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martes, 4 de marzo de 2014

Todos: de Mario Ishii al Partido Comunista, por Emiliano Guido (para "Miradas al Sur" del 02-03-14)


Miradas al Sur. Año 7. Edición número 302. Domingo 02 de Marzo de 2014
 
 
Crónica desde la plaza. La multitudinaria concentración de la militancia kirchnerista en Plaza Congreso se caracterizó por la heterogeneidad política de las organizaciones presentes. Las críticas de la Presidenta a los empresarios que no respetan los precios acordados con el Gobierno fueron las palabras más festejadas en la calle durante el discurso. 
 
A las 12.08, el auto negro y moderno que transportaba a la jefa de Estado Cristina Fernández de Kirchner pasó raudo por la esquina de las calles Rivadavia y Rodríguez Peña. La gente, apoyada en las barandas de hierro puestas por los organizadores del acto para facilitar el acceso de la comitiva presidencial al Congreso, festejó el hecho con la pasión de un gol esperado. “Yo la vi”, aseguró un pibe con la remera de la agrupación JP Descamisados, pero ninguno de sus compañeros pareció creerle el súbito avistaje. En ese instante, desde los parlantes bajaba la melodía del clásico hit de la banda de rock platense Estelares, “Un día perfecto”. Esa conclusión, la de entender estar viviendo una jornada ideal para la militancia y el encuentro con amigos, había sentido previamente un grupo de muchachos del Movimiento Evita cuando observaron con ojos atónitos las pronunciadas curvas de las bailarinas de Entre Ríos que, con el auspicio del gobernador y precandidato K Sergio Uribarri, se habían instalado en una tarima de Avenida de Mayo y 9 de Julio para promocionar el carnaval litoraleño.

Por su parte, perfectamente sincronizada y sin obstáculos, fue la llegada de la primera mandataria al hemiciclo del Parlamento para encabezar el inicio de las sesiones ordinarias. No más de quince minutos demoró en comenzar el discurso de Cristina Fernández desde el referido pasaje por Rivadavia y Rodríguez Peña. Abajo, en la calle atiborrada de personas –la columna de manifestantes comenzaba en las escalinatas del Congreso y recién se esfumaba su presencia unas ocho cuadras atrás–, la imagen de Cristina llegaba desde una pantalla demasiado pequeña para lo que representa la enorme fachada del Legislativo. Debajo de ese rectángulo, una monumental bandera con la clásica imagen del ex presidente Néstor Kirchner saludando optimista con el pulgar hacia arriba hacía de soporte y bastión del led que posibilitó que la voz de la Presidenta llegara a todas y todos los que estaban en las inmediaciones.

La heterogeneidad de las organizaciones políticas, sociales y territoriales en el acto de la Plaza del Congreso visibilizó la ancha alameda de adhesiones ideológicas que hoy sigue movilizando la Casa Rosada. Por ejemplo, varios árboles de Rivadavia estaban pegatinados con afiches de tono rojo pálido del ascendente Zamora. Pero, no del primer diputado trotskista latinoamericano, sino de Gerardo, el ex gobernador santiagueño y actual presidente de la Cámara Alta. Igualmente, la izquierda también dijo presente de la mano del Partido Comunista. Los pibes de la Fede, por ejemplo, repasaban el último ejemplar de la prensa partidaria, que unía en un mismo pliego las enseñanzas de Lenin con la prioridad “estratégica” del programa Precios Cuidados. A su vez, los referentes comunales del conurbano bonaerense también quisieron demostrar que siguen bancando el modelo. En este segmento del tablero político, fue notoria la movilización del aparato justicialista de José C. Paz, comandada por el senador provincial Mario Ishii. De la misma manera que el ex intendente famoso por sus frases picantes y por usar siempre una enorme bufanda bordo aventajó en cartelería e inflables propios a otros jefes distritales de centros urbanos importantes. El ministro nacional que más se hizo notar con su merchandising a los militantes concentrados que en el año 2015 no tiene ganas de hacer las valijas y volver al llano fue el jefe de la cartera del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

El discurso de la jefa de Estado Cristina Fernández se escuchaba de forma nítida hasta unos doscientos metros de las escalinatas del Congreso. Luego, su voz, o se diluía, o retornaba con una acústica demasiado alta. Eso sí, fue muy claro cómo la gente recepcionaba de diferente forma la alocución presidencial cuando Cristina Fernández repasaba estadística y números –en ese momento, el rating de la atención callejera disminuía– a los instantes de más euforia popular en que la ex senadora santacruceña recordaba a los formadores de precios no jugar “con el bolsillo de los argentinos”.

El cielo se ensombrecía por momentos. La militancia encontraba diferentes alternativas para comer algo al paso. Está vez, el choripán pareció perder su hegemonía culinaria. Un hombre de acento tucumano, quizás preparado para la acción, vendía empanadas calientes, que transportaba en una caja mediana de cartón. “Dos por quince, es un precio cuidado”, defendía su oferta el comerciante. La gente iba y venía por la vereda, la procesión no se detenía. Muchos buscaban a un compañero perdido entre la multitud o, también, alzaban la vista para encontrar un kiosco donde poder comprar una gaseosa económica. Arriba, encuadrada en una postal catódica, casi irreal para el centenario edificio del Congreso, Cristina Fernández recordaba, una vez más, que ésta era la undécima oportuniad en que el kirchnerismo iniciaba la temporada legislativa. Segundos después, la cámara ponchaba al senador radical Gerardo Morales que, con un gesto adusto y pesado, no parecía estar muy a gusto con el discurso presidencial.

Publicado en:
 http://sur.infonews.com/notas/todos-de-mario-ishii-al-partido-comunista

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