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sábado, 6 de julio de 2013

Se acabó el "no hay dónde invertir", por INFOnews del 06-07-13.





Las disputas y medidas económicas, usualmente tratadas por los especialistas como un análisis matemático y estadístico, se encuentran insertas en el juego de la política, en la puja por el discurso y su forma de esbozar la realidad. Las medidas económicas impactan en los bolsillos y modifican realidades, pero también modifican las formas de percibirlas.

Por:
INFOnews

Por ello es que no hay que olvidarse de analizar al BAADE desde esta óptica multidimensional. Desde el aspecto técnico, sabemos que se trata de un bono en dólares, que otorga un 4% de interés anual a aquel que desee comprarlo con billetes verdes no declarados. Los compradores estarán eximidos de los delitos fiscales pero no de otro tipo. Habrá mercado secundario y, cuando se vendan, seguramente se hará a un precio mucho menor ya que tienen que emparejarse con los bonos que rinden el 14% anual al mismo plazo. Se desconoce cuántos interesados habrá. Los fondos se destinarán a inversión en la economía real. Bla, bla, bla, lo que todos podemos googlear. El impacto económico es difícil de mensurar, ya que no hay forma de dimensionar la aceptación de estos instrumentos por parte de los tenedores de dólares (Argentina es el país con más dólares por habitantes después de Estados Unidos).
Es aquí donde debemos modificar el ángulo de análisis y preguntarnos acerca del impacto comunicacional de la medida, de su efecto discursivo. Hasta no hace tanto tiempo escuchábamos a múltiples economistas ladrar acerca de la inviabilidad financiera para el argentino de clase media, era un país sin alternativas, un gobierno que ponía a la población con capacidad de ahorro entre la espada y la pared. Era la compra de dólar en el mercado paralelo o el desvanecimiento de los ahorros carcomidos por la inflación. No podía culparse a los multimillonarios que compraban dólares a diestra y siniestra sumergiendo a la economía en la inestabilidad, no tenían alternativas. Si el BAADE, el CEDIN y los bonos de YPF no son la salvación financiera de la Argentina, no tienen aceptación o no permiten reactivar el mercado inmobiliario, de ninguna manera se los puede considerar un fracaso (y sería muy peligroso hacerlo), ya que el principal objetivo está logrado, la articulación de un nuevo discurso: existen múltiples opciones para ahorrar sin perjudicar al país, no sólo existen los bonos del gobierno en dólares (comprables en pesos y pagaderos en dólares), los bonos dollar link (que se compran en pesos y pagan en moneda nacional atada a la evolución del dólar oficial) y los cupones del PBI (atados al crecimiento), sino que ahora se destaca que hasta el que tiene dólares no declarados puede reinsertarlos en el sistema y el ahorrista medio puede acceder fácilmente a un bono simple que lo protege contra la inflación (YPF).
Hay alternativas, el que no las toma es porque no quiere. Sería fabuloso que desde ahora a las corridas cambiarias se las llame presiones devaluatorias, que a los grandes compradores de dólares no se los llame más agentes (como suelen llamar los economistas a los individuos y a las compañías) sino especuladores, y que a los analistas no se los llame más de tal manera sino lobbystas. 

Publicado en:
 http://www.infonews.com/2013/07/06/economia-84769-se-acabo-el-no-hay-donde-invertir.php

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