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lunes, 1 de abril de 2013

Chipre: como en la Argentina de 2001, pero atrapada en la zona euro, POR Federico Schmalen (para “INFOnews” del 31-03-13)





31.03.2013 | Con las finanzas públicas agobiadas, ahora serían los ahorristas quienes asisitirán a los bancos


La isla es un paraíso fiscal con una economía real reducida y un sistema bancario que sufre "elefantitis". El corralito con quita sobre los depósitos se agravó con un control de capitales y plantea un antecedente peligroso frente a futuros rescates. 
 



Los primeros días de diciembre de 2001 los ojos del mundo se posaron sobre la Argentina. El ministro de Economía del entonces presidente Fernando De La Rúa, Domingo Cavallo, dictaminó la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo para plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro en todo el sistema bancario afectando a millones de ahorristas. 
En los meses previos ya se habían fugado del sistema bancario más de 80 mil millones de dólares. Al mismo tiempo, el gobierno había tomado deudas con tasas de interés reales superiores al 16% anual. 
Es probable que muchos de esos fondos que se fugaron tuvieran como destino alguno de los varios paraísos fiscales que aún persisten en el planeta. 
Paradójicamente, y en un contexto sensiblemente diferente, hoy es uno de esos paraísos, la pequeña isla de Chipre, quien sufre medidas de las mismas características y que se han agravado en los últimos días cuando se dictaminó un control de capitales. 
El objetivo de fondo y que tienen en común ambas experiencias es, sin dudas, el salvataje del sistema financiero a costas de los depósitos individuales. 
Probablemente sea ese el denominador común de ambos procedimientos entre otros aspectos diferentes que merecen ser valorados. 
Para eso, Tiempo Argentino consultó a diferentes economistas con el fin de establecer puntos en común y diferencias entre hechos ocurridos con más de una década de distancia.  
Héctor Valle, economista de FIDE, confirmó que "es llamativa la similitud con el caso argentino. Son decisiones que se toman en el capitalismo globalizado partidario de la economía del libre mercado y de la no participación del Estado cuando llega la hora del terror. Interviniendo sin mayores recaudos y en perjuicio del pequeño ahorrista." 
A diferencia de la Argentina, según Valle, se trata de "un país pequeño en su aporte al PBI, en términos de su población y en su participación en el comercio internacional, pero es el lugar donde se ha localizado una enorme cantidad de capitales de orígen ruso y que tiene mucha influencia en la economía de Grecia". 
Efectivamente, el PBI de la isla apenas llega a los 20 mil millones de euros (equivalentes al 4% del actual PBI de la Argentina) mientras que su sistema bancario ostenta depósitos por más 80 mil millones de euros equivalentes a cuatro veces su PBI. Esa situación del sistema bacnario fue descripta como "elefantitis" por analistas europeos. 
Esos fondos, atraídos por los beneficios fiscales existentes, provienen esencialmente de Rusia y Grecia, pero comprometen al conjunto del sistema financiero europeo y están asociados a inversiones localizadas en todo el globo. Por eso, según Valle, la pequeña isla tiene capacidad para "actuar como un castillo de naipes que se cae sobre el conjunto del sistema financiero mundial". Esos múltiples vasos comunicantes entre la economía de la isla y el resto del sistema financiero mundial explican el interés de la troika por contener una crisis que, en términos absolutos, no debería ser un factor de semejante preocupación.
El default de la Argentina en el año 2001 fue deliberadamente provocado por la negativa del FMI a seguir financiando la deuda mientras que, en este caso, es de interés de la troika evitar el default sobre la base de imponer una fuerte confiscación. 
Es que el plan está condicionado por la crisis internacional. Las arcas estatales ya no están en condiciones de salir al rescate de los bancos quebrados y, en particular, las de un país cuya relación entre PBI y sistema financiero es la anteriormente descripta y que además acarrea una deuda pública equivalente a un 90% de su PBI.
Para el economista de FIDE, "el impacto será más grande porque en la Argentina, cuando se produjo la crisis, ya se había agotado el financiamiento internacional. Los depósitos de los ahorristas fueron la última joya de la abuela que podía liquidar luego de las privatizaciones y el financiamiento del FMI y los privados. Acá va a agregar más turbulencias al sistema financiero internacional y se puede producir un efecto dominó mucho más grave", concluyó.
Lo verdaderamente novedoso del escenario europeo es precisamente la aplicación de medidas de esta naturaleza en una economía integrada a la zona euro y cuya capacidad de aislamiento está descontada. En efecto, se ha llegado a plantear que el corralito chipriota constituye un "punto de inflexión" en la gestión de crisis financieras en del viejo continente, puesto que se postula como una alternativa a los rescates bancarios promovidos por la CE y el BCE en casos anteriores. 
Es que las finanzas estatales se encuentran agobiadas y la insolvencia de muchos bancos se explica, precisamente, porque sus carteras se encuentran plagadas de bonos soberanos de los Estados que debieran socorrerlos. De ahí el eufemismo adoptado por los funcionarios del BCE que plantean que "ya no serán los contribuyentes los que se hagan cargo de la crisis bancaria". A partir de la experiencia de Chipre, serán los depositantes de más de 100 mil euros los que resignen hasta un 40% de sus ahorros en favor de la fuga de capitales y el rescate a los bancos.
Analistas europeos atribuyen la medida al retraso por establecer la Unión Bancaria europea que, en rigor, es la creación de un fondo de rescate financiado por todo el sistema bancario continental. 
En la práctica, es lo que no quieren ni Alemania ni Holanda, cuyos bancos serían los rescatistas en última instancia. De esta forma, Alemania promueve la persistencia del euro (impidiendo una salida del default de Chipre a la Argentina) y, al mismo tiempo, un rescate bancario por parte de los depositantes de clase media. Para Gabriel Holand, consultor de HR Global, "por ahora, parece surtir efecto la bravuconada de Mario Draghi, en septiembre del año 2012 cuando aseguró que haría cualquier cosas para salvar la moneda euro, claro que a costa de dejar cada vez más débil el tejido social y económico de la UE". 
Sin embargo, otra vez el remedio parece ser peor que la enfermedad, puesto que la cerrada negativa de que sea el sistema financiero el que asuma los rescates y a cualquier salida del euro plantea la amenaza cierta de corralitos en otros países de la periferia europea. 
Esa sola presunción podría generar una corrida bancaria en toda la región a partir del temor de los ahorristas a sufrir una medida similar. La crisis en el Viejo Continente sólo ofrece nuevos capítulos y ninguna salida. «


La cifra
4
veces el PBI de la isla es el monto total de los depósitos del sistema bancario chipriota, que llega a 80 mil millones de euros.


Las "torpezas" de Dijsselbloem
Para Jeroen Dijsselbloem el presidente del Eurogrupo y a la vez ministro de finanzas holandés no fue una gran semana. Es que, una vez estallada la crisis, fue quien formuló primero la propuesta de un "impuesto financiero" (eufemismo para ocultar la confiscación de los ahorristas) del 30% a todos los depósitos bancarios incluidos aquellos por montos inferiores a los 100 mil euros. Semejante medida, más allá del alcance de la confiscación y el repudio social que conllevaría, comprometió la continuidad de Chipre dentro de la zona euro al ser violatoria de una ley que estipula taxativamente la intangibilidad de esos depósitos. El funcionario tuvo que desdecirse y revertir la medida. 
Al día después, en supuestas declaraciones al Financial Times, Jeroen aseguró que el chipriota sería un modelo para los próximos rescates en Europa produciendo pánico entre los ahorristas de los países periféricos y casi provocando una corrida bancaria. Nuevamente se desdijo aunque, para algunos, lejos de una "torpeza" se trató de una expresión interesada de los bancos de su país.


Visiones
"Es de esperar que Chipre vaya a un cambio de régimen y es lo que está tratando de evitar el BCE y el FMI. Tiene capacidad para actuar como un castillo de naipes sobre todo el sistema financiero".
Héctor Valle
Economista FIDE

"La bravuconada de Mario Draghi, presidente del BCE, al decir que haría cualquier cosas para salvar al euro parece surtir efecto. Claro que a costa de dejar cada vez más débil el tejido social y económico de la UE."
Gabriel Holland
HR Global

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