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jueves, 7 de agosto de 2014

BUITRES Y GRIESAS EN UNA SELVA SIN LEY, por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")






"Primero los bancos en quiebra obligaron a los estados a llevar a cabo operaciones de rescate. Se hundió la economía mundial sobre el precipicio y tuvimos que lanzar paquetes de recuperación, lo que aumentó nuestras deudas. Y ahora están especulando en contra de estas deudas. Eso es traición." (1)

Angela Merkel, 18 de mayo de 2010
(en ocasión de prohibir en Alemania los seguros contra default)

EL 23 de diciembre de 2001 Adolfo Rodríguez Saá, Presidente de Argentina por una semana, declaró el default de una abultada deuda externa que venía creciendo sin pausa desde el gobierno de la Dictadura Cívico-Militar de 1976-83. El crecimiento de la deuda fue particularmente acelerado en momentos en que las autoridades económicas pretendieron generar una paridad falsa entre el peso y el dólar. Tanto la “Tablita” de Martínez de Hoz como el famoso “1 a 1” de la etapa Menem-De La Rúa fueron justamente políticas de “dólar barato”. Sólo se puede mantener el dólar barato generando un continuo y voluminoso ingreso de dólares al país. Y como al estar el dólar barato todas las exportaciones se complican, este ingreso de divisas se logra por medio del endeudamiento externo y la venta de activos del Estado (privatizaciones de empresas del Estado, venta de las reservas de oro del Banco Central). Estas estrategias económicas de cuño neoliberal, auténticamente suicidas, entraron en colapso en el 2001 generando el famoso default declarado por el antes mencionado ex gobernador puntano.
Argentina permaneció en esta situación hasta el 2005, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner tomó dos medidas trascendentales: pagó en efectivo toda la deuda con el FMI (17.000 millones de dólares) en forma coordinada con el Brasil del Presidente Lula, y lanzó el primer canje de los bonos entrados en default, logrando que más de dos tercios de los bonistas aceptaron una quita del 70% de la deuda original. Un segundo canje se lanzó en 2010, en las mismas condiciones, logrando alcanzar un 93,4% de aceptación entre los tenedores originales de la deuda defaulteada.
Estos canjes se hicieron respetando las condiciones jurídicas originales de los bonos defaulteados: muchos se radicaron en New York (práctica comenzada en las múltiples deudas generadas por José Alfredo Martínez de Hoz), y se incluyeron dos principios legales, el pari passu y la cláusula RUFO, que garantizaba a los bonistas que habían aceptado los primeros canjes que si Argentina pagaba al resto mejores condiciones que a ellos, recibirían el mismo tratamiento. La vigencia de la clausula RUFO vence a los diez años del canje original, el 1 de enero de 2015. (2)
El 6,6% de los tenedores de bonos que no entraron al canje están integrados en su mayoría por empresas financieras conocidas técnicamente como “holdouts” y más popularmente como “Fondos Buitres”. Estos plumíferos compran deudas incobrables a precio vil y luego utilizan su poder de lobby en ámbitos políticos y judiciales para lograr fallos que les permitan cobrar esos bonos con tasas de ganancias usurarias.
Dice al respecto Mario Rapoport:

“Gracias a sus contactos políticos, esos fondos tienen la seguridad de ganar, como ya sucedió en casos anteriores. Obtienen así una jugosa diferencia con un procedimiento que en realidad es ilegal porque va contra disposiciones de la ley de Nueva York, donde se inició el pleito, que prohíbe comprar deuda para litigar.” (3)


En el caso tan sonado de los buitres que ha ocupado los medios en los últimos meses,  se trata de bonos defaulteados comprados en 2008 a menos de 50 millones de dólares por los cuales el fallo de la “justicia” norteamericana les reconoce a estas aves carroñeras un derecho a cobrar EN EFECTIVO 1.500 millones de dólares, situación que es, a todas luces, un caso de usura.
Esta decisión del juez neoyorkino de condado, Thomas Griesa,  fue apelada sin éxito por Argentina en segunda instancia y en la Suprema Corte de Estados Unidos –que se negó a tratar el caso-.
Pasadas las apelaciones, el juez bloqueó todo pago de Argentina a sus acreedores hasta tanto se saldara la deuda con los buitres.
Argentina ha argumentado que el fallo excede las facultades del juez, afecta principios jurídicos internacionales como la soberanía de los Estados, desconoce legislación norteamericana sobre el tema y es por ende de cumplimiento imposible y una auténtica “mala praxis” judicial.
El fallo, que ha sido calificado por Eugenio Zaffaroni, juez de la Suprema Corte Argentina y un especialista jurídico con prestigio internacional, como un “escándalo jurídico” (4), genera de aplicarse consecuencias que lo tornan absurdo. Si Argentina pagara esos 1.500 millones a los buitres, el resto de los acreedores que no entraron al canje pedirían el mismo tratamiento, desencadenando un segundo pago en efectivo de unos 15.000 millones de dólares, y esto habilitaría al 93,4 % que sí entró al canje a pedir lo mismo, lo cual significaría un pago que los especialistas calculan entre 200.000 y 500.000.000.000 de dólares, también EN EFECTIVO. Ya el solo hecho de preveer pagos en efectivo de sumas de semejante magnitud transforman al fallo en una parodia, una auténtica payasada.
Pero el fallo tiene otras contradicciones: el juez impide cobrar los bonos reestructurados a los bonistas europeos que debían cobrar vía el BoNY (Bank of New York Mellon) una suma de 539 millones de dólares que Argentina ya depositó y se encuentra en este momento en una especie de limbo jurídico. Esto es absurdo porque estos bonistas no son parte del caso, no están acusados de nada, son por ende inocentes de todo, y son tomados por la justicia norteamericana como REHENES que se utilizan para presionar a la Argentina… en una práctica mafiosa que no sorprende demasiado de un país acostumbrado a emprender operaciones militares con múltiples “daños colaterales” (muertes de civiles inocentes que estaban en el lugar “equivocado”, cuyo deceso se toma como algo “natural”).
No existe a nivel internacional una legislación que reglamente los defaults de los Estados, pese a que ésta viene siendo pedida por especialistas como Joseph Stiglitz (5) desde hace años. Pero si existen legislaciones nacionales sobre quiebras de empresas y estados municipales (el caso de Detroit es muy conocido), y también contamos con reestructuraciones de deudas y prácticas internacionales que se remontan a las numerosas “bancarrotas” de la España Imperial desde tiempos de los Habsburgos. Todos esos antecedentes marcan que los acuerdos con los acreedores se logran por mayoría (simple o calificada) y en esas negociaciones se establece o una quita o más amplios plazos de pago. Otorgar el derecho a un 1% de los acreedores de echar por tierra un acuerdo alcanzado por el 93,4%, estableciendo además el pago total de la deuda al contado tiene un nivel de absurdo evidente, y bloquea toda negociación posterior al conceder a una de las partes el 100% de su reclamo. ¿Qué se negocia con quien ya ha obtenido todo lo que quiere?
El fallo no respeta la inmunidad soberana de los Estados, principio reconocido por las leyes no sólo internacionales sino también de los Estados Unidos. El juez pretende embargar propiedades del Estado argentino protegidos por la inmunidad soberana. Pero incluso el juez desconoce principios democráticos básicos como la libertad de expresión, ya que ha pedido públicamente que la Presidente y los funcionarios argentinos no hablen más sobre el tema, pretendiendo escribir el libreto de lo que dichos representantes de un Estado soberano pueden o no decir (6).
El absurdo final ha sido el nombramiento por el juez de un “mediador”, Daniel Pollack, que realizó declaraciones indicando que si Argentina no arreglaba con los buitres entraría en default lo que traería graves consecuencias para sus habitantes. Esta declaración lo corre del papel de mediador “neutral”, y lo ubica junto a una de las partes (los buitres) ya que justamente uno de los puntos de discusión es si la situación de bloqueo judicial a sus pagos que vive Argentina constituye o no un default.
La existencia de estas contradicciones en el fallo han sido reconocidas por el propio juez, que ha emitido desde el fallo original varias “excepciones” autorizando pagos de Argentina bajo leyes distintas a la norteamericana. El juez tampoco se ha atrevido a incautar los 539 millones que se pagaron en el Banco BoNY –porque estaría apoderándose de dinero que ya no es argentino, sino de los bonistas europeos-.
Las contradicciones también se dan en organismos financieros como la Asociación Internacional de Derivados y Swaps (ISDA) que el viernes 1 de agosto declaró a Argentina en default (para permitir que los fondos buitres cobraran un seguro que habían contratado) y el martes 5 se desdijo (ante las iniciativas argentinas para iniciar un juicio por estafa debido a estas maniobras de los buitres, el juez, el mediador y la ISDA). (7)


Argentina además ha anunciado su intención de llevar el caso a la Asamblea de la Naciones Unidas, el Tribunal Internacional de La Haya (8) y el G-20, mientras que los bonistas europeos han iniciado acciones en Bruselas contra los bancos norteamericanos responsables del no pago, generando lo que Daniel Scioli calificó como “laberinto jurídico”, mientras que Axel Kicillof sostuvo que en los Estados Unidos
"no hay reglas, no hay esa famosa seguridad jurídica" . (9)

Estos “errores” y “contradicciones” de la justicia norteamericana no son tales, y el fallo no puede explicarse solamente como responsabilidad de un juez ignorante y octogenario –que lo es-, sino que reflejan una visión  ideológica muy concreta, reflejan motivaciones políticas evidentes de estos actores judiciales y financieros que se encuentran en el centro de este conflicto.
La ideología neoliberal comienza su recorrido en el mundo en los años setenta cuestionando el rol económico del Estado, que era muy amplio en los esquemas del llamado “Estado de Bienestar”. Hoy los herederos del neoliberalismo, los sectores más ranciamente fanáticos de esta ideología, conocidos generalmente como “anarcoliberales” o “anarcocapitalistas”, cuestionan al Estado per se. Desde esta perspectiva el Estado debe desaparecer, dejando el control de las sociedades a la iniciativa privada y las leyes de mercado. Los Estados, aún los que están manejados por tímidos políticos liberales o socialdemócratas, a veces toman decisiones que regulan determinados aspectos de la actividad humana, y por eso deben ser suprimidos. Ellos entienden por “Libertad” la ausencia del Estado, el sagrado derecho del más fuerte a imponerse por el peso de la iniciativa privada y las leyes de mercado. (10)
Este ataque contra Argentina no es casual, y no es estrictamente contra Argentina. Lo que se está dirimiendo en el juzgado de Griesa (y en la ONU, y en La Haya si llevamos a esos foros el caso) es si los Estados del siglo XXI seguirán siendo soberanos. Argentina, el país que más exitosamente ha desafiado las políticas neoliberales en el mundo, ha sido el blanco elegido por estos poderes mundiales, por lo que encabeza una lucha en la que los ganadores o perdedores no serán solamente 40 milllones argentinos, sino varios miles de millones de seres humanos que viven en países endeudados y con problemas económicos. (11)

Cuando funcionarios argentinos como el Ministro de Economía Axel Kicillof se plantan en el juzgado de Griesa para hacer frente a los dislates jurídicos de la “Justicia” norteamericana cual hiciera el viejo rey Leónidas en las Termópilas, sostienen no sólo la enseña celeste y blanca del Río de la Plata, sino también las banderas de países como Grecia, España, Portugal, Irlanda, Italia y tantos otros cuyas deudas no paran de aumentar. Por eso, porque el riesgo y la lucha son globales, la Argentina ha recibido el apoyo y la solidaridad de lugares impensados, muy alejados de sus aliados habituales.
(12)
Lo dijo hace pocos días alguien que tiene una formación jurídica difícil de igualar, Eugenio Zaffaroni:

Veo esto con un poco de miedo. Para decir la verdad, con mucho miedo. Como diría Galeano, todo parece patas arriba. Si trajésemos a alguien que hubiese dormido unas décadas, no podría entender nada. Tengo miedo por el mundo, esa es la verdad. El poder político, el de los Estados, está sobrepasado por el poder económico de oligarquías, de pequeños grupos de personas que manipulan a su gusto los medios de comunicación y el poder económico” (13)

Sólo los brujos pueden anticipar el final de cuestiones tan complejas. Pero de algo no me quedan dudas: este conflicto, termine como termine, marcará un antes y un después en la historia de las relaciones entre Estados y grupos económicos. Y nunca nadie podrá decir que no la peleamos.



Por Adrián Corbella

7 de agosto de 2014




NOTAS:

(1):  Citado por Mariano Beristain en “Un saqueo organizado contra los Estados”       http://www.infonews.com/2014/08/03/economia-156142-un-saqueo-organizado-contra-los-estados-fondos-buitre.php

(2): Ver por ejemplo “Historia de una deuda o el default Griesa” por Rodolfo Mariani para “Miradas al Sur”del 05-08-14:
http://sur.infonews.com/notas/historia-de-una-deuda-o-el-default-griesa

(3):  Mario Rapoport “De cómo ser castigados por querer cumplir con la deuda” “http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-252276-2014-08-05.html


(5): Joseph Stiglitz: “A Global System is needed for debt restructuring“ en The New York Times del 01-08-14 http://www.nytimes.com/roomfordebate/2014/08/01/the-justice-of-argentinas-default/a-global-system-is-needed-for-debt-restructuring

(6):  Alfredo Zaiat: “No es un default” http://adriancorbella.blogspot.com.ar/2014/08/no-es-un-default-por-alfredo-zaiat-para.html y de Alfredo Thea “Un fallo que atenta contra la inmunidad soberana” http://adriancorbella.blogspot.com.ar/2014/08/un-fallo-que-atenta-contra-la-inmunidad.html




(9):  “En Estados Unidos no hay seguridad jurídica”, dichos de Axel Kiciloff del 06-08-14 en “Página 12”.

(10):  Para un primer acercamiento al anarcocapitalismo, ver http://es.wikipedia.org/wiki/Anarcocapitalismo

(11):  Ver por ejemplo de Alfredo Eric y Eric Calcagno “¿Un nuevo establishment financiero?” en Miradas al Sur del 03-08-14 http://sur.infonews.com/notas/%C2%BFun-nuevo-establishment-financiero, y de Juan Chaneton “La brújula de Kiciloff” en Nos Comunicamos de agosto de 2014

(12): Desde el Embajador de México, que declaró que Argentina no está en default, hasta el periodista Andrés Oppenheimer, de posiciones marcadamente derechistas. http://www.infonews.com/2014/08/03/politica-156193-odio-tener-que-estar-de-acuerdo-con-el-gobierno-argentino-fondos-buitre.php











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