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martes, 30 de abril de 2013

La espontaneidad de las "redes sociales" de Mitre y Magnetto, por Federico Bernal (para “INFOnews” del 28-04-13)






En nuestra columna del miércoles pasado analizamos los artículos "económicos" que el diario La Nación publicó el día de la movilización del 18. A ello agregamos ahora las de su sección "inseguridad": 1) Apuñalan a una mujer en la puerta del Colegio Goethe de San Isidro. Bajada: "Había llevado a su hijo y quisieron robarle; la atacaron con un cuchillo"; 2) Desaconsejaban su liberación, salió a la calle y mató; 3) Secuestran 97 kilos de cocaína en Belgrano, Retiro y Boedo; 4) Procesan a un mecánico que ocultó un automóvil con el que se cometió un homicidio; y 5) Motochorros asesinaron a un hombre delante de su esposa. A continuación, las notas publicadas por el diario Clarín en su versión impresa y electrónica, en el típico cóctel que viene reiterando invariablemente desde hace más de un lustro: 1) Nueva disparada del dólar paralelo: llegó a $ 8,70 y está cerca del récord. Bajada: "Los inversores no quieren quedarse en pesos. El dólar 'fuga' también subió y alcanzó el máximo de $ 9,05"; 2) Las reservas del Banco Central cayeron al nivel más bajo en 6 años. Bajada: "Ayer quedaron en 39.810 millones de dólares. Se achicaron casi 3.500 millones desde enero pasado"; 3) En Provincia, la venta de inmuebles completó un año seguido de caídas. Bajada: "El mercado inmobiliario retrocedió 25,6% en marzo. En doce meses hubo 24.000 operaciones menos" [recordemos como La Nación oficiaba de inmobiliaria del Estado de Florida]; y 4) Pese al congelamiento de Moreno, los precios suben en las provincias. Bajada: "Duplican los índices del INDEC. En Tierra del Fuego, la inflación promedio fue 1,57%. En San Luis, entre 2 y 3%". A diferencia del siempre más serio house organ mitrista, Clarín sacó el máximo provecho a la opereta armada por su mercenario estrella, editando, como La Nación con el 18A (explicada en próximo apartado), una sección específica titulada "La ruta del dinero K". Allí se incluyeron: 5) Encubrimiento y asociación ilícita en el caso Lázaro Báez; y 6) Piden la inhibición de cuentas y bienes del empresario K. Bajada: "Lo hicieron diputados de la oposición. Fue ante la Fiscalía que investiga lavado de dinero. 

LA ESPONTANEIDAD DE LAS "REDES SOCIALES" DE MITRE Y MAGNETTO. En primer lugar, cabe señalar que el diario de la oligarquía argentina le dedicó una sección especial en Internet, por supuesto dentro de su propio website. Debía suplirse de alguna manera el todopoderoso aglutinamiento otrora aportado por el Departamento de Estado en una movilización parecida, en septiembre de 1945. Dicha sección comenzó a publicar artículos tan tempranamente como a las 00:00 hs del mismísimo 18A: 1) La oposición se sumará hoy al cacerolazo contra el Gobierno en Plaza de Mayo (00:00hs). Bajada: "La protesta del 18A recibió fuerte apoyo partidario; la Presidenta estará en Perú"; 2) Por qué salir a la calle (00:00hs). Bajada: "La imposición de la reforma judicial, la evidencia de actos de corrupción que involucran al Gobierno y los muertos por una catástrofe evitable son las nuevas razones que alimentan la protesta"; 3) Los puntos de encuentro para el cacerolazo del 18A (1:17hs). Bajada: "En Capital Federal marcharán desde el Obelisco a Plaza de Mayo hoy a las 20; existen convocatorias en otras provincias y en distintas ciudades del mundo" [este artículo brindaba los puntos de encuentro en un mapa de Google, "según la información difundida por cadenas de correos electrónicos y redes sociales"]; 4) El pulso del #18A en las redes sociales (13:59hs). Bajada: "Seguí los tweets y fotografías de la convocatoria compartidas por los usuarios en tiempo real"; y como último artículo del día, 5) Empezaron los primeros cacerolazos del 18A en distintas partes del mundo (17:18hs). Bajada: "En Australia, por la diferencia horaria, ya se desarrolló la protesta al igual que en Japón; el reclamo se extenderá a, al menos, quince países" (¡sic!). Este notable artículo, publicado en Internet a tres horas del comienzo formal de la movilización, daba al menos unas 25 direcciones de caceroleo para unos diez países entre europeos, norteamericanos, suramericanos, Australia e Israel. Las clases medias y trabajadoras del mundo están indignadas con Cristina Fernández de Kirchner, por eso, de tanto en tanto, los indignados del planeta real dan a nuestro país y a nuestro gobierno como modelo y ejemplo a seguir. Pasemos ahora a Clarín. Este diario, si bien no tiene una sección específica de columnas y análisis del 18A, sí tiene una sección "tuitera" #18A (http://www.clarin.com/18A.html), la cual publica al día de hoy y en tiempo real los tweets vinculados a la temática. El día de la marcha, el Grupo Clarín publicó en su diario las siguientes notas: 1) Nueva marcha contra el Gobierno convocada en las redes sociales. Bajada: "La cita es para ir hoy a las 20 desde el Obelisco a la Plaza de Mayo". Más adelante se lee: "Comenzó con tibieza el 13S, siguió con el masivo 8N, y llegó el momento del 18A. Una nueva fecha que fue creciendo en las redes sociales en Internet para hacer oír en las calles y plazas el descontento contra el Gobierno y que en los últimos días sumó el apoyo de los principales dirigentes de la oposición". Entre los primeros comentarios que acompañaron esta oda a la cacerola, oh casualidad, estaba el de una tal Zita: "No a la reforma judicial, no al adoctrinamiento de La Cámpora en las escuelas ni en los trabajos, etc. Cristina y sus ideólogos sigilosamente meten mano a la Constitución para perpetuarse en el poder y quieren controlar todos los poderes como en Cuba y Venezuela ya que van por el mismo modelo..."; 2) Los cacerolazos ya empezaron en otras partes del mundo (12:49hs). Bajada: "La primera en mostrar la protesta prevista para hoy fue Australia. Luego siguieron Alemania, Canadá, Suecia y Japón. Las fotos". ¿Fotos? En Londres, la multitudinaria marcha tiene una imagen con siete personas. En Alemania, una mujer con una pancarta: "Sin Justicia no hay futuro". El artículo detalla las mismas coordenadas caceroleras en las mismas urbes y países que el referido de La Nación, casi idéntico en título y contenido.

UNA MOVILIZACIÓN OPOSITORA CADA CINCO AÑOS. En la víspera de la Marcha de la Constitución y la Libertad, Perón denunciaba por radio al país quiénes eran sus incitadores: la Bolsa de Comercio, la gran burguesía, la oligarquía y "cierto periodismo". ¿Qué cambió desde entonces en relación a la marcha del 18A? Desde hace por lo menos un lustro y medio que el mismo frente oligárquico-burgués del subdesarrollo, la pobreza y la dependencia en la Argentina viene construyendo el disenso y la discordia en buena parte de nuestra sociedad. Como reproducir los títulos de los últimos siete años de los dos principales medios de comunicación del aludido frente nos llevaría meses, preferimos aquí citar sólo las notas coincidentes con el día de la muy espontánea marcha del 18A. El lector saque sus propias conclusiones, pero téngase en cuenta que el tipo de información sesgada, maliciosa y mentirosa leída precedentemente se ha venido reiterando sin pausa ni asco desde al menos 2500 días. Increíble resulta pues que en dicho período de tiempo sólo hayan habido tres marchas opositoras (en realidad fueron dos las cuantitativamente significativas). Y si analizamos desde 2003, vemos que dividido por los 3650 días, hubo una movilización contraria al gobierno cada 1825 días. Es decir, una cada cinco años

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SALIM LAMRANI: «Europa tiene mucho que aprender de la nueva América Latina», entrevista realizada por Margarita Alarcón para "Voltairenet.org”





Entrevista al investigador francés Salim Lamrani


“Rafael Correa, electo presidente de Ecuador en 2006, reelecto en 2009. Uno de sus primeros actos como gobernante fue la creación de una Comisión encargada de evaluar la legitimidad de la deuda nacional.”

“Ecuador logró disminuir la deuda de un 24% a un 11% del PIB
sin aplicar medidas de austeridad”






por Margarita Alarcón

Gravemente afectada por la crisis financiera, Europa busca una salida recurriendo a drásticos recortes del gasto social y a la reducción radical del sector público, mientras trata de mantener a flote la banca privada con miles de millones de euros sacados del bolsillo del contribuyente. Estudioso conocedor de Latinoamérica y crítico de las actuales políticas europeas, el investigador francés Salim Lamrani estima que hoy en día el Viejo Continente «tiene mucho que aprender» de esa parte del mundo que alguna vez colonizó. En entrevista concedida a la periodista cubana Margarita Alarcón, este profesor de Historia y Civilización latinoamericanas reclama además la defensa del legado revolucionario de Robespierre.

Red Voltaire | La Habana (Cuba) | 10 de enero de 2013


Creado en 2008, el Proyecto Canaima Educativo ya ha distribuido más de 2 millones de computadoras a los escolares venezolanos. El objetivo es que todos los alumnos de las escuelas públicas de primaria y secundaria dispongan de su propia computadora en 2015.

Margarita Alarcón: Háblanos un poco de la situación en Francia.

Salim Lamrani: Como el resto del mundo, Francia sufre de la grave crisis económica sistémica que afecta no sólo a las categorías más vulnerables de la sociedad sino también a las clases medias. Desgraciadamente, en vez de adoptar políticas voluntaristas para estimular la economía, Francia ha elegido la vía de la austeridad.

¿Y el resto de Europa?


Conviene recordar que las políticas de austeridad promovidas por la Unión Europea ―con la Alemania de Angela Merkel a la cabeza―, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) llevan a un callejón sin salida. En efecto son políticamente impopulares, económicamente ineficaces y socialmente desastrosas. En todos los países donde se aplicaron, ya sea en Grecia, Irlanda, Italia, Portugal o España ―sin excepción― fracasaron con un aumento de la pobreza y el desempleo, crecimiento de la deuda pública, desmantelamiento del Estado de bienestar con la destrucción de los servicios públicos y una disminución drástica de los ingresos del Estado.
El caso de la crisis de la deuda griega es un caso de manual e ilustra el fracaso total de las políticas neoliberales. En efecto, a pesar de la intervención de la Unión Europea, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo, a pesar de la aplicación de 9 planes de austeridad extrema ―alza masiva de los impuestos, entre ellos el IVA, alza de los precios, reducción de los salarios (¡hasta un 32% sobre el salario mínimo!) y de las pensiones de retiro, retraso de la edad legal de la jubilación, destrucción de los servicios públicos de primera necesidad como la educación y la salud, supresión de las ayudas sociales y privatizaciones de los sectores estratégicos de la economía nacional (puertos, aeropuertos, ferrocarril, gas, agua, petróleo) que han doblegado a la población, hoy la deuda es superior a lo que era antes de la intervención de las instituciones financieras internacionales en 2010.
No obstante, la crisis griega habría podido evitarse.

El Banco Central Europeo sirve directamente a los intereses del mundo financiero
¿Aquí entra a jugar, o no, su papel el Banco Central Europeo?

En efecto, habría bastado con que el Banco Central Europeo hubiera prestado directamente a Atenas las sumas necesarias, con la misma tasa de interés con la que presta a los bancos privados, es decir entre el 0% y el 1%, lo que hubiese impedido toda especulación sobre la deuda por parte del mundo financiero. Ahora bien, el Tratado de Lisboa, redactado por Valéry Giscard d’Estaing, prohíbe esa posibilidad por razones difícilmente comprensibles, si uno se basa en el postulado según el cual el Banco Central Europeo actúa en el interés de los ciudadanos.
En realidad, el Banco Central Europeo sirve directamente a los intereses del mundo financiero. Así, los bancos privados contrataron un préstamo al BCE con la tasa baja de un 0% al 1% y luego especularon sobre la deuda y prestaron ese mismo dinero a Grecia, pero con tasas que van del 6% al 18%, agravando así la crisis de la deuda, que ahora es matemáticamente impagable, ya que Atenas se encuentra en la obligación de contratar préstamos sólo para pagar los intereses de la deuda. Peor aún, el Banco Central Europeo vende a Grecia títulos de su propia deuda a precio de oro, es decir al 100% de su valor, mientras que los adquirió a un 50%, y especula así con el drama de una nación.
Por esas razones, resulta imprescindible reformar en profundidad el Tratado Europeo con el fin de autorizar al BCE a prestar directamente a los Estados y evitar así los ataques especulativos del mundo financiero sobre las deudas soberanas, como ha sido el caso en Grecia, Irlanda, España, Portugal e Italia, por citar sólo algunos.

A América Latina la excluyen en temas económicos por haber sido históricamente el «patio trasero», ¿Vez cambios en este aspecto?


A su llegada al poder en 2007 [en Ecuador], el presidente Rafael Correa redujo el servicio de la deuda a un 25% del presupuesto y creó una Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público, con el fin de evaluar la legitimidad de la deuda. Esa Comisión publicó su informe y consideró que la deuda comercial ecuatoriana era ilegítima. En noviembre de 2008, el presidente Correa procedió a la suspensión del pago de un 70% de la deuda pública.
Como lógica consecuencia, el valor de la deuda ecuatoriana perdió un 80% de su valor en el mercado secundario. Quito aprovechó la ocasión para comprar 3 000 millones de su propia deuda por una suma de 800 millones de dólares, realizando así un ahorro de 7 000 millones de dólares de intereses que el país habría tenido que pagar hasta 2030.
Así, mediante una simple auditoría, Ecuador redujo, sin gasto alguno, su deuda en cerca de 10 000 millones de dólares. La deuda pública pasó de un 25% del PIB en 2006 a un 15% en 2010. Al mismo tiempo, los gastos sociales (educación, salud, cultura, etc.) pasaron de un 12% a un 25%.

¿Ves esa experiencia como un ejemplo válido para el resto del mundo?

Para volver al tema de la deuda, Europa tiene mucho que aprender de la nueva América Latina. Ecuador logró disminuir la deuda de un 24% a un 11% del PIB sin aplicar medidas de austeridad. Dicha deuda, contratada en los años 1970 por regímenes dictatoriales, era por esencia ilegítima y entraba en la categoría de deuda llamada «odiosa».
Entre 1970 y 2009, Ecuador rembolsó 172 veces el monto de la deuda de 1970. No obstante, debido a los intereses exorbitantes que se imponían a la nación, el volumen de esa deuda se multiplicó por 53. Del mismo modo, entre 1990 y 2007 el Banco Mundial prestó 1 440 millones de dólares y Ecuador rembolsó a esa institución la suma de 2 510 millones. El servicio de la deuda representaba, entre 1980 y 2005, el 50% del presupuesto nacional, en detrimento de todos los programas sociales.

¿Por qué Europa, especialmente España y Grecia que vivieron muchos años bajo regímenes dictatoriales, no podría hacer lo mismo?

En efecto, hay dos opciones para resolver la crisis económica: disminuir los gastos públicos y aplicar políticas de austeridad, con los resultados que ya conocemos ―un fracaso total―, o aumentar los ingresos del Estado mediante el alza de los impuestos a las categorías más adineradas, aumentar el salario mínimo y realización de inversiones masivas por parte del Estado. La ideología dominante que reina en los medios informativos elude minuciosamente abordar la segunda posibilidad porque significaría afectar los intereses de los más privilegiados.

¿Por qué hay que aumentar el salario mínimo?

El aumento del salario mínimo constituye la base del programa del FDG [1] y reviste un doble objetivo.
Primero, permitirá mejorar el nivel de vida de una parte sustancial de los ciudadanos franceses, una inmensa mayoría mujeres (80%), que sobrevive difícilmente con semejantes ingresos. Además, 8 millones de franceses viven por debajo del umbral de la pobreza (fijado en 970 euros mensuales) en la quinta potencia mundial, a pesar de que el país es dos veces más rico que en 1990 (con más 2 560 millardos [2] de euros de riqueza producida al año).
O sea, el aumento del salario mínimo permitirá estimular la economía. En efecto, el aumento del salario mínimo alentará automáticamente el consumo de esa categoría de la población, cuyas necesidades son importantes, y de rebote llenará el libro de pedidos de las empresas. Estas, a su vez, reclutarán la mano de obra necesaria para satisfacer esta nueva demanda, lo que tendrá un impacto positivo en la tasa de desempleo, que lógicamente se reducirá. Así, el Estado verá crecer sus recursos gracias a la contribución tributaria de los nuevos asalariados y disminuir sus gastos dedicados a las ayudas a los desempleados, creando así un «círculo virtuoso».

Pasemos a otro tema, ¿cómo llegas a Cuba?

La lectura del magnífico libro del historiador y profesor estadounidense Howard Zinn A People’s History of the United States tuvo una importancia decisiva. Empecé por interesarme en la política exterior de Estados Unidos e inevitablemente descubrí los trabajos de Noam Chomsky. El ha escrito excelentes libros sobre la política exterior de Washington. Me interesaba mucho América Latina y descubrí Cuba, su lucha por la independencia, la Revolución Cubana, la figura del Che y sobre todo su peculiar relación con Estados Unidos. Decidí especializarme en el tema e hice mis estudios de doctorado sobre la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba durante la guerra de liberación nacional, entre 1956 y 1959. Ahora dedico la mayor parte de mis investigaciones universitarias a las relaciones entre ambas naciones.

¿Y Cuba y el periodismo... cómo encajan en esto?

Mi experiencia periodística empezó con una constatación: hay un abismo que separa la imagen de Cuba en Occidente de la realidad de la Isla. Cuando uno lee la prensa occidental tiene la impresión de que Cuba es el infierno de Dante. En cambio, todas las instituciones internacionales elogian el excelente sistema social cubano, la educación, la salud, el internacionalismo humanitario, la prevención de la delincuencia, la protección de la infancia, el desarrollo de la agricultura urbana, la Defensa civil, etc. Llegué al periodismo porque, al igual que millones de ciudadanos del mundo, no estaba satisfecho con la imagen de Cuba que transmitían y que siguen transmitiendo los medios informativos, una imagen que me parecía parcial, desequilibrada, engañosa e ideológicamente orientada. En violación de los principios básicos del periodismo, los medios de comunicación, con la minuciosidad de un relojero, silencian todos los aspectos positivos que tiene la sociedad cubana y magnifican todos los aspectos negativos que pasarían desapercibidas si se encontraran en otra parte de mundo.
Nunca he creído que Cuba era Alicia en el país de las maravillas. Tampoco creo que sea la antecámara del infierno como la presenta la prensa.

¿Cuánto conoces de la literatura latinoamericana?

Soy profesor de Historia y Civilización Latinoamericana. Durante mi carrera universitaria estudié literatura tanto española como latinoamericana. He leído a los grandes clásicos de la literatura latinoamericana, desde Miguel Angel Asturias, Jorge Luis Borges, Gionconda Belli, Gabriela Mistral, el inolvidable Pablo Neruda, José María Arguedas, Alejo Carpentier, Octavio Paz, Augusto Roa Bastos, César Vallejo y Mario Vargas Llosa ―brillante escritor y despreciable político a la vez. Me gustan más la novela de tipo social y los escritores comprometidos con los desafíos de su tiempo.
Robespierre entendió que el principal enemigo del pueblo y de la Patria era el poder del dinero

¿Cómo te catalogarías si tuvieras que hacerlo?

Te responderé citando a Maximilien de Robespierre, nuestro Libertador, el que debería ser considerado como el Héroe Nacional de Francia, el Padre de nuestra Patria a quien le debemos nuestra divisa «Libertad, Igualdad, Fraternidad»: «Soy del pueblo, sólo vengo de allí, no quiero ser más que eso y desprecio a quien tenga la pretensión de ser algo más». Siempre me ubicaré al lado del pueblo y de los desposeídos.

¿Entonces el rescate de la historia de la América latina de hoy te cautiva un poco por todo eso, no?

Hablando de Robespierre, permíteme una reflexión. Cuba logró rescatar la figura de su Héroe Nacional José Martí. Venezuela, gracias a Hugo Chávez, logró rescatar la figura del Libertador Simón Bolívar. En Francia nos toca la tarea de rescatar a Maximilien de Robespierre, el Incorruptible, que era a la vez un visionario y un hombre de su tiempo. Robespierre entendió muy temprano que el principal enemigo del pueblo, de la República, de la Patria y del Estado de bienestar era el poder del dinero. Por eso fue tan vilipendiado, ofendido y asociado a la época del Terror y presentado como un hombre sanguinario, como si hubiera tenido el poder judicial. Eso carece de sentido pues Robespierre ni siquiera pudo enjuiciar a sus más connotados enemigos, los que traicionaron los ideales de la Revolución. Además, hablando de Terror, es importante recordar las cifras. Los archivos del Tribunal Revolucionario de París demuestran que hubo menos de 3 000 ejecuciones en la capital (en total, 17 000 en toda Francia), en un contexto de guerra civil y de guerra de todas las monarquías de Europa contra la Revolución y en contra de la República. Como comparación, durante la Comuna de París en 1871, ¡los versalleses [3] fusilaron en una semana a 20 000 personas sin juicio!
Es un bochorno que Robespierre, el más puro patriota de la historia de Francia, la figura principal de la Revolución, el defensor de la soberanía popular, no descanse en el Panteón donde reposan los restos de nuestros grandes próceres, desde Víctor Hugo hasta Jean Jaurès. Ni siquiera tiene una estatua en París. También es una vergüenza que el 22 de septiembre, día de la Fundación de nuestra República por Robespierre y sus compañeros, no sea una fecha celebrada en Francia.

Entrevista realizada por Margarita Alarcón, periodista cubana.
Fuente: La Ventana (Portal informativo de la Casa de las Américas)
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[1] El FDG o Front de Gauche, en español Frente de Izquierda, es una alianza electoral de partidos políticos franceses iniciada en 2009 por el Partido Comunista Francés y el Partido de Izquierda (PG). Nota de la Red Voltaire.
[2] 1 millardo = mil millones. Nota de Red Voltaire.
[3] El gobierno provisional de la burguesía, presidido por Adolphe Thiers y establecido en Versalles. Nota de la Red Voltaire.


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lunes, 29 de abril de 2013

HERNÁN ARBIZU: “Gracias a Lanata se volvió a hablar de la estafa de Clarín”, entrevista de Francisco Balazs para Miradas al Sur del 28-04-13.





Miradas al Sur Año 6. Edición número 258. Domingo 28 de abril de 2013

Por 
Francisco Balazs

ENTREVISTA A

HERNAN ARBIZU

 En el mismo horario en que se emitía el programa del Grupo Clarín que presenta los domingos Jorge Lanata, en el canal de noticias C5N, Hernán Arbizu, denunciante ante la Justicia del Grupo Clarín en 2008 por lavado de dinero, evasión y eventual fraude, volvía a ratificar su denuncia que cuenta con documentación, y pruebas fechacientes. Arbizu trabajó durante casi 20 años en el sistema financiero de bancos internacionales. Su último puesto durante cinco años fue en el banco JP Morgan con mandato de cuentas del Cono sur. Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay.
 –¿Qué es lo que lo llevó a hacer pública la semana pasada su denuncia contra el Grupo Clarín?

–Se dio gracias a Lanata, que permitió que a partir de sus propios errores en su supuesta investigación, yo pudiera recordar que existe desde el año 2008 una denuncia radicada en la Justicia, que realicé de manera efectiva, con pruebas y documentación, y sin farandulismo, sobre lavado de dinero, fraude y estafa del Grupo Clarín a las AFJP, justamente desde el mismo medio en el que Lanata pretendía realizar denuncias de lavado de dinero. Y mi denuncia Lanata la conoce muy bien porque él mismo escribió notas sobre esto y me entrevistó para el diario Crítica.

–¿Cuál es el estado de la causa a cinco años de su denuncia?
–Congelada, no hubo movimientos posteriores a mi denuncia al Grupo Clarín ante la Justicia, centrada en lo que es evasión impositiva, si bien nombró el fraude de AFJP. Después, la Unidad de Información Financiera me llamó dos o tres veces a declarar, o a una indagatoria, y ahí hablé más también sobre la denuncia de lavado, evasión impositiva y las estafas a las AFJP.
–¿Cuándo fue la última vez que lo llamaron de la Justicia por la causa de denuncia contra Clarín? –El día en que hice la declaración, en junio del 2008.
–¿Pudo tener acceso últimamente a la causa para observar su evolución?
–Yo no tengo acceso a la causa como parte. Mis abogados no pueden ver la causa.
 –¿Por qué?
–Porque estoy excluido. Yo no soy parte, a pesar de ser denunciante.
–Usted afirmó, tiempo atrás, que desde los puestos que ocupó en diferentes bancos multinacionales vio pasar mucho dinero de argentinos, personas y empresas a lo largo de su carrera. Al menos de una parte de lo que se cuantifica del total de dinero de argentinos en el exterior
–Sí, de ese monto que se calcula podría llegar a estar cerca de los 300 mil millones de dólares. Y sí, yo soy parte real y física de eso.
–¿Cuál fue el monto aproximado de dinero que manejó y salió del país durante el tiempo que trabajó en esos bancos?
 –Cerca de 20 mil millones de dólares. Y repito algo que ya he dicho otras veces: vi deportistas, empresarios, gente del mundo del espectáculo, pero yo no vi políticos. Entre mis ex compañeros de trabajo la pregunta siempre era “¿dónde tienen la plata los políticos?”. No quiero ser necio y negar que pueda ocurrir, la corrupción, como en toda estructura social de todos los países del mundo, alcanza a políticos, empresarios, pero en mi caso yo no vi nunca a políticos, y los colegas míos nunca habían visto un político tampoco.
–Del J. P Morgan ¿qué queda en la Argentina?
–Del J. P. Morgan, la unidad de banca privada en enero de este año, les avisaron a su clientes argentinos que para el 29 de marzo pasado tenían que tener las cuentas cerradas y obviamente haber transferido la plata a otros bancos.
–¿Sabe adónde fueron esas cuentas, o cómo asesoraron a sus clientes en esa migración de fondos? ¿Perdieron a todos esos clientes?
 –Sí, los perdieron. Lo que hizo rápidamente el Citibank fue contratar al jefe de Cono Sur en la JP Morgan, Lucke Palacio.
–¿Dónde se encuentra operando Lucke Palacio? –En Miami. Estaba en Nueva York conmigo y ahora está en Miami. Justamente lo contratan para que lleve la mayor cantidad de clientes. –Cuando menciona los casi 20.000 millones de dólares esos que vio pasar por las cuentas que usted manejaba ¿hay alguien, aunque sea una persona física o jurídica, aunque no la pueda nombrar, que sea el que pica en punta lejos en cantidad de dinero entre argentinos y argentinas?
–Hay alguien muy claro sobre el resto y que está lejos de ser un empresario kirchnerista como pretende acusar Lanata. Digamos que son empresarios supragubernamentales porque han pasado por todos los gobiernos. Cuando vi publicada en algunos diarios esta semana la solicitada de la Asociación de Empresarios Argentinos (AEA) en contra de la reforma del Poder Judicial, me reí porque todos los firmantes que vi, o eran clientes o eran prospects míos, es decir los que no eran clientes y que íbamos a buscar como clientes.
–En la experiencia que tuvo en ese período, ¿cuáles otros países tenían la dimensión de giro al exterior de dineros como la Argentina.
–Son números bastante veraces. La relación de inversión en el extranjero, ahorros en el extranjero y ahorros domésticos de un país era, Argentina, 70%-30%, 70 en el extranjero, 30 en el país, siendo generoso. Por ahí era más alto, era 80-20. Chile era al revés, 30 del extranjero, 70 local. De hecho, Morgan tenía una oficina de banca privada local para que invirtieran en la bolsa de comercio de Chile, les daba préstamos hipotecarios sobre un supermercado grande a los clientes... Brasil era 60 extranjero, 40 doméstico. El famoso flujo de ingresos de capitales que ha tenido Brasil son ellos mismos, son brasileños. Están repatriando los capitales, tal es así que también Morgan en Brasil está abriendo un fondo de inversión de acciones locales que en el término del lanzamiento a dos meses había juntado 3 mil millones de dólares, que eran clientes de Morgan que estaban trayendo la plata al país. Estaba pasando a ser mucho más la repatriación de capitales que la fuga de capitales. Muchísimo más.
–¿Y cuando se fugaban esos capitales en Brasil también tenían las características de evasión de la argentina? ¿O era salvaguardar dinero en la banca extranjera por temor a las inestabilidades propias de Brasil?
–En Brasil, en plena inflación compraban reales, invertían en reales. Pasaba más por salvaguardar, que por evadir. No es como el lineamiento argentino que de entrada dice “yo mando la plata afuera” porque primero da un estatus social y además, “porque no pago impuestos”.
–También en Brasil hubo períodos de grandes salidas de capitales y con también una enorme laxitud. –Sí, sí seguro. El problema es que acá en Argentina se culpa siempre a los gobiernos. Es decir, el ciudadano es víctima. Mencionaba hace un rato que en Brasil, en etapas de altas tasas y hasta de hiperinflación, por lo cual en teoría esos gobiernos estaban haciendo mal las cosas, se seguía invirtiendo en reales. La gente tenía confianza en la moneda y en el país por más que el gobierno en teoría hubiera sido malo porque tenían una inflación que volaba.
–Entre las inconsistencias de lo que pretendió ser una investigación de cómo lavar dinero, en el programa del Grupo Clarín, Lanata habló de cómo funcionaría la fuga del país de grandes cantidades de dinero, y que se lo sacaba en grandes cantidades de billetes transportados en bolsos.
 –Es importante aclarar este punto: en la mayoría de los casos, un 80%-90%, del dinero que se dice se va del país no sale en billetes, en efectivo, sino por medio de transferencias electrónicas. ¿Cómo uno se da cuenta si sale o no del país? Cuando le dicen cuánto está el cable, si está muy caro traer dinero es porque obviamente todo el mundo está trayendo dinero y entonces hay que conseguirla por otra parte...
 –¿Y dónde está toda esa plata?
 –En cajas de seguridad, en la compra de propiedades o en propiedades de alguna manera simulando un crédito. –¿Y cómo lo traen?
–Por transferencias también, y acá se les habilita ese efectivo que anda dando vueltas. Si está muy caro mandar dinero es porque está todo el mundo demandando. Es oferta y demanda. Hay veces, yo me acuerdo, que si alguien quería traer dinero no solamente no pagaba, le pagaban para que pudiera traerlo porque obviamente faltaba plata acá

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Decadencia y confusión de la crema y lanata del poder mediático, por Francisco Balazs (para "Miradas al Sur" del 28-04-13)



Miradas al Sur. Año 6. Edición número 258. Domingo 28 de abril de 2013

El fugaz impacto del poder de fuego del Grupo Clarín. La representatividad opositora y el caso del aspirante a ocupar el lugar de Bernardo Neustadt, que luego de crear una desmedida expectativa solo demostró un show.
Amenos de una semana de la segunda emisión del programa de Canal Trece del Grupo Clarín, conducido por Jorge Lanata, en la agonizante noche del viernes pasado, la edición digital del diario La Nación, socio del Grupo en sus tropelías mediáticas, destacaba en un pequeño y perdido recuadro la siguiente noticia: “Detectan vuelos nocturnos de Fariña a Punta del Este: Según publicó el diario (uruguayo) El Observador, el empresario era un asiduo pasajero de vuelos privados con destino a Punta del Este”. A ese espacio, a esa “prueba”, quedó reducida una investigación extraviada, que resulta una muestra de los últimos resabios de lo que una semana atrás develaba a una audiencia que cautivó 33 puntos de rating esperando las pruebas de una denuncia que, al decir de Lanata, “durará lo que la gente decida que dure”, y duró menos de lo que el aspirante a Bernardo Neustadt de estos tiempos había previsto. El proyecto de reforma judicial tratado en el Congreso durante la semana terminó de sacar de la agenda mediática a Lanata, a sus colegas Luis Ventura y Jorge Rial, y a la troupe de figuras mediáticas involucradas en su denuncia. Quizá lo más entretenido que dejó la investigación fueron las discusiones de las hermanas Calabró, y que el tema fuera la comidilla de los panelistas del programa de Alejandro Fantino.
Cebados y cebadores. Comprender, asimilar los cambios de época, paradigmas y desafíos que presentan los cambios en las dinámicas políticas y sociales es la clave fundamental para que una empresa pueda sobrevivir, expandirse, o sucumbir. El Grupo Clarín, a través de sus medios de comunicación, entendió cómo adaptarse a esos cambios durante las últimas décadas. Dispuso de un poder efectivo de fuego en el manejo de la “realidad” que le permitió, sin pudor, admitir su capacidad de condicionar y debilitar gobiernos. Lo llevó a jactarse, y la sociedad lo naturalizó sin escandalizarse, de aquello que al Grupo le bastaba con las famosas cuatro tapas de Clarín para golpear, debilitar y hasta voltear a un gobierno, o forzar elecciones. Se constituyó en heredero y representante del poder civil que comenzó a construirse durante la dictadura. En alianza con los principales poderes económicos ejerció su poder de fuego contra el gobierno de Raúl Alfonsín, poniendo en práctica, por primera vez, su poder disciplinador a un gobierno democrático. Desde entonces, avanzó y creció de manera exponencial, a través del crecimiento de sus medios de comunicación y de la diversificación de negocios e inversiones en áreas que nada tienen que ver con el periodismo. En 2002, en plena crisis, le impusieron al entonces presidente interino, Eduardo Duhalde, el desplazamiento de su ministro de Economía (Jorge Remes Lenicov) para salvar al Grupo de la quiebra que lo acechaba. Esta larga enumeración de logros, crecimiento y demostraciones de poder, procura sintetizar la evolución de poder e impunidad, o para llamarlo con una expresión más de barrio, cebados de su poderío. Cuando quisieron imponer su fuerza con otro gobierno democrático, en 2008, representando intereses agropecuarios (otro de los negocios del Grupo) se encontraron con un adversario que le discutió su poder de fuego, y fue desafiado por primera vez. A partir de entonces, y hasta nuestros días, cambió en el país la manera de discutir la información y la lectura de la “realidad”, y la jactancia del poder de las cuatro tapas dejó de naturalizarse, y ahí nomás, llegó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la brutal y casi enceguecida lucha que encabeza desde entonces el Grupo por imponer su otrora efectivo poder de fuego le está produciendo grotescos efectos de desgaste, de perdida de credibilidad y de dejar abiertamente al descubierto sus intereses, de utilizar y exponer hasta el ridículo a la casi totalidad del arco político opositor que se cobija en los pliegues de su poder creyendo que el grupo sigue siendo el mismo que antes del año 2008. La adaptación a los cambios de época son fundamentales, como se apuntó anteriormente, a la continuidad de cualquier actividad, empresarial en este caso. Negarlo, no entenderlo y persistir en la ceguera arroja decadentes resultados.
En el caso de Jorge Lanata, con quien comenzó esta nota, su protagónico papel que le otorga el programa de entretenimiento político que conduce los domingos por la noche es otra pieza del armado mediático que, cual tango, podría llamarse en lugar de “Los mareados”, “Los cebados”. Poco necesita el aspirante a Bernardo Neustadt para que lo ceben y se crea hasta encabezando a las fuerzas opositoras. El cebo, generalmente, se convierte en veneno.

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REINDUSTRIALIZACIÓN, por Mariano Kestelboim (para "Página 12" del 28-04-13)



por Mariano Kestelboim *

* Coordinador del Departamento de Política Económica de SID-Baires.
@marianokestel


Más allá de los dilemas económicos actuales y de que Argentina esté lejos de poseer una estructura productiva desarrollada, la reindustrialización alcanzada desde la salida de la crisis de la convertibilidad hasta 2011 fue uno de los logros más importantes de las últimas cuatro décadas. Sin embargo, algunos estudios al respecto la despreciaron.
“Radiografía de la industrialización argentina en la postconvertibilidad” fue el informe, publicado por el Cippec, de mayor difusión en ese sentido. Sus autores, Lucio Castro y Eduardo Levy Yeyati, remarcaron la contracción de la incidencia del sector manufacturero en la economía. El trabajo, basado en el período 1993-2011, indicó que “a pesar de los esfuerzos y los fondos invertidos en protección industrial, la Argentina estaría convergiendo a la senda declinante común a otros productores de commodities, en línea con el aumento de los precios relativos de los bienes primarios”. Y concluyó que “en un contexto en el que la desaparición de la protección cambiaria eleva el costo fiscal de esta estrategia, aferrarse al folclore industrializador sesentista no parece hoy la opción más sensata”.
En oposición a esa visión, el desenvolvimiento de la industria local fue muy diferente al observado en el resto de los países de la región. Todos, con una orientación de sus políticas muy distinta a la de Argentina, no resistieron la reprimarización económica en un escenario de agresiva competencia asiática. El deterioro de sus capacidades industriales se produjo a pesar de tener un mejor punto de partida. En esos casos debieron enfrentar una deuda menor, crisis previas no tan degradantes de su industria y de su capacidad de gestión pública y gozaron de un “viento de cola” más intenso (los precios de exportación de sus riquezas naturales crecieron, en las mayores economías de la región, entre dos y tres veces más que los nacionales y fueron más fáciles de aprovechar sin conflictos distributivos).
Según la Cepal, entre 2004 y 2011, en todos los países de Latinoamérica aumentó la participación de los productos primarios en la exportación total, excepto en Argentina, donde su participación cayó 4 por ciento. Este fenómeno es muy significativo en los países más industrializados. En Brasil la participación primaria creció 41 por ciento, en México 45 por ciento y en Colombia 31 por ciento, en detrimento de la industrial.
El señalado estudio también cometió el error de evaluar el PBI a precios de mercado (incluye impuestos) en lugar de considerarlo a precios de productor (sin impuestos). De esa forma, al comparar aisladamente el PBI industrial respecto del total se subestimó su participación, ya que los impuestos crecieron más que proporcionalmente que el PBI a precios de productor. Con la corrección correspondiente, el PBI industrial representó, en 2011, el 18 por ciento del PBI y no el 16 por ciento como informó el Cippec.
Una conclusión cierta del informe fue el crecimiento de la participación de los servicios en la economía, aunque su magnitud fue sobreestimada. No tuvo en cuenta el proceso, iniciado desde mediados de los ’90, de deslocalización de tareas no productivas que la industria fue tercerizando. Así, valor agregado antes contabilizado como industrial engrosó el PBI de servicios. Esa tercerización y el fuerte crecimiento de la demanda de las ramas productivas provocaron que rubros como transporte, almacenamiento y comunicaciones sean los de mayor dinamismo, junto a la intermediación financiera. La demanda del sector productivo impulsó a los tres primeros a acumular, entre 2003 y 2011, una suba del 143 por ciento. Además, el auge de los nuevos servicios vinculados con las TIC también ganaron un gran peso y facilitaron la tendencia a la deslocalización.
Otra omisión de la citada “radiografía” fue no haber advertido que el boom de la construcción se derivó de la sostenida revalorización inmobiliaria y del propio dinamismo productivo.
En suma, los factores señalados demuestran que la variable de la participación del producto industrial en el PBI es poco relevante para analizar el grado de industrialización reciente y que de ninguna manera puede afirmarse que la industria no haya logrado reverdecer, a contramano de las de los países vecinos.
Un hito no considerado del proceso reciente es que históricamente el comportamiento de la economía local había estado condicionado por el rol asignado a América latina en la división internacional del trabajo. Sin embargo, a partir de una creciente administración pública soberana durante el referido período, se fue diseñando un esquema de organización interna de la producción que rompió por primera vez con el modelo de crecimiento aplicado en la región. Lo más notable fue que consiguió alterar el sendero de primarización. El PBI industrial per cápita, tras haberse contraído entre 1977 y 2002 un 40 por ciento, llegó a superar en 2011 el nivel de participación en la plataforma productiva que tenía a inicios del 1 a 1.
Empleo e inversión
Otro aspecto real observado por el Cippec fue la limitada contribución del sector manufacturero a la creación de empleo. Sin embargo, la industria siguió liderando la contratación de trabajadores con casi 2 millones de empleos en 2011. La menor tasa relativa de creación de empleos obedeció también a la deslocalización, a la mayor automatización productiva y a las ganancias de productividad por inversiones, una mejor organización de procesos y a mayores economías de escala en un mercado en crecimiento. Asimismo, haber partido de una base industrial diezmada también determinó una menor base de contención. Ahora bien, la reactivación industrial fue fundamental por su capacidad dinamizadora de encadenamientos sectoriales, difusión de externalidades positivas y activa inserción en redes dinámicas de comercio y servicios.
En un marco de fortalecimiento del consumo interno con costos en alza, el modelo obligó a que las empresas buscaran prorratear gastos fijos en una mayor producción. Si bien en los primeros años se aprovechó la capacidad instalada ociosa –su utilización, según la estadística oficial, pasó del 65 por ciento en 2003 al 73 por ciento en 2005–, luego se estabilizó por debajo del 80 por ciento y el crecimiento fue dependiente de inversiones. El nivel promedio de inversión, que entre 1993 y 2001 fue del 19 por ciento del PBI, escaló a una media del 22,5 por ciento entre 2006 y 2011, con un pico del 24,5 por ciento en 2011.
La ampliación de la capacidad productiva también se reflejó en el cambio de la composición de la inversión. Más allá del gran crecimiento de la construcción, la incorporación de bienes durables de producción y la compra de vehículos crecieron más aceleradamente. Ahora bien, el impacto de la desindustrialización de los años previos en el nivel de autonomía de abastecimiento de maquinaria no se pudo revertir aun con el aumento de la inversión registrado. Las compras externas de bienes de capital llegaron a representar el 65 por ciento de la incorporación de tecnología en 2011, mientras que a comienzos de la convertibilidad representaban menos del 40 por ciento, lo cual agudizó el problema de escasez de divisas.
El efecto de la política macroeconómica de impulso de la demanda agregada y de reacomodamiento de precios relativos favorables a la producción interna fue fundamental para el proceso de recuperación. Sin embargo, este esquema tiende a agotarse si no se acompaña de un denso conjunto de políticas industriales. Además del acceso general a créditos a bajas tasas de interés, de la ejecución de obra pública, de los esquemas de administración comercial y de los estímulos al desarrollo de proveedores y sustitución de importaciones, deben diseñarse instrumentos específicos de distribución del excedente dentro de cada entramado productivo y crearse un organismo financiero dedicado exclusivamente a la orientación estratégica de los créditos. Asimismo, debería sincerarse y replantearse la relación comercial con Brasil en base a la generación de empleos y distribución del ingreso que el intercambio entre ambos países provoca.
Estado
La desaceleración reciente de los niveles de crecimiento, la inflación, la pérdida de competitividad y las distorsiones de precios relativos generan tensiones que se suman a las restricciones estructurales de un país en vías de desarrollo y obligan a repensar la agenda de largo plazo. No obstante, estos dilemas no pueden opacar el notable cambio de tendencia descripto, que logró orientar los recursos nacionales a la producción, a diferencia de las políticas de ajuste, apertura y especulación financiera de los 25 años anteriores. Los procesos de desarrollo exitosos de la segunda mitad del siglo XX contaron de forma continua por más de dos décadas con una activa y eficaz intervención estatal en la economía, que activaron las inversiones y mejoras de productividad requeridas. Esos procesos fueron apoyados por correlaciones favorables de fuerzas locales e internacionales.
Lamentablemente, la intervención estatal genera antipatías, presiones y eventuales represalias de sectores rentísticos que deben resignar recursos en favor del desa-rrollo. Además del aval político para negociar con grupos de poder, la capacidad de la gestión pública y sus recursos, a través del conocimiento de cada eslabón productivo y de su interacción con el sector privado, es básica para diseñar mecanismos de acción en la distribución de parte del excedente y la fijación de metas de producción, inversión y empleo. Haber dejado que los mercados operen libremente en vastos sectores provocó múltiples distorsiones difíciles de revertir. Un caso emblemático es el textil. Mientras la venta de indumentaria de marca arroja extraordinarias ganancias que son distribuidas entre segmentos no productivos –dueños de locales comerciales, bancos y marcas que no producen–, los operarios de la confección registran una elevadísima precariedad laboral. Los talleres no pueden acceder a las herramientas de fomento público y son el principal cuello de botella para la expansión general de la cadena. El desequilibrio es tan fuerte que, en el caso de un jean de marca, el arancel por una operación electrónica e instantánea de uso de la tarjeta de crédito (3 por ciento) triplica la remuneración del operario de un taller informal.
El grado preciso de industrialización alcanzado amerita profundas investigaciones de campo que documenten las transformaciones realizadas. Lo que de ningún modo puede negarse es que la industria atravesó, entre 2003 y 2011, un formidable proceso de recuperación con creación de empleo, inclusión social y mejoras de productividad, luego de una abrupta contracción tras dos décadas y media de políticas antidesarrollistas


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SUSTITUCIÓN INCONCLUSA, por Claudio Scaletta (para "Página 12" del 28-04-13)


Por Claudio Scaletta
 
Dejando de lado a los economistas neoliberales, los que generalmente laboran para el sector financiero y las grandes empresas, existe un consenso bastante generalizado en la profesión sobre cuáles son los principales problemas de la economía local. Bajo esta perspectiva, ninguno de los problemas contemporáneos puede ser considerado estrictamente nuevo. Todos fueron tratados por lo que bien puede denominarse una macroeconomía “argentina”, en el sentido de la producción teórica de una suma de economistas que pensaron, escribieron y teorizaron sobre las particularidades locales en el contexto latinoamericano y en su relación con el mundo, desde Raúl Prebisch a Marcelo Diamand o Aldo Ferrer, sólo por dar unos pocos nombres, a los que se suman muchos de las nuevas generaciones, con algunos integrantes quizás igual de brillantes, pero que, por juventud, todavía no cuentan con “una obra”. En mayor o menor medida, todos estos economistas se aglutinan en un colectivo heterogéneo normalmente identificado, por negación frente al mainstream y el cercano marxomarginalismo de la izquierda local, como heterodoxia. Lo que importa aquí no es definir el contenido de estas corrientes, sino el consenso sobre los problemas que resultan pensados por la heterodoxia. Dedicando estrictos pocos renglones a su repaso, la heterodoxia acuerda en la existencia de una estructura económica local desequilibrada, con mayor productividad de los sectores primarios, que requiere de la acción de las instituciones económicas estatales para desarrollar un sector industrial más complejo y articulado. A ello se suma el carácter deficitario de la producción manufacturera, importadora de insumos y bienes de capital. El punto crítico llega con el crecimiento. Al alcanzar un determinado punto, la generación de divisas de los sectores exportadores, de base mayoritariamente primaria, no alcanza para abastecer los requerimientos de insumos del sector manufacturero, lo que da origen a la llamada “restricción externa” que se manifiesta en escasez de divisas. La solución tradicional a esta escasez asumió diversas formas, desde aumentar la oferta instantánea de divisas por vía del endeudamiento público o la inversión extranjera (lo que como contrapartida reduce la oferta intertemporal) a la devaluación de la moneda, la que opera por la negativa; es decir, no vía aumento de las exportaciones, como sostienen sus apologistas, sino freno al crecimiento y, con ello, de las importaciones.
Frente al problema general de la restricción externa existen dos soluciones reales. Una es la que propone el grueso del establishment y consiste en olvidarse del desequilibrio de la estructura productiva, no violentar a las “fuerzas del mercado” y dejar que el país se especialice en sus “ventajas comparativas” estáticas. Dicho de otra manera, olvidarse de los sueños industrialistas. Detrás de este proyecto, que tuvo su tiempo de gloria en el último cuarto del siglo pasado, existe una poderosa alianza de clases: los representantes del bloque agromediático, del sector financiero transnacionalizado, de las actividades extractivas y, también, de parte de la industria: como la alimentaria y los productores de commodities industriales.
Aunque parezca extraño e ilógico, como puede verse en el listado de empresas que integran AEA, la Asociación Empresaria Argentina que lidera Héctor Magnetto, también se suman a la alianza sectores del capital supermercadista y de la industria automotriz. Este conglomerado, a través de sus aparatos ideológicos, suma a sectores de las clases medias, de cultura excluyente, poco deseosos de nuevos competidores en su segmento.La gran limitación de este modelo de especialización, que se manifestó en la gran crisis de 2001-2002, es que deja demasiada gente afuera.
La segunda solución es la inclusiva. Que el Estado intervenga para equilibrar la estructura productiva, que haya más valor agregado local, empleo y mercado interno. Ello significa trabajar para evitar la restricción externa, lo que en términos reales no se soluciona con pases de magia cambiarios, sino de una sola manera: sustituyendo importaciones; desarrollando una industria no deficitaria en términos de balance externo.
Como se dijo al principio, no se trata de fenómenos nuevos y procesos desconocidos. Nadie que haya estudiado la economía local desconocía, digamos hace una década, cuáles eran los sectores en los que se debía trabajar en materia de sustitución.
Las tendencias entre producción de hidrocarburos y demanda de combustibles tenían signos contrarios desde fines de los ’90. YPF recién se recuperó en 2012 y se necesitarán años para volver al autoabastecimiento. Sólo en el primer trimestre de 2013 se importaron combustibles por 2000 millones de dólares, más que el superávit comercial total del período, que fue de 1300 millones. A fines de este año no habrá dólares extra de cosecha que alcancen.
Las principales discusiones de la Política Automotriz Común del Mercosur en los ’90 incluían la misma demanda de fondo tratada esta semana por las presidentas de Brasil y Argentina: el aumento de la composición local de los vehículos producidos en el país. El déficit externo del sector autopartista ronda los 8500 millones de dólares anuales (promedio 2011-2012). ¿Por qué la industria automotriz local aparece como aliada de clase de los sectores “antiindustrialistas”? Porque no existe una industria automotriz argentina, sino regional, a la que no le importa en particular el balance externo del país. Sólo así puede entenderse que firmas como FIAT integren AEA o que sus CEO tengan permanentes discursos públicos neoliberales.
El crecimiento de la economía en la última década no se dio solamente por el llamado viento de cola. Existió la decisión de fortalecer la demanda y la redistribución del ingreso, lo que posibilitó que las tasas de crecimiento locales superen a las de la región. Sin embargo, el viento de cola permitió recostarse en la renta de los recursos naturales y postergar el abordaje de la restricción externa vía políticas de sustitución más agresivas.
El trasfondo del presente no es la deficiencia de diagnóstico económico de problemas conocidos, sino de alianza de clases. Como lo demuestran las experiencias históricas de los países de industrialización tardía, la continuidad del desarrollo con inclusión demanda una intervención mucho más activa del Estado. El desafío es mayúsculo. Supone preguntarse cómo se instrumenta un proyecto que no es el querido por la alta burguesía. De esto se habla cuando se dice que el ruido del presente responde a la separación entre poder político y poder económico

jaius@yahoo.com

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HUGO CHÁVEZ, EL ÚLTIMO VIAJE (Trailer del documental francés sobre Hugo Chávez Frías), por Comité Socialista 27-04-13






Sábado, 27 de abril de 2013

Avance del documental francés, Hugo Chávez, el último viaje

Fuente: Portal web de VTV / You tube

Trailer del documental francés sobre Hugo Chávez, realizado en marzo de 2013, en Caracas en el funeral del Comandante. Este documental, producido por Kontre Kulture en colaboración con Igualdad y Reconciliación (Egalité& Réconciliation) , será lanzado en DVD en el verano de 2013.



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MACRI, EL CORDERO Y EL LOBO, por Roberto Caballero (para “Tiempo Argentino” del 28-04-13)





 De la Bonaerense de Duhalde a la Metropolitana de Macri. Las justificaciones del PRO y cómo convertir a víctimas en victimarios.
 

 En la salvaje represión frente al Hospital Borda, el fotógrafo de Clarín José "Pepe" Mateos recibió un balazo de goma en la mandíbula, luego fue atrapado, esposado y, finalmente, llevado detenido por efectivos de la Policía Metropolitana. Es la primera vez que un reportero gráfico sufre un ataque semejante, simplemente por hacer su trabajo, en 30 años de democracia. Ni siquiera en la Masacre del Puente Pueyrredón, de 2002, en la que fueron asesinados los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán por la Policía Bonaerense, las fuerzas represivas se atrevieron a esposar y detener a un trabajador de prensa, en ejercicio de su actividad. Precisamente aquel día, fue "Pepe" Mateos, haciendo un formidable trabajo en el hall de la Estación Avellaneda del Roca, quien capturó las imágenes dramáticas que permitieron conocer la verdad y desbaratar el relato oficial duhaldista, que primero atribuyó esas muertes al devenir azaroso de un choque entre manifestantes sumamente violentos y prolijos agentes de seguridad que pretendían imponer orden en el caos desatados por culpa de los piqueteros. A Eduardo Duhalde –según interpretó hace pocos días el presidente del tribunal que entendió en el crimen de Mariano Ferreyra y condenó a la patota de la Unión Ferroviaria–, esos homicidios, los de Kosteki y Santillán, le costaron la salida anticipada de la Casa Rosada. Fue el comienzo de su declinación política: Duhalde nunca pudo regresar de aquella mentira, ni de aquellos crímenes, que Mateos con su cámara ayudó a no dejar impunes.
Hay que hacer memoria. Regresar al contexto de época. Tras el estallido de 2001, los movimientos sociales reclamaban fuertemente por la realidad lacerante que se vivía en sus territorios, con fábricas cerradas, ollas populares y merenderos de emergencia para contener a los pibes que se desmayaban por hambre. Un tendal de pobres y desocupados inundaban el paisaje social luego de la debacle del modelo neoliberal. La protesta popular se extendía a lo largo y a lo ancho del país. La SIDE de Duhalde, encabezada por Carlos Soria –increíblemente asesinado por su propia esposa una década más tarde–, comenzó a instalar la idea de que los grupos piqueteros formaban una protoguerrilla que iba por el poder, a través de la lucha armada, con apoyo de las FARC colombianas. Y lo hicieron con el aval propagandístico de los medios hegemónicos. Hoy parece todo un despropósito, una invención, un absurdo del autor de estas líneas, pero conviene ir a los archivos para descubrir que este delirio monumental era materia de opinión editorial cotidiana en los diarios Clarín, La Nación y la radio del Grupo Hadad.  A la demonización mediática, siguió una pertinaz campaña de acción psicológica que preparó el matadero argumental y físico de los militantes Kosteki y Santillán, dos supuestos guerrilleros del Conurbano profundo que entrenaban a los chiquilines de las barriadas en el combate cuerpo a cuerpo entre el pan duro y el mate cocido hirviendo.  De no haber sido por la labor del fotógrafo Mateos, las muertes de Kosteki y Santillán hubieran sido culpa de "la crisis" –como tituló Clarín– o de los planes de insurgencia lisérgicos que las usinas del poder agitaban. Pero allí estaban las fotos que permitieron conocer lo que realmente había ocurrido. La escalada violenta contra la protesta social que Duhalde impulsaba para restablecer un orden roto por la propia rapiña de los grupos económicos y no por la desesperada hambruna de la muchedumbre, llegó a su límite.
Las vueltas de la historia volvieron a poner a "Pepe" Mateos en el centro de otra escena igual de violenta, casi once años después. La protagonista, esta vez, no fue la Bonaerense de Duhalde sino la Metropolitana de Macri. Cuando el reportero estaba tomando la imagen de la demolición del Borda, le tiraron posta de goma a la cara primero, y luego varios policías le impidieron hacer su trabajo, lo tumbaron y lo esposaron.  Esa foto, la de la demolición, no debía existir. La cámara Nikon se le incrustaba en las costillas, mientras una rodilla policial lo mantenía en tierra inmovilizado. "No recuerdo una represión así", le dijo el hombre que retrató a los matadores del Puente Puyerredón al autor de estas líneas. Sobre el episodio, Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad macrista, el hombre que después de varios rodeos aceptó haber dado la orden de atacar con violencia inusitada a los manifestantes del viernes, afirmó: "Estaba golpeado. Fue un incidente. Él mismo le pidió disculpas a los policías." Lo dijo en la conferencia de prensa más vergonzosa que el oficialismo porteño haya dado en estos años. ¿Disculpas? Eso no existió ¿Golpeado? Sí, por una posta policial. Pero minutos antes de la mentira de Montenegro, Mateos había dado una entrevista a Radio Nacional, contando los hechos tal como fueron: "Me detuvieron y me esposaron para que no haga la foto de la demolición." Fueron los mismos policías que intentaron cortar los cables del móvil de CN23, atacaron al cronista de C5N y gasearon y balearon a todos los trabajadores de prensa que intentaban registrar lo que sucedía en Barracas.
Y lo que sucedía en Barracas, precisamente, no era "un choque entre policías y manifestantes", como reflejaba TN en sus zócalos. Era una represión policial salvaje, ordenada por la cúpula política del oficialismo porteño, que provocó ocho heridos, casi 50 detenidos y cinco horas de debate al interior del partido autonomista porteño PRO para afinar una estrategia de comunicación que justificara sus propios excesos ante la opinión pública. 

Mauricio Macri culpó "a grupos violentos" por lo sucedido. No se refería a su policía desmadrada: sino a un gremio como ATE, a legisladores de media docena de partidos, médicos, enfermeros, internos del hospital y vecinos que se manifestaban en contra de la demolición de un taller de reinserción laboral emprendida por el gobierno municipal entre gallos y medianoche. Como si fuera un Ravi Shankar de consumo infantil, Macri se esforzó en presentar a la Metropolitana como un cuerpo de boy scouts y a sus funcionarios como monaguillos penitentes acosados por hordas barbáricas. Usó la conferencia de prensa para insistir, una y otra vez, con la idea de un jefe de gobierno que pretende gestionar y es atacado por bandas de irracionales, sin mencionar siquiera la palabra represión. Se ve que Jaime Durán Barba lo tiene bien adoctrinado. En el diccionario cínico del macrismo, una acción como la que llevó a cabo su policía –cuestionada desde su fundación– es apenas la inocente defensa de un predio deshabitado contaminado de asbesto, lo que representa un riesgo grave a la salud, que justificaría todo, absolutamente todo lo grave que pasó. Es decir: para defender la presunta salud futura de los vecinos y un supuesto terreno casi baldío, más de 200 policías con cascos, escudos, armas largas y cortas y gas pimienta en cantidades industriales que produjeron un zafarrancho en un hospital, donde se violó la seguridad física de los manifestantes, de los internos y de los profesionales, son secuelas gravísimas. No hay relación entre una cosa y la otra. No se puede provocar un daño mayor tratando de impedir uno menor. Y, mucho menos, hacerlo sin la orden de un juez competente. Sus funcionarios dijeron que no había orden de desalojo porque, al tratarse de un predio solitario, no había desalojo que concretar.  Y, entonces, la represión, ¿quién la ordenó?  Según confesó Montenegro, después de dar varias vueltas ante los periodistas que preguntaban, fue él. Pero en todo momento, se refirió a la represión como la respuesta "según protocolo para restablecer el orden" ante un ataque con piedras de "los violentos".  Su versión es sospechosa. La policía que rodeaba el hospital no era de custodia. Era su cuerpo de élite represivo completo. Desde las 4 de la madrugada, más de 30 vehículos de la Metropolitana aguardaban en cercanías de la cancha de Huracán para intervenir. La noche previa, las Asambleas en defensa del Espacio Público habían realizado más de 25 cortes en distintos puntos de la CABA, con cacerolazos incluidos. ¿Se puede descartar que el macrismo haya aplicado en el Borda una represión aleccionadora para desalentar la expansión de futuras protestas de "los violentos", es decir, de aquellos que no están de acuerdo con sus políticas de gobierno y lo expresan de modo airado? Eso es lo que la Justicia o la Legislatura o, ambas a la vez, deberían investigar.
Cientos de miles de personas, muchas de ellas votantes del PRO, se manifestaron por las calles de la Capital Federal el 18A sin intervención de las fuerzas de seguridad que responden al gobierno nacional. Una multitud de antikirchneristas se paseó por la ciudad ejerciendo su derecho al pataleo en absoluta libertad, sin que nadie amenazara su integridad física. Por el contrario, como en los sucesos del Borda, los que recibieron golpes y aprietes fueron los trabajadores de prensa a manos de ciertos manifestantes. Se sabe que la Casa Rosada baja una línea antirrepresiva, que hace de la tolerancia a la protesta y de la escasa injerencia policial en los asuntos callejeros, una política de Estado, enseñanza dolorosamente aprendida desde los tiempos de Kosteki y Santillán. También que el macrismo reivindica peligrosamente el discurso del orden a cualquier precio: los hechos del Borda lo confirman. Y que los diarios tradicionales lo acompañan: La Nación de ayer habló de "brutal enfrentamiento" y Clarín de "graves incidentes". En ambos casos, como Macri, evitaron el uso de la palabra represión.
No sería casual, más bien parece un eslabonamiento histórico derivado de la coincidencia ideológica, que la policía macrista haya detenido y esposado al fotógrafo que desnudó la Masacre del Puente Pueyrredón. El viejo caudillo de Lomas de Zamora apuntaba a "los piqueteros", como ahora lo hace Macri contra "los violentos". Un sujeto hostil imaginario, portador de malignos propósitos, justifica la versión animalizada del mundo que los que se pretenden partidarios del orden a cualquier precio vienen a combatir y disciplinar con la alegría del meter bala.
La contenida retórica de Mauricio Macri en la conferencia de prensa del viernes, lejos de aventar el temor a su radicalización represiva, configura la única certeza después de las escenas desgraciadas que el país observó consternado: la derecha con piel de cordero que pide diálogo y paz cuando es opositora, es la misma que se convierte en lobo cuando gobierna. -


El golpe económico


El radical Ernesto Sanz ya dijo en su momento que la plata de la AUH se iba por la canaleta del vicio y de la droga. Ahora, confiesa que la economía debe empeorar para que la oposición tenga mejores chances en octubre. No importaría el bien común, según su criterio: sólo que al gobierno le vaya mal con los números, para ver si la sociedad rompe de una vez por todas con el conjuro kirchnerista. 
Lo de Sanz es comparable al desliz revelador del sincericida Luis Barrionuevo, cuando dijo que había que dejar de robar durante dos años para sacar el país adelante. La frase del senador dejó al desnudo la estrategia del antikirchnerismo para acorralar al gobierno.  Supone Sanz –y con él buena parte de la oposición– que el romance electoral del oficialismo con las mayorías electorales se debe pura y exclusivamente a la bonanza económica. Pero reducir la potencia política del kirchnerismo solamente a su éxito en las cuentas es mirar la realidad con un solo ojo. Y siempre es aconsejable, usar los dos: una sociedad que transita turbulencias en medio de una crisis internacional de envergadura quizá no quiera debilitar la fuerza parlamentaria del gobierno. En la crisis, se sabe, los pilotos de tormenta son los más cotizados. Al kirchnerismo, de todos modos, la boutade de Sanz podría servirle para no bajar la guardia. El dólar ilegal a 9 o 10 pesos hoy es una operación psicológica que impacta en un mercado reducido, pero si se mantiene a lo largo de los meses, podría complicar el escenario general de precios.
El poder empresario concentrado trabaja fuertemente para que haya una devaluación. El sector financiero pretende que el país vuelva a endeudarse en el mercado internacional. Como se ve, varios cooperan con Sanz.

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