Arriba : Las imagenes corresponden a distintos cacerolazos. La segunda muestra el arresto del agresor de Néstor Dib, periodista de C5N.
Desde hace unos meses, los grupos de oposición política en
Argentina están organizando “cacerolazos” en contra del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, que fue reelegida hace un año con el 55% de los votos, y
que mantiene, según diversas encuestas realizadas en las últimas semanas,
niveles de popularidad cercanos al 50% .
Los cacerolazos han tenido un éxito y repercusión muy
diversos, y ya en los primeros se produjeron agresiones en contra de
periodistas de medios cuyas posiciones ideológicas son cercanas o coincidentes
con el oficialismo. Fue muy comentada en su momento la golpiza propinada alequipo del programa “678”de la TV Pública(1).
A estas protestas se las trató de presentar al principio
como “espontáneas” y “apolíticas”, pretensión que se ha ido desdibujando hasta
tornarse caricaturesca en la medida en que cualquiera puede seguir en las redes
sociales la organización y convocatoria desde distintos grupos políticos.
En Facebook se detallaban indumentaria,
lugares de concentración, recorridos de las columnas, mensajes en las banderas,
etc.
De hecho la manifestación del 8N contó con el apoyo de un
amplio arco opositor que va desde fuerzas políticas como el PRO, Peronismo
Federal, FAP, Coalición Cívica y Unión Por Todos, hasta organizaciones sociales
y personalidades aisladas como el sindicalista Luis Barrionuevo, la defensora
de represores militares Cecilia Pando o el ex líder piquetero Raúl Castells. Todos
dieron su apoyo explícito en reportajes y en las redes sociales como Facebook y
Twitter.
El cacerolazo del 13S tuvo amplia convocatoria, pero mostró
rasgos de una gran violencia verbal y visual, desde los carteles con banderas
nazis, con acusaciones de “diktadura” o con insultos soeces a la primera
mandataria, hasta cantitos donde se pedía su muerte. Algunos reportajes
realizados a los manifestantes por diversos medios mostraron gente de gran
agresividad e intolerancia, poco imbuidos de los valores democráticos.
En esta marcha de noviembre, los organizadores procuraron
evitar la imagen de violencia verbal y visual que los caceroleros dejaron en
septiembre. Para ello se pidió que los carteles y cantos fueran menos
agresivos, que sólo se llevaran banderas argentinas, y que los manifestantes no
hablaran con la prensa.
Esto se cumplió muy parcialmente: algunos de los carteles de septiembre se
volvieron a ver. Otros reclamaban por cosas tan generales como “Educación”,
“Salud”, “Justicia”, “Seguridad” y “Amor” (sic). Mientras que seguían presentes
los reclamos en contra de la reforma constitucional y la re-reelección (medida
que no figura aún en la agenda del oficialismo) y a favor de la “Libertad de
Prensa” –aunque, paradójicamente, se repitieron las agresiones contra
periodistas-.
Al respecto, podemos señalar distintas experiencias. La
periodista Cinthya García (2), del programa 678 de la
TV Pública
-uno de los más estigmatizados por los cacerolos opositores- logró hacer entrevistas a los manifestantes sin demasiados problemas, lo que demuestra que no todos los manifestantes eran violentos
Por el contrario, periodistas de otros medios la pasaron
realmente mal. Néstor Dib, de C5N recibió una artera trompada desde atrás por
parte de un furibundo manifestante luego arrestado por la policía. Pero
probablemente lo más grave fue la agresión masiva, continua y violenta contra
el equipo de “Duro de Domar” (de Canal 9 de Buenos Aires) que recibió patadas, insultos,
mojaduras, y empujones; le arrojaron a uno de ellos gas pimienta a los ojos, y
una botella voló en dirección al grupo, como se ve en diversos videos subidos a
You Tube. Ante esta actitud de los manifestantes, un periodista del Canal 11 de
Buenos Aires salió a interpelarlos micrófono en mano, y recibió también patadas e insultos. (3)
Quizás el mejor cierre para mostrar las profunda
desorientación de estos manifestantes, sea la discusión entre este movilero de
Canal Once (canal privado con una orientación más bien opositora) y un
manifestante canoso, de barba y de más de seis décadas.
El manifestante no le creía al periodista que afirmaba que
le habían pegado, y en medio de un intercambio verbal en un tono más bien duro,
el trabajador de prensa le decía :
-“¿La patada que me pegaron en la boca me la va a explicar usted?”
Pregunta que recibió del canoso protestador la siguiente
respuesta: “Yo no te pego porque soy gente” y más adelante un más crispado:
“Nadie te pegó”. (4)
Estas dos frases ponen de manifiesto dos características
típicas de estos sectores que se sumaron a la cacerola. Por un lado, la negación
de la realidad. Lo “real” no es lo que ha sucedido al lado suyo, sino lo
que aparece en la tapa de algunos diarios o en la señal de algún canal de
televisión. Por el otro, algo que seguramente es más preocupante: es evidente
que, para algunas personas, hay seres humanos que son “gente”… y otros que no
lo somos.
NOTAS:
(1)
: Sobre las agresiones a periodistas de 678 en
los primeros cacerolazos, ver:http://www.diarioregistrado.com/sociedad/61415-otra-vez-agresiones-contra-678.html
.
(2)
: Ver entrevistas de Cinthya García el 8N en : http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Q03f6Ztt9Vo
(3)
Agresiones de manifestantes el 8N a periodistas
de Canal 9 y 11 en : http://www.youtube.com/watch?v=vvIul5yavgs&feature=youtu.be
.
(4)
Esta intercambio verbal se encuentra en la parte
final del video anterior. Es interesante ver también una nota de Página 12
donde se reseñan banderas, videos y cantos del 8N : http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-207456-2012-11-09.html
Cuando veía las imágenes de las agresiones a los periodistas no pude evitar que algunas lágrimas brotaran de mis ojos. Qué se puede construir con gente así, tan cegada, tan manipulada, tan emperrada en ser opositora. No hay diálogo ni acuerdo con gente que no respeta a las mayorías. Que se sigan manifestando para descargar las tensiones. Sin embargo, se inundan, nadan en la basura, los subtes son carísimos y ni una sola crítica hacia el jefe de gobierno. Sin discernimiento, no hay posibilidad de construir nada. Perdón, te invadí con un apunte, en lugar de un comentario. Abrazo
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