Arriba: Integrantes del grupo opositor venezolano Marabunta "protestando" en forma "pacífica" -el día que se enojen...-
¿Todo tiempo pasado fue mejor?... ¡De
ninguna manera! Pero tampoco fue
necesariamente peor, y no todos los cambios implican una mejoría, muchos
significan todo lo contrario. La humanidad siempre ha tenido conflictos. Gandhi
hubo uno solo. Guerras internacionales, guerras civiles, golpes de estado y magnicidios (1) son fenómenos que acompañan la historia de
todos los países.
En algún
momento, a principios del siglo
XX, el ordenamiento estatal de la Europa liberal había logrado darle cierta
prolijidad a estos conflictos. Las guerras (al menos entre los europeos, no
cuando se atacaba al Tercer Mundo) se declaraban… un diplomático anunciaba
formalmente que a partir de determinada hora comenzaba la guerra (casi como si
fuera un partido de fútbol). Y cuando terminaba la guerra, se firmaba con toda
seriedad un tratado de paz que ponía fin al conflicto.
Lo mismo sucedía con los golpes de estado.
Cuando la elite de algún país deseaba sacar del poder a las autoridades
elegidas por el pueblo, lograban que las fuerzas armadas salieran a la calle
con tanques, bombos y platillos y obligaran al primer mandatario a dejar el poder. Luego un General
con un vistoso uniforme asumía la “Presidencia” rodeado de un verdadero
ejército de tecnócratas, empresarios, banqueros, abogados… y periodistas (2).
Luego, las cosas comenzaron a deteriorarse.
En la Segunda Guerra
Mundial los estados fascistas abandonaron la sana práctica de declarar la
guerra (que nunca ha sido retomada). Hitler y el Imperio Japonés simplemente
atacaron por sorpresa a sus enemigos, sin anunciarlo previamente como era práctica usual hasta ese momento. También
las cosas se complicaron al aparecer una dimensión ideológica en la lucha. Las
guerras dejaron de enfrentar solamente a países para ser conflictos con
objetivos y motivaciones ideológicas (presentes desde la Revolución Rusa por lo menos),
por lo cual muchas veces aparecían personas de la misma nacionalidad en los dos
bandos. Durante dos años (1943-45) Italia tuvo dos gobiernos: uno comandado por
Badoglio que luchaba para los aliados, y otro con Mussolini que estaba con
Hitler. Algo similar ocurrió en Francia con De Gaulle y Pétain. Seguramente
donde mejor se vio este fenómeno fue en el Frente Ruso, donde los alemanes
organizaron batallones de rusos antistalinistas comandados por el General Andrei
Vlasov (3), mientras que Stalin tenía consigo a fuerzas antinazis alemanas bajo
el mando del general Vicenz Müller (4) -luego comandante en jefe de la NVA, el ejército de la República Democrática
Alemana-. Todos los partidos más o menos fascistas de Europa aportaron
efectivos al esfuerzo militar de la
Alemania nazi. Las Waffen-SS (5) reunieron bajo sus banderas a europeos de
todas las nacionalidades (6), dándose la paradoja de que los últimos soldados
nazis condecorados personalmente por Hitler en 1945, en una Berlín asediada, no
eran alemanes, sino Waffen-SS franceses de la División Charlemagne
(7).
Eric J. Hobsbawm, el más famoso historiador
inglés del siglo XX, sostenía que en torno a 1945 se había dado un fenómeno muy
extraño, ya que las izquierdas europeas, tradicionalmente internacionalistas,
se habían vuelto nacionalistas al encabezar la formación de grupos de
resistencia al poder nazi. Y que, por el contrario, las derechas tradicionalmente
nacionalistas se habían “internacionalizado” al cerrar filas detrás de la
figura de Hitler, transformando a las Waffen-SS en un ejército europeo
fascista.
Con el fin de la guerra, y el comienzo de la Guerra Fría se dio
otro giro profundizador. Las guerras conservaron su carácter informal, e
incluso se tercerizaron al utilizar las dos grandes potencias que se enfrentaban a otros países como carne de
cañón, evitando un enfrentamiento directo. Los norteamericanos lucharon contra
aliados de la URSS
en Corea y Vietnam. Los soviéticos lucharon contra aliados de los Estados
Unidos en Afghanistan, mientras que en otra geografía, Palestina, armas
norteamericanas usadas por israelíes se
enfrentaban a armas rusas manejadas por árabes. En esta etapa, el carácter ideológico
de las guerras se hizo muy evidente, lo que tornó cada vez menos clara la
diferencia entre guerra y golpe. Los norteamericanos promocionaron desde la Escuela de las Américas la
llamada “Doctrina de la
Seguridad Nacional”, que transformaba a los ejércitos en
policías, a los opositores en delincuentes, y a los golpes de estado en guerras
internas. Los ejércitos latinoamericanos tenían según esa doctrina la función de defenderse contra "enemigos interiores" que simpatizaban, supuestamente, con las ideas de los soviéticos.
Con la caída del Muro de Berlin y el final
de la guerra fría, el consenso neoliberal alcanzado permitió archivar los
golpes de estado tradicionales, ya que se había logrado imponer las ideas de la
potencia dominante por vías electorales.
La guerra se reservó para lugares donde no se podía triunfar ni en las
urnas ni con golpes clásicos. Entonces se comenzaba con una demonización del
gobierno a derrocar, cosa que resultaba más simple cuando se trataba de un
dictador pintoresco como Saddam Hussein.
Luego se iniciaba una guerra más o menos tradicional pero encubierta en
una operación “libertadora” internacional. La necesidad de dicha “liberación”
se imponía en el “sentido común” colectivo con un movimiento de pinzas que
incluía a gobiernos aliados del poder imperial dominante, a los medios
concentrados de comunicación, y a la producción televisiva de Hollywood. Se
puede hacer un estudio muy interesante de la historia norteamericana
simplemente analizando la evolución del aspecto y el acento de los villanos de
las películas, que ha ido mutando de alemán a ruso, y de ruso a árabe o
latinoamericano (no faltando últimamente algún ruso o chino, ya que es el
enemigo que se viene).
En el siglo XXI, las viejas guerras parecen
haber desaparecido, y en muchos lugares se han llevado con ellas a los golpes
de estado. Podríamos celebrarlo como un logro de la humanidad, si no fuera
porque simplemente han sido reemplazadas por fenómenos equivalentes, que a
veces son incluso peores, ya que se hacen desde las sombras. Expresiones como “golpe suave” (8) y “guerra
de cuarta generación” (9) definen estos procesos políticos que han reemplazado
a los conflictos tradicionales.
Cambiar un gobierno hostil a las
intenciones imperiales es un proceso lento, pero harto conocido. Se empieza con
una campaña de demolición mediática que pone énfasis en cuestiones como
corrupción, inseguridad, inflación y libertad de prensa. Importa poco que los problemas
existan o no, que sean graves o débiles, porque en nuestra cultura los medios
no reflejan la realidad, sino que la construyen. Una vez instalados los temas,
se favorecen protestas pacíficas que son fogoneadas desde los mismos medios que
instalaron el tema, y desde algunas ONG
que tienen fuertes vínculos con autoridades del Imperio. Si esto no es
suficiente para que el gobierno hostil acepte la autoridad imperial o pierda el
poder en las urnas, se pasa a una segunda fase, más violenta. Se precisa en
esta etapa de represión y muertos. Si el gobierno díscolo no reprime con la
necesaria dureza, aparecen misteriosos francotiradores que ultiman gente de uno
y otro bando, dando comienzo a una escalada de violencia que se
autonomiza, y que si no alcanza sus
objetivos termina conduciendo a una guerra civil donde los “ejércitos de
liberación” pro-imperiales tienen la victoria asegurada, ya que si es
necesarios se producirán intervenciones “humanitarias” para que el resultado de
conflicto sea el correcto (10). Estas operaciones se ven favorecidas por la
existencia de múltiples organizaciones militares que no dependen oficialmente
de ningún gobierno: carteles de narcotraficantes, grupos guerrilleros (Al-Qaeda
luchó en favor de Estados Unidos en Afghanistan en los 80 y en Siria en
nuestros días) y compañías privadas que encuadran ejércitos de decenas de miles
de soldados (11) que se venden al mejor postor (entre la tercera parte y la
mitad de las tropas “norteamericanas” que ocupan Irak son “mercenarios” que dependen
de organizaciones privadas).
Por eso no es casual que existan tantos
paralelismos entre los hechos sucedidos en países sin ningún vínculo entre sí,
como pueden ser Libia, Ucrania, Siria y Venezuela. Todos son víctimas de
operaciones que sólo muy parcialmente tienen
causas internas, y que son responsabilidad de una misma mano. Una mano
muy poderosa que permanece en las sombras.
Tampoco debemos pensar que los Estados
Unidos son los únicos que utilizan estas tácticas. El derrocamiento del
presidente ucraniano Yanúkovich, amigo de Moscú, provocado por manifestantes
opositores con el concurso de organizaciones neonazis apoyadas por Estados
Unidos (12), fue respondido por Rusia con estrategias similares. Manifestantes
pro-rusos asumieron el control de la península ucraniana de Crimea (donde los
rusos son mayoría), la independizaron y la unieron a la Madre Rusia. Movimientos similares en las provincias de
Donetz y Odessa han obligado a los propios Estados Unidos a sentarse en una mesa de negociación, ante el riesgo de
desintegración total que sufre Ucrania. (13)
“La guerra es la continuación de la
política por otros medios”, dijo hace mucho un famoso teórico militar alemán
(14). Nunca fue más cierto que ahora.
Quizás sea importante concientizar que la desaparición de las guerras y
golpes tradicionales no significa que estén garantizadas la paz o la
democracia. Por eso cuando podemos gozar de ambas debemos defenderlas, sin caer
en tentaciones destituyentes que nos pueden llevar al abismo. Nadie debería dejar de mirar en qué estado han
quedado los países en los que este proceso ha llegado hasta el final, países
como Irak (15), Libia o Siria –donde la lucha continúa, en un país destruido-. Claro que mirar no es tan
fácil, porque los medios que demolieron con campañas de interminable extensión
las imágenes de los gobiernos derrocados, son los mismos que no dicen ni una
palabra acerca de la horrorosa situación en la que esos países quedaron luego
de haber sido “liberados”.
En este mundo tan complejo, siempre debemos
tener presentes que los medios no reflejan la realidad: son, por el contrario,
la primera línea de una fuerza que pretende imponer una agenda política. La
tarea ya no es simplemente leer… es decodificar títulos, descubrir si la imagen
corresponde realmente al tema de la nota, analizar los silencios y
omisiones. O nos transformamos en
especialistas en medios, o comenzamos a vivir en un país de fantasía donde la
ficción reemplaza a la realidad (16)
No hemos podido terminar ni con las guerras
ni con los golpes de estado. Lo que sucede es que ahora nos los presentan de
otra manera. Empiezan como protestas “ espontáneas” de vecinos, estudiantes o productores rurales
promocionadas desde los medios. Sabemos cómo empiezan, pero nadie sabe cómo
terminan (17).
Adrián Corbella
19 de abril de 2014
Adrián Corbella
19 de abril de 2014
NOTAS:
(1):
Estados Unidos no ha tenido golpes de Estado. En cambio sí ha tenido una
infrecuente cantidad de magnicidios, que representan la respuesta norteamericana
al mismo problema: cómo hace el poder real para deshacerse de un gobierno que
no lo satisface.
(2):
Por eso en Argentina hablamos hoy de golpes CÍVICO-militares. Siempre
tuvieron además una campaña mediática de demolición previa, que arranca ya en
1930 con la leyenda urbana del “Diario de Yrigoyen”.
(3):
Sobre Vlasov ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9i_Vl%C3%A1sov
(4):
Sobre Müller ver http://en.wikipedia.org/wiki/Vincenz_M%C3%BCller
(5):
Sobre las Waffen-SS ver http://es.wikipedia.org/wiki/Waffen-SS
(6):
Sobre no alemanes en la
Waffen-SS ver http://es.wikipedia.org/wiki/Waffen-SS#Voluntarios_y_reclutas_extranjeros
(7): Uno de esos dos soldados nazis
franceses, Henri Fenet, murió en París en 2002 http://es.wikipedia.org/wiki/Henri_Fenet
(8):
Sobre el concepto de Golpe Suave ver por ejemplo la interesante nota de
Thierry Meyssan en Aporrea http://www.aporrea.org/tiburon/a35946.html
y también http://www.nacionalypopular.com/index.php?option=com_content&task=view&id=8414
(9):
Sobre las llamadas “Guerras de Cuarta Generación” ver por ejemplo http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_cuarta_generaci%C3%B3n y http://www.mixelart.com/la-guerra-de-cuarta-generacion/
(10):
Al respecto es ilustrativo el caso de Libia, donde las fuerzas aéreas de la OTAN actuaron para impedir una victoria de las tropas de Khadafi, dejando a Libia hundida en el caos tras esta
“liberación”. Ver por ejemplo “Caos en
Libia por la ‘intervención humanitaria’”
nota de 2013 de Gabriel Moyssen http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/caos-en-libia-por-la.html
y “Se profundiza la crisis en la Libia de la OTAN” http://elintersocial.blogspot.com.ar/2014/04/se-profundiza-la-crisis-en-la-libia-de.html
(11):
Ver de Nicolás Rojas Scherer “Mercenarios se ofrecen” http://sur.infonews.com/notas/mercenarios-se-ofrecen
y de Leticia Armendáriz “El dilema de la privatización de la guerra” http://sur.infonews.com/notas/el-dilema-de-la-privatizacion-de-la-guerra
(12): Sobre los Nazis pro-norteamericanos de
Ucrania ver http://www.globalresearch.ca/there-are-no-neo-nazis-in-the-ukraine-and-the-obama-administration-does-not-support-fascists/5370269
(13): Ver al respecto http://actualidad.rt.com/actualidad/view/125568-lavrov-rueda-prensa-ucrania-ginebra
(14):
La frase es de Clausewitz
(15): Ver sobre Irak http://tiempo.infonews.com/2013/03/24/editorial-98794-a-diez-anos-de-la-invasion-a-irak--el-negado-holocausto-iraqui.php
(16): La práctica de llevar "testigos confidenciales" guionados o simplemente falsos (actores pagados) se extiende cada vez más. Ver al respecto
http://www.infonews.com/2014/04/15/sociedad-139754-gelblung-llevo-motochorros-truchos-y-terminaron-todos-presos.php
(16): La práctica de llevar "testigos confidenciales" guionados o simplemente falsos (actores pagados) se extiende cada vez más. Ver al respecto
http://www.infonews.com/2014/04/15/sociedad-139754-gelblung-llevo-motochorros-truchos-y-terminaron-todos-presos.php
(17): Al respecto es ilustrativo un video
de un grupo opositor venezolano especialmente violento, conocido como
Marabunta https://www.youtube.com/watch?v=2-uTjjk7Di8
, que explica muy didácticamente como comenzar una Guerra Civil.
Muy Buen artículo Adri !!! Lo recomendaré !!
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