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sábado, 29 de junio de 2013

"Quieren mostrar una situación de descalabro citando el precio de tres productos", por Alejandro Rofman (para "INFOnews" del 29-06-13)


La variación de precios que da un índice, como el de precios al consumidor, responde al valor de cientos de precios que son tomados en cuenta por las oficinas de estadísticas acreditadas. Además, supone una verificación de los valores de esos productos varias veces al mes.

Por otro lado, no sólo es importante analizar el valor y la variación del precio de un producto, sino también la participación que este bien o servicio tiene en el consumo de una familia. Un ejemplo: no es igual la incidencia que pueda tener la variación en el precio del transporte, a la que puede conllevar la del queso brie. Porque incluso si se duplicara el valor del lácteo, es probable que esto no afectase el índice de inflación, ya que es el 1% de la población la que consume este producto. 
Entonces, cuando se dice que la situación de la inflación está adquiriendo matices desproporcionados o de expansión exagerada, y se intenta comprobarla situación citando el precio de dos o tres productos, no se está siguiendo un criterio técnico válido.
Incluso en el diario Clarín –medio para el cual colaboré durante muchos años– trabajan economistas muy capaces, de muchos años de profesión, que nunca dirían que la inflación se expandió porque aumentaron los precios tres productos. Hay que tener esto claro, para que no se tergiverse el criterio con el que se arma un índice.

Asimismo, cuando el gobierno de la Ciudad prepara su propio índice de inflación, lo hace tomando en cuenta una canasta de bienes y servicios que la oficina estadística porteña estima que consume la población media de la Ciudad de Buenos Aires. Pero, ¿qué pasaría si uno comparara los índices de precios que brinda la oficina porteña con, por ejemplo, el de Santa Fe, Rosario o Córdoba? Notaría que existen diferencias en los productos que cotejan, ya que cada uno arma un índice de acuerdo a lo que estima que consume –en promedio– cada ciudadano de su territorio todos los meses. Por otro lado, los precios de los productos dependen de dónde se los escoge. Si uno compra en un negocio del barrio de Recoleta y decide compararlo con el valor de ese mismo producto en Marcos Paz, notará que el valor en el municipio cordobés es la mitad del que tiene el producto en la Ciudad de Buenos Aires. Para terminar, una anécdota: estuve hasta anteayer en San Miguel de Tucumán. Y puedo afirmar que vi en grandes tiendas que el valor del bife angosto era de $19 y que el estacionamiento costaba $4 la hora. Yo no puedo afirmar que en Tucumán el costo de vida es mucho más bajo que en Buenos Aires, porque sólo he tomado como referencia dos precios. Lo que sí puedo marcar es que, en un mercado como el nuestro, se puede vender el kilo de bife angosto a $19 y no cerrar al día siguiente por quiebra. Esto indica que el problema de los precios tiene un fuerte componente de la voluntad del empresario y de la rentabilidad que pretende obtener cuando vende una mercadería.
Los súper aclararon su posición

La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) sostuvo ayer en un comunicado que "la comparación efectuada a partir de tomar precios en góndola en una fecha originaria como base del cálculo omite considerar que en la mayoría de los ejemplos marcados los precios referenciados estaban impactados por la dinámica comercial, o sea, sujetos a algún tipo de promoción". Frente a esto, para responder a la nota del diario Clarín, agregaron que, "terminada dicha promoción, vuelven a su precio real que es el que debió tomarse como precio base del cálculo."

Los supermercados aclararon además que durante aproximadamente el 70% de los días del mes, los productos están sujetos a algún tipo de acción comercial (descuentos por medios de pago, combos de productos, etcétera).

Publicado en:
http://www.infonews.com/2013/06/29/economia-83641-quieren-mostrar-una-situacion-de-descalabro-citando-el-precio-de-tres-productos.php

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