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lunes, 5 de agosto de 2013
Estrategias ante un final abierto, por Daniel Miguez (para "Miradas al Sur" del 04-08-13)
La diferencia entre el candidato del FpV Martín Insaurralde
y Sergio Massa es cada vez más corta. Los malabarismos del intendente
de Tigre para sumar parte del electorado kirchnerista no dieron el
resultado esperado. Los límites de la sonrisa.
A una semana de las PASO, el resultado en la provincia de Buenos
Aires parece abierto. El candidato del oficialismo Martín Insaurralde
fue día a día achicando diferencias en las encuestas respecto de su
principal rival, Sergio Massa, que aún tendría una pequeña ventaja. El intendente de Lomas de Zamora confía en las encuestas que le
auguran un 35% de los votos y que le darían una victoria ajustada; el de
Tigre cree en los números que le acercan sus encuestadores, que lo
ubican cuatro puntos arriba. Número más número menos, lo evidente es que
Massa acusó recibo de su caída en los sondeos de opinión. Hizo evidente
un cambio de discurso, marcando un poco más sus críticas al Gobierno,
pero cuidadoso de no ser muy agresivo.
Martín Insaurralde junto a Daniel Scioli
Algunos asesores, alarmados ante el nuevo escenario, le aconsejan que
endurezca más su perfil opositor. Es que los puntos que fue perdiendo
no sólo los ganó Insaurralde, sino también Margarita Stolbizer, la
candidata del Frente Progresista Cívico y Social, que se muestra como la
opción “no peronista”, incluyendo en el combo no sólo a Insaurralde,
sino a las listas que encabezan Massa, Francisco De Narváez, Gerónimo
Venegas y Eduardo Amadeo, aunque este último acaba de bajarse de la
candidatura. Y como elemento adicional que completa el análisis del
massismo, De Narváez no subió en las encuestas pero dejó de caer. Pero a Massa se le presenta una disyuntiva que no es fácil resolver.
Es cierto que perdió votos filokirchneristas desde que el Gobierno lo
expuso como opositor, pero también perdió una porción de votos
opositores que lo consideran tibio con el Gobierno.
Esta realidad lo llevó a pedirles a Venegas y a Amadeo que depongan sus
candidaturas y se sumen a sus filas, porque esas décimas de porcentaje
de votos que obtendrían cada uno podrían resultarle muy valiosas en este
primer tramo electoral que son las PASO.
Algunos asesores de Massa, alarmados ante el nuevo escenario, le aconsejan que endurezca más su perfil opositor.
Amadeo, pese a que basaba su campaña en una frase anti-Massa (“el que
estuvo en el gobierno, puede volver a estarlo”), aceptó. Lo explicó sin
tapujos: “Es el momento de aunar fuerzas porque Insaurralde está
creciendo”. Pero también es cierto que Massa, a pesar de esas fugas de
posibles votantes, aún hoy conserva una importante intención de voto
como para aspirar a un triunfo el domingo próximo. Y ese caudal lo logró
con su perfil de hombre sonriente y su mensaje de ondas de amor y paz. De allí que su nuevo discurso sea más duro aunque sobre los mismos
ejes que antes y sobre blancos fáciles (“Mi primera medida de gobierno
si en 2015 soy presidente sería echar a Moreno”, dijo a mitad de semana,
como si el secretario de Comercio fuera un empleado de planta
permanente y blanqueando, de paso, sus aspiraciones presidenciales. A la
vez, Massa no critica personalmente a Cristina y valora a Néstor
Kirchner, en el habitual mecanismo de los opositores al kirchnerismo de
agigantar el recuerdo del ex presidente para bajarle el precio a la
Presidenta.
El intendente de Tigre, Sergio Massa
Por eso, cuando Roberto Pettinato, de Canal 13, le preguntó a quién
hubiera preferido como novio de su hija entre todos los ex presidentes,
de Raúl Alfonsín para acá, eligió a Kirchner. Por eso, también, se enojó
tanto con el periodista Diego Schurman cuando en Radio Continental le
preguntó sobre sus comentarios sobre Kirchner a la embajadora
estadounidense Vilma Martínez según reveló el libro Argenleaks, de
Santiago O’Donnell (había dicho que “Cristina estaría mucho mejor sin
Néstor que con él” y que Kirchner era “perverso”, “psicópata” y
“cobarde”, entre otras cosas). “En su momento ya lo aclaré. Y la verdad
que hablar de un tema de tres años atrás me parece patético”, le
respondió Massa. Cuando el periodista le pidió que le refrescara cuáles
habían sido sus aclaraciones, contestó: “No, ya lo contesté hace tres
años” y mandó al periodista a revisar el archivo, donde difícilmente
podrá encontrar esa respuesta. En ese doble juego, Massa sigue haciendo malabarismo para
desentenderse públicamente de su acuerdo con Mauricio Macri, mientras el
jefe de Gobierno porteño, Gabriela Michetti, Jorge Macri y los
principales funcionarios del PRO no cesan de afirmar que tienen un pacto
político con el intendente de Tigre y que apoyan plenamente su
candidatura a diputado. Por su parte, Insaurralde avanza por dos caminos. Uno, el que le
tiende Cristina con datos de la realidad socioeconómica planteados en
anuncios de Gobierno, como la baja de la desocupación del 7,9% al 7,2% y
el aumento a los jubilados del 14,41%, con un total en el año del
31,78%, un índice que supera cualquier medición de inflación. También,
en un escalón inferior del espacio noticioso, en la semana que pasó se
promulgó el reglamento de la nueva ley de mercados de capitales, las
reservas del Banco Central aumentaron 125 millones de pesos luego de
ocho meses consecutivos de pérdidas, la construcción creció y la venta
de autos cero kilómetro va camino de un nuevo récord, como fue récord la
recaudación fiscal. A la par, el Gobierno hizo una demostración de
fuerza política al rodear a Insaurralde en un acto de 13 gobernadores y
68 intendentes de la provincia de Buenos Aires. El hecho fue
prolijamente ocultado por los medios opositores, que, en cambio, no
dejan de resaltar los intendentes que respaldan a Massa, 17 en total. No
es el único ocultamiento. Clarín hace día a día un alarde de
creatividad para hablar de la campaña bonaerense sin poner la palabra
“Insaurralde” en un título. El otro camino lo construye el propio Insaurralde, con su perfil de
vecino común, de político que viene de abajo, de tipo poco
confrontativo. “Es nuestro Massa”, bromeó un funcionario kirchnerista en
una charla privada. Le pone el cuerpo a la campaña, se multiplica en
varios actos por día, no desaprovecha ningún micrófono. En ese vértigo
sufrió la fallida decisión de empapelar Buenos Aires con su imagen
saludando al papa Francisco. Aunque el texto que acompañaba la foto no
tenía un mensaje electoral fue aprovechado por la oposición, y el propio
vicegobernador Gabriel Mariotto afirmó que eso “no suma”. Cruzando la General Paz las últimas encuestas marcan que algunas
cosas están claras y otras no tanto. Michetti está consolidada en las
preferencias como candidata a senadora. En el segundo lugar aparece el
candidato del oficialismo, Daniel Filmus, pero la tendrá más fácil o más
difícil según quién gane las PASO entre los tres postulantes de UNEN:
Fernando Pino Solanas, Adolfo Prat Gay o Rodolfo Terragno.
La interna de Unen en Capital
De esa interna, Solanas y Prat Gay aparecen con mayores
posibilidades. Habrá que ver cómo influyó en la imagen de Solanas el
hecho de que su compañera de lista, Elisa Carrió (encabeza los diputados
en la misma boleta), lo haya vapuleado en una entrevista televisiva
conjunta en el programa de Mariano Grondona. “Sos muy PJ”, le dijo,
entre otras cosas, Carrió a Solanas.
Entre los candidatos a diputados, Carrió aparece en las encuestas por
encima de sus contrincantes en UNEN, Ricardo Gil Lavedra, Martín
Lousteau y Leandro Illia. Y también está mejor posicionada que Juan
Cabandié. Está convencida de que le acumulan votos sus arrebatadas
intervenciones, en las que calificó de “estúpidos” a los integrantes de
su frente y a los que, además, descalificó por su pasado en los
gobiernos de Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y
Cristina Kirchner, según los casos. Algunos dudan que tanta agresividad
hacia sus propios compañeros le sea beneficiosa. Conocedor de que el PRO y UNEN van por el mismo electorado, Filmus
reforzó su estrategia de mostrar las profundas diferencias que tiene el
oficialismo con ambos sectores. Día a día cuestionó aspectos
deficitarios del gobierno de Macri e hizo hincapié en las leyes que
Michetti, Carrió, Solanas, Prat Gay y Gil Lavedra votaron en contra o no
votaron por ausentarse o abstenerse. Esas leyes, dijo Filmus, son las
del matrimonio igualitario, el voto a los 16 años, la identidad de
género, la supresión del avenimiento en los casos de violaciones, la
regulación de las prepagas, la protección de trabajadoras domésticas y
peones rurales, y la reestatización de las AFJP, Aerolíneas e YPF. Si nos guiamos por las nuevas encuestas, la estimación que se había
hecho en esta misma columna dos semanas atrás, según la cual el
kirchnerismo podría sumar entre cinco y diez bancas en las elecciones
del 27 de octubre, ahora estaría más cerca del diez que del cinco. No
sólo por cómo se estrechó la diferencia entre Massa e Insaurralde, sino
porque desde Córdoba y Santa fe, las dos provincias que les siguen en
importancia a Buenos Aires y la Capital Federal, le llegaron al
oficialismo noticias moderadamente alentadoras. En Córdoba, donde la aspiración inicial del kirchnerismo era colocar
un diputado de la lista encabezada por la rectora de la Universidad
Nacional de Córdoba, Carolina Scotto, ahora también alienta esperanzas
de conseguir una banca para el segundo de la lista, el secretario de
Políticas Universitarias de la Nación, Martín Gill. Mientras que en
Santa Fe, donde Hermes Binner aparece cómodamente en el primer lugar, el
candidato del Frente para la Victoria, Jorge Obeid, está superando al
candidato del PRO, Miguel Del Sel. Obeid debe defender las tres bancas
que ganó la lista que lideró Agustín Rossi en 2009. Por fuera de la campaña electoral, pero no de la política, terminada
la feria judicial reapareció la Corte Suprema de Justicia en los títulos
de los diarios. En su primer acuerdo post vacaciones de invierno le
pidió al Gobierno dinero para pagar el aumento salarial acordado con los
trabajadores judiciales liderados por Julio Piumato, actualmente
alineado con De Narváez. Para ello, el jefe de Gabinete, Juan Manuel
Abal Medina, debería hacer una modificación en las partidas
presupuestarias. Con ese aporte la Corte haría frente al nuevo aumento
del 10%, que redondea un 25% anual. Mientras tramita cuestiones administrativas de ese orden, la Corte
hace tiempo a la espera de que pase el 11 de agosto para dar su fallo
definitivo sobre la constitucionalidad de los artículos cuestionados por
el Grupo Clarín a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Pero
esa será otra historia y ya dará mucho que hablar.
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