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domingo, 6 de abril de 2014

Derechas y Linchamientos... o como los pobres son sujetos de punibilidad, por Diego Burd (para "Poemas Urbanos y otras cosas" del 06-04-14)

La presentación de un proyecto al poder ejecutivo, realizado por un conjunto de los mas importantes juristas de todos los extractos ideológicos y partidarios, de reforma del código penal, ha permitido a la derecha a través de los medios masivos de comunicación hegemonicos presentarse como protectora de los supuestos valores de fracciones de las clases medias de la sociedad argentina ante la posible presencia de esa otredad proveniente de los sectores populares, de esta manera, la derecha, que no encontraba un elemento seguro sobre cual corroer un gobierno, logro movilizar el imaginario enfierecido de las clases medias urbanas, de esa subjetividad política constituidas por los constructores del sentido común, a través de la masiva cataratas de repeticiones de cuanto hecho de inseguridad, construyendo una sociedad del miedo, para configurar en estos grupos la idea de la “justicia inmediata”, es decir, la constitución de especies de tribunales clase-medieros, que se convierten en jueces, fiscales, que sin mas código penal que el sentido común, donde se manifiesta ese secular miedo y resentimiento, que nos habita y transita como sujetos de una sociedad, produce los “linchamientos” de aquellos que son poseedores de un rostro estigmatizado.
Como afirma Forster:
A la derecha, a la que ejerce el poder económico y político, no a los restos retóricos de personajes anti-diluvianos, no le interesa la cuestión moral ni la defensa de las venerables tradiciones; lo que le importa, aquí y ahora, es captar adecuadamente los reflejos espontáneos de la gente, hacerse cargo de sus secretos más íntimos, apropiarse de sus prejuicios y de sus exigencias no siempre expresadas pero intactas en sus deseos.”1
Para la derecha la delincuencia solo posee rostro moreno, habitante de los suburbios excluyentes de las grandes metrópolis, un conjunto de personas preparadas para realizar una invasión silenciosa sobre ese espacio publico del cual durante décadas fueron excluidos, un espacio llenado por la ausencia de la explicación de como se llegó al momento de la exclusión, la interrogación sospechosa sobre quienes son los culpables de los mecanismos que durante el periodo que se inicia en con el golpe cívico-militar, profundizados durante la década neoliberal, ya que la búsqueda de esa respuesta es posar las miradas sobre los miembros ocultos del poder real, del cual un conjunto de voceros políticos son la garantía de un retorno neo-conservador si logran ganar elecciones.
Derecha que no le importa pensarse históricamente, que pretende mostrar como nuevo un mensaje que moviliza las fibras de una sociedad que se constituye sobre el “terror”, ese estado que paraliza a una sociedad para que no reaccione ante proyectos políticos que generen exclusión social, donde los pobres son nuevamente sujetos ocultos detrás de las paredes de un country que los separa de lo real, derecha que busca el retorno del estado punitivo contra los sectores populares, apela a esas fracciones de clases medias, que añoran viajar a Miami, el uno a uno, individuos que se cierran en el espacio privado de sus casas, preparados para consumir televisión, el consenso sin conflictos, una democracia que no se presente en su faz de litigio, sin importar que en los barrios pobres haya casos de gatillo fácil, con cárceles llenas de sujetos estigmatizados por las dudas, mientras no ocupen el espacio publico como rostro que devuelve las consecuencias de la aplicación de determinadas políticas económicas.
Pensar la inseguridad, implica un proceso multicausal, tomar la distancia necesaria para la constitución de políticas inclusivas que a su vez son preventivas, pensar en una temporalidad que incluya el pasado, el presente y una proyección hacia el futuro, pero sobretodo, pensar que la delincuencia no solo posee el rostro de los perdedores de la historia sino también, el rostro de quienes son los vencedores.

NOTAS:
1FORSTER, Ricardo, El laberinto de las voces argentinas. Ensayos políticos, Buenos Aires, Colihue, 2008, p. 60  
 
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