Una cronista de INFOnews
caminó entre la marea humana que se congregó para respaldar un nuevo mandato
del actual presidente venezolano, Hugo Chávez. Muchos recorriedo un largo
camino y se muestran confiados en una nueva reelección. Las fotos del festejo.
"La lluvia está
bendiciendo a nuestro Comandante", gritó Marisa, que llegó del estado de
Merida, ubicado a tres horas Caracas, mientras intentaba acomodarse entre la
marea de personas que fueron a darle su apoyo al candidato socialista en su
cierre de campaña de rojo impecable y al ritmo de ‘Chavez corazón del pueblo’
que sonaba a viva voz en los parlantes instalados en cada esquina.
Ni el sol de las
primeras horas de la mañana, ni la lluvia torrencial que cayó pasado el
mediodía acobardó a los miles de venezolanos que caminaron y festejaron en las
siete principales avenidas de la capital de Venezuela.
Antes de la llegada
del presidente Hugo Chávez, un sinfín de globos amarillos, azules y rojos se
elevaron al cielo y taparon los nubarrones que azotaron la tarde en aviso de
que el Comandante estaba cerca. Durante varias horas, por las avenidas Bolivar,
México, Universidad, Urdaneta, Puente Llaguno y Fuerzas Armadas se repitieron
los bailes, el flamear de cientos de banderas, las risas y chistes, y las
consignas que auguran el triunfo del líder revolucionario en los comicios del
domingo.
Respaldada con la
misión ‘Robinson’, Miranda no dejó de recordar la vez que tuvo a Chávez
"así de cerquita" y cuando esta cronista le preguntó sobre el
resultado electoral del domingo, Miranda respondió: "Pues Chávez. ¿Quién
va a ganar, ese majunche que no conoce las necesidades del pueblo?”, luego se
perdió entre la multitud.
El momento esperado
llegó y Chavéz irrumpió sobre la avenida Bolivar saludando desde el techo del
famoso camión de campaña rojo. La caravana se lanzó hacia él, y entre llantos y
tropiezos hacían todo solo para verlo de cerca y acompañar a su líder con el
grito más escuchado en el lugar: “¡Chávez, te amamos!”.
De los edificios la
gente también salía y saludaba, nadie se lo quería perder. En los balcones y
techos de los negocios aledaños, las personas hacían ondear banderas y
carteles. Cuando Chávez alzaba los puños o regalaba una sonrisa a sus
seguidores, el estallido era espontáneo y hacía temblar de emoción. Todo se
volvió furor y aplausos.
Osvaldo, un joven de
apenas 19 años, sudado y cansado, se aleja un momento de la caravana para
retomar fuerzas. Estudia la contabilidad en la Universidad Bolivariana
y es muy claro cuando dice: “Ya no nos pueden tratar como analfabetos porque
Chávez nos permitió educarnos y dignificar nuestra cultura”.
Cuando se le pregunta
sobre qué le diría a los jóvenes que militan en las filas del opositor Henrique
Capriles, Osvaldo sugiere que deben participar en "el debate de las
ideas", para de esa manera "ver lo que pasó en nuestra
historia".
Finalmente Chávez
llegó al escenario y dio un cortó discurso donde principalmente llamó a “una
avalancha de votos” y a “salir a las calles pacíficamente a defender la elección
y la democracia”. Luego, se subió al micro y continúo su camino saludando a su
gente a lo largo de las avenidas de Caracas.
La caravana avanzaba
a paso de hombre y a los costados las personas se agolpaban. Algunos querían
entregarle una carta a Chávez, otros solamente esperaban un guiño de ojo del
líder de la Revolución
bolivariana. Había mujeres embarazadas con la panza al aire pintada con los
colores de Venezuela, otras acongojadas y con lágrimas en los ojos, había
hombres que usaban lo último que les quedaba de voz para darle un grito de
aliento a su líder, niños y niñas en los brazos de sus padres agitando pañuelos
y banderines.
Mariela llegó muy
temprano junto a su familia desde Caicara de Maturín. Ella participó en la Misión Vuelvan
Caras y advierte que Chávez es importante "por la educación de los niños,
por la pensión de los ancianos, y por la salud y el empleo de todo el pueblo”.
Y agregó: “No podemos permitir que la derecha nos vuelva al pasado, la gente no
tiene memoria”.
Cuando Chávez
terminó el recorrido, las personas continuaron con la fiesta contentos de haber
visto a su líder y de haber estado apoyándolo. Un anciano de 70 años “Este
momento es la muestra más fehaciente de que el pueblo es Chávez y vamos a
defender la libertad que nos concedió”. Los parlantes seguían sonando alto
mientras se armaban parejas para continuar la rumba bajo la tibia llovizna, y
la letra de la salsa que todos coreaban ‘Amor con amor se paga y a ti, el
pueblo te ama’.
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Me gusta conocer las distintas noticias sobre la actualidad política. En este momento estoy radicado en Chile aunque suelo viajar por distintos países del continente. Me gusta todos los días pedirme comida a un delivery centro y quedarme leyendo noticias
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