas-y-promedios.php
La confección del indicador tiene varios inconvenientes técnicos que ni el Congreso ni las consultoras han puesto de manifiesto al momento de comunicar los resultados. Lo cierto es que, según relataron en estricto off de record a Tiempo Argentino fuentes que trabajan en el indicador, este índice es un promedio de promedios. Desde 2011 a esta parte –y como una respuesta de las consultoras privadas a las multas aplicadas por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por falta de metodología para medir precios– estas empresas empezaron a reunirse con diputados de la oposición para ver cómo canalizar esos números para que sean publicados en conjunto y no de forma individual.
Cuando los legisladores presentan los resultados en el Palacio Legislativo, aseguran que la medición es nacional y la equiparan con las cifras del Indec, que sí mide valores nacionales.
En una reunión en la que estuvieron las siete u ocho consultoras multadas y otros diputados, se tiraron sobre la mesa varias ideas antes de cerrar el indicador actual. La más fuerte pero desechada fue que las consultoras le pagasen un sueldo a Graciela Bevaqua, especialista desplazada del Indec. Y que ese estudio sea el Índice Congreso.
Ninguna de las empresas quiso poner dinero extra. Hasta algunas se levantaron de la mesa por la falta de seriedad en los planteos y no participaron del plan. De hecho, hoy hay firmas como el estudio de Miguel Bein que no están sentadas a esa mesa.
El malestar fue el mismo entonces y hoy: la medición del promedio de promedios distorsiona la realidad. ¿Cómo se mide hoy el IPC Congreso? Se toma el número que midió cada consultora y se divide por la cantidad de empresas. Por ejemplo: si en octubre una firma midió un 1,2% de suba; otra un 1,4%, y otra un 2%, se suman los tres porcentajes, se divide por tres y esa es la inflación del mes.
En términos técnicos, lo que hay es un promedio simple, no geométrico
Este método tiene varios problemas. En primer lugar, licúa los errores de medición de cada empresa en forma individual y presupone que cada firma mide con la misma base e igual muestreo. En segundo término, ninguna de las consultoras sondea todo el país. Las privadas miden Capital y, en pocos casos, el Gran Buenos Aires. Sin embargo, cuando los legisladores presentan los resultados en el Palacio Legislativo, aseguran que la medición es nacional y la equiparan con las cifras del Indec, que sí mide valores nacionales.
En el caso de algunas consultoras, como FIEL, la misma empresa reconoció que ni siquiera mide precios sino que hace un relevamiento de canasta de pobreza. Una cuestión similar ocurre con otras empresas. De hecho, el promedio de promedios sirve para ocultar estas deficiencias. Fue, por entonces, el propio titular de la consultora Finsoport, el ex ministro Jorge Todesca, quien reconoció que era mejor que todas fueran juntas a riesgo de que los indicadores siguieran siendo cuestionados en su publicación individual. "Nadie sabe bien de dónde sale el número, pero es una herramienta política", confesó uno de los asistentes de un legislador que presenta las cifras.
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http://www.infonews.com/2014/11/23/economia-173705-ipc-congreso-la-oposicion-mide-precios-con-sumas-y-promedios.php
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