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viernes, 25 de octubre de 2013

Conectar igualdad y democracia, por Sergio Galateo (para “Mirando hacia adentro”)







En este mundo en donde las personas piensan primero en sus propias necesidades, nos encontramos con un gobierno que antepone las necesidades y sueños de los más desposeídos, por encima de los intereses de las clases dominantes.
Esta postura que irrita a gran parte de los sectores conservadores, ya que piensan que los únicos que deben beneficiarse  con las arcas de Estado son ellos, las elites cuyas grandes fortunas han sido  amasadas durante la última dictadura, o luego durante el gobierno de Carlos Menen.
Muchos son los beneficios que el estado les ha otorgado a las elites, que les permiten poder acceder a los créditos  del estado, y a su vez ejercer el control social sobre las clases mas desprotegidas -que son sus empleados-. También se cuentan entre las “dádivas” de este Estado a sectores que no son pobres la universidad pública, la mayoría de cuyos profesionales surgieron de las clases más acomodadas de la República, así como los colegios  secundarios de capital federal dependientes de la UBA, como el Nacional Buenos Aires, que imparten educación pública de elite.
Estas clases sociales, a las que solo les interesa poder comprar unos pocos dólares para hacer la supuesta “diferencia”, sin importar lo que le sucede a los otros miembros del país, ni siquiera pueden  reconocer los aciertos económicos de este gobierno,  que les son muy favorables.
Analizando otros logros de éstos años,  el eje de la reflexión  va hacia otro lado , hacia el placer que puede tener un chico de 14, 15 o más años en recibir de parte del estado una hermosa computadora personal. Este instrumento que hace solo apenas 5 años era un elemento que solo lo poseían algunos privilegiados y gente de las clases altas, era todo un fetiche de mercadería que con poseerlo ya se entendía, a que mundo se pertenecía, que reflejaba junto con los celulares, un artículo de distinción. .
Nuestro estado lo masificó, lo convirtió en una herramienta de la educación secundaria, como la tiza y el borrador,  sin importar si  estos alumnos y maestros tenían  los saberes necesarios o mínimos para el mayor aprovechamiento posible de estos equipos.
Los docentes que indignados reclaman que las máquinas son un gasto innecesario de parte del Estado  o que los alumnos las usan para el Facebook, o que tienen que venir a la escuela a capacitarlos en su lugar de trabajo, o que mejor que pongan los techos o vidrios en las escuelas en vez de las computadoras.
Tendrían su cuota de razón si el gobierno  dejara librados al azar el uso y  la suerte de las netbooks (computadoras personaesl)  y las net serían simple campaña política, sin ningún peso social, si no formaran parte de un programa general de transformación social.

El estado entregó más de 3 millones de máquinas: un incentivo para los estudiantes y docentes ávidos de conocimientos, en búsquedas de nuevas razones y experiencias educativas.
Estas máquinas representan una inversión del estado en educación mirando hacia el futuro y no en una búsqueda de beneficios mezquinos del presente, porque dentro de unos  años, nuestros  jóvenes serán capaces de desarrollar tecnologías de punta, mucho tendrá que ver esta masificación de  la tecnologías, porque no es solo el plan de las net fortaleciendo las TIC (Técnicas de la Información y la Comunicación), es Tecnópolis, es el cuidado de las escuelas industriales, es el desarrollo de planes para que vuelvan los científicos  al país-ya son más de 1000-
Cuando dentro de 30 años se hable del actual período se hablará del salto en la brecha digital provocado por este plan, juntos con otros procesos que incorporan a los jóvenes y su tecnologías al mundo de los adultos.

Desde lo personal hoy me ha tocado el beneficio y la responsabilidad de poseer una de las computadoras del Estado, para potenciar y mejorar la educación pública desde mi lugar que es la docencia.
Los alumnos por momentos entienden que es un beneficio, y a la vez una responsabilidad ya que las computadoras son una herramienta más del proceso de enseñanza-aprendizaje que se realiza de forma constante dentro de las distintas escuelas del país, pero gracias a nuestro esfuerzo como nación y compromiso con el futuro, hoy gran parte de nuestros alumnos aún tienen tiempo para soñar con un mejor mañana, por una patria grande igualitaria y democrática desde la escuela y con la computadora como herramienta imprescindible del presente y el futuro.  



Sergio Galateo, octubre de 2013





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