En este verano nos encontramos nuevamente
con una serie de circunstancias económicas y sociales que están intimidantes
ligadas al crecimiento económico del país, primero los cortes de energía
durante el mes de Diciembre 2013 y Enero 2014, segundo las complicaciones para
poder adquirir monedas extranjeras en los sectores que disfrutan de sus
vacaciones fuera del país, y por último el constante aumento de los
combustibles. Estos problemas están íntimamente ligados al proceso de crecimiento productivo y de consumo
interno del país
Iremos desarrollando cada indicador
económico y social, los cortes de energía han sido unas situaciones cargadas de
claroscuros, para los usuarios que tuvieron
que pasar varios días sin luz –y a veces también sin agua- en muchos
barrios de la Capital Federal
y del Gran Buenos Aires, y para las empresas proveedoras de la electricidad. Se
entró en una crisis en la distribución en cada hogar producto de un gran
consumo. Esta situación no es algo ocasional, ya que todos los años para el ingreso
del verano se producen estos picos de alto
consumo energético en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, con
consecuencias similares.
¿Que se espera de una empresa que
tiene una gran demanda de un producto en
el sistema económico actual, tan vital como la electricidad en esta sociedad
moderna? La empresa tiene la obligación
y la oportunidad de aumentar su facturación ganando dinero, gracias a
esta demanda agregada en el consumo, en un sistema capitalista nada es más
preciado que el monopolio del producto. Una demanda agregada
del mismo producto, produciría un aumento casi instantáneo de la ganancia,
pero no, esto no es lo que ocurrió con estas dos empresas, sucedió lo opuesto.
Las empresas prefirieron no invertir, no
anticiparse a la demanda de
consumo de la sociedad, que compra
de manera compulsiva los aires acondicionados fabricados un 80% en argentina,
mejorando su calidad de vida, produciendo un espiral de trabajo y consumo
(quien instala los aires, y los insumo para dicha instalación) pero no es el
único producto electrónico que se consume en este verano: también tenemos el
caso de los plasmas, las computadoras, etc. La empresa actuó como un monopolio
del siglo XX a quien no le importo de
sus clientes y ciudadanos desconociendo sus derechos como consumidores; las mismas se merecen una sanción de parte del
estado, y los ciudadanos una recomposición de lo perdido durante estos hechos.
Todo este consumo tiene muchas aristas, que parecería a veces, que la
propia población desconoce o pretende
desconocer: la subvención en los
impuestos de agua y luz para los hogares,
la asignación universal por hijo, las constantes paritarias entre
obreros, empresarios y el estado, que ponen a los sueldos de los
trabajadores por encima del proceso
inflacionario. Son intervenciones del estado para sostener en el tiempo el
espiral ascendente de consumo de la
sociedad Argentina.
Las
divisas extranjeras siempre han sido un freno al desarrollo de los
países periféricos, ya que estos países cada vez que consiguen estructurar
un procesos de crecimientos de su economía y producción, se topan
con un límite, que es precisamente el de no poseer monedas extranjera para la compra de
bienes de capital y sostener el crecimiento de la economía en dicho país.
Esta restricción es una constante en la
historia argentina y de América latina que los teóricos lo llaman procesos de “stop and go”, el freno de
la economía lo pagan los sectores desposeídos con la perdidas de sus trabajos y
la baja en su capacidad de consumo. Mientras los procesos de crecimiento
benefician de forma directa a las empresas produciendo ganancias
extraordinarias, sin repartir de la misma manea con los sectores trabajadores,
que durante el proceso de frenado son
los que pagan el estancamiento de la economía con una merma en su propia
calidad de vida.
Habría que incluir, un aumento potencial en
el consumo de petróleo por personas, en cada hogar, en cada barrio y en las
fábricas. Este aumento provoco un faltante del mismo, es uno de los principales
condicionantes en el desarrollo del consumo, tanto en el faltante de las
divisas extranjeras, como en la falta de electricidad, ya que las mismas se
usan para comprar el hidrocarburo, el cual se transforma en electricidad,
estableciendo una matriz energética que desequilibra la balanza comercial del país, por la alta demanda
tanto de electricidad como de naftas.
Me gustaría aclarar que la demanda excesiva
de las divisas extranjeras está dada por el afán desmedido de las empresas de
liquidar sus ganancias en el exterior, produciendo un embudo en las economías en vías de desarrollo. Las mismas consideran que el periodo de
ganancia extraordinaria está llegando a su fin e intentan sacar los
réditos económicos a sus casas matrices
en los países centrales.
En
los momentos de estancamientos o de crisis las casas centrales no giran las
remesas para paliar las mismas, el mejor
ejemplo es la crisis del 2001, y el
estado sale a responder por estos faltantes aplicando políticas de reducción
del gasto público y congelamiento de salarios
combinado con la escasa cultura de pagar los impuestos de las clases
altas argentinas, que evaden los impuesto
de manera sistemática, siendo la clases medias bajas quienes soportan de
manera constante el control del estado.
Esta sobre valoración de la moneda
extrajera también responde a otros condicionantes, como la baja de reservas del
banco central en dicha moneda, para obligar al gobierno de turno a pedir préstamos a los organismo
internacionales y volver a depender de
los mismos, y aplicar sus políticas económicas liberales. De este modo consiguen
en un nuevo ciclo de estancamiento aumentar sus ganancias extraordinarias
pasando partes de sus deudas al estado, aumentando la brecha entre los sectores
que más vienes tienen y los sectores mas
humildes del país.
Por primera vez en muchos años nos
encontramos con un gobierno que si bien no posee un gran plan económico
desplegado en todo el país, si tiene una series de premisas y objetivos económicos claros durante 10 años, que se
encuentra en una constante encrucijada con los sectores de mayor poder
financiero del país; un gobierno que puso
al servicio del estado el cobro de impuestos por intermedio de la AFIP, que intervino de manera muy notable en el
PAMI, que estatizo al sistema jubilatorio, que estatizo YPF y Aerolíneas
Argentinas y tomó muchas otras medidas de gran relevancia, como la reforma de la Carta Magna
del Banco Central y las negociaciones de la deuda externa -cuyo origen es
muy dudoso, ya que fue un gran negociado de las empresas privadas sobre
las arcas del estado Argentino-.
Estos ejes económicos de gobierno tendrán que resolver esta encrucijada que se
está produciendo en el marco del constante consumo interno, tanto sea de
electricidad o una mayor demanda de dólares para los viajes al exterior y la urgencia de cambiar la matriz energética
para intentar reorientar la balanza comercial nacional.
El gobierno debería tomar nuevas mediadas de fondo y llevar adelante la tan
ansiada reforma financiera, profundizar en la búsqueda de energías alternativas
para poder transformar la matriz energética dependiente del gas y el petróleo
en una distinta, como por ejemplo el plan de la construcción de nuevas represas
para generar electricidad.
También profundizar la explotación de la
zona de Vaca Muerta por medio de YPF y compañías internacionales produciendo el
tan ansiado autoabastecimiento energético, desde luego que este gobierno camina
hacia esta dirección, con tropiezos, como lo sucedido con la electricidad en
Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
Algunas piedras les son lanzadas al gobierno por
los sectores que no quieren acostumbrarse a pagar los impuestos y salen desesperados a la compra de dólares o
corren el rumor que la presidenta pedirá licencia por un año, o no liquidan las
exportaciones para esperar que aumente mas el dólar oficial y de esta manera
condicionar al gobierno.
El gobierno demuestra estar atento a los
indicadores macro económicos en líneas generales pero no muestra la misma
rapidez en algunos asuntos sociales en las provincias , las huelgas policiales
o los saqueos y las declaraciones
infortunadas de que el gobierno no podía intervenir son algunas de las muestra
de esta lentitud de la que estamos
haciendo mención.
Pero este es un gobierno que nos tiene
acostumbrado al pueblo, que cuanto
más se lo presiona, está dispuesto a
tomar medidas de fondo, esta condición particular del gobierno, aún no la perdió, y esta es la misma que nos permite pensar, que seguirá sosteniendo como objetivo central
de la economía el aumento del consumo de las capas medias bajas y de los sectores
populares.
Que
se pueda reducir la brecha entre los que más ganan y los trabajadores que son
los verdaderos generadores de riquezas que tiene este sistema, la propuesta kirchnerista
no es de la revolución social,
simplemente de un sistema un poco más
justo e igualitario y
redistributivo, siendo tan poco pretencioso, aun así molesta a los adinerados del país, por todo esto las
expectativas de la resolución
favorable para los trabajadores
de estos conflictos es muy alta, pero la participación popular tendrá que ser
la madre de dichas medidas, ya que un pueblo movilizado es un pueblo difícil de
dominar.
Hasta la victoria siempre
Sergio Galateo, enero de 2014
Respetable la visión de Sergio Galateo. Yo le agregaría además,en cuánto influyen las Constantes Operaciones lanzadas x los Medios Dominantes,de las q muchos se valen para Aumentar Precios,comprar dólares,etc... Por supuesto,con el Fin de Desgastar a Un Gobierno (destituirlo si les fuera posible);pero al que el Pueblo Defiende para que Este Modelo siga de Pie !!!
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