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sábado, 6 de octubre de 2012

Elecciones en Venezuela: preguntas que van y vienen, por Aaron Colecchio (para “Nos Comunicamos” de octubre de 2012)




Cabe preguntarse por qué, con la magnitud de los cambios a favor de los sectores mayoritarios populares y minoritarios históricamente marginados, Hugo Chávez debe esforzarse por ganar las elecciones frente a un candidato que representa al empresariado venezolano y los intereses trasnacionales, como es de público conocimiento[1].

Y es en ese terreno que toma fundamental trascendencia la influencia que tienen los medios de comunicación en cómo se figura la población a los candidatos, la importancia y explicación que le encuentra a sus problemas cotidianos, o incluso los modos de reaccionar frente a los acontecimientos políticos.

Para ello puede recordarse la extensión y cobertura, que rozaba la algarabía, de la noticia sobre la salud del mandatario venezolano[2]. Puede buscarse la satirización de su figura por parte de medios extranjeros[3] u observarse el aire de preocupación sepulcral con el que trataron muchos canales las nacionalizaciones a empresas internacionales.

O si se prefiere un ejercicio práctico, basta con visitar los sitios web de El Universal y Globovisión y ver el historial de noticias que aparece en la pestaña “Elecciones 2012”, donde puede constatarse en ambos casos el tratamiento ostensiblemente desigual que los medios le dan, por un lado, a los hechos relacionados con ‘el candidato’, y por otro, a los actos, manifestaciones, apoyos, expresiones y propuestas de Capriles Radonski.

El patente ocultamiento de la historia antidemocrática, y la protección que confieren a este candidato al soslayar su sesgo discriminatorio y carácter eminentemente anti popular permiten comprender la perversión a la que está sometida la opinión pública en general.

¿De qué manera, sino, alguien podrían creer que quien participó en el golpe de Estado del 2002 es democrático? ¿Quién podría decir que va a mantener en manos del Estado a PdVSA un político vinculado al gobierno de EE.UU., al vecino Primero Colombia o al lejano PRO?

Recientemente esos mismos medios de comunicación se hicieron eco de la denuncia efectuada por el ex Primer Ministro de Curazao sobre un golpe de Estado blando, a horas de haber terminado el Comando Sur ejercicios internacionales en aguas caribeñas y siendo conscientes de la proximidad de las elecciones nacionales.

Y aún más, a sabiendas que en Curazao existen bases militares norteamericanas y que el gobierno de EE.UU expresó “esperar unas elecciones pacíficas” en Venezuela. Como manifiesta Atilio Boron, “…cabe preguntarse cómo sería el proceso electoral norteamericano si el país estuviera rodeado por 14 bases militares de un país hostil, que caracterizara año a año a Estados Unidos como un santuario de terroristas.”.

No obstante, no se piense que el manejo que hace la prensa nacional e internacional del proceso electoral en Venezuela es irresponsable. En absoluto. Todo indica que están planificadamente orientados a socavar los mecanismos democráticos, ya sea para dificultar la campaña de Hugo Chavez y desgastarla, ya sea para generar caos informativo y desestabilizar a la población o directamente preparando el terreno para que sea más fácil desconocer los resultados ante una derrota de Capriles,

No es por capricho o complotismo barato que puede pensarse de ese modo. Los principales medios opositores ya han cuestionado la autoridad e independencia del Consejo Nacional Electoral y han extendido un manto de dudas e incertidumbre sobre algo tan claro y seguro.

Más de 130 observadores internacionales por la Unasur, la certificación de las mesas electorales por parte de los partidos no oficialistas, observadores extranjeros invitados por ellos, e incluso el Centro Carter y el mismísimo ex presidente de EE.UU Jimmy Carter han declarado a favor de la transparencia y credibilidad del proceso electoral.

Los medios de comunicación venezolanos y de la reacción en general usan una estrategia común para oponerse al gobierno de Hugo Chavez.

Es responsabilidad de cada uno asumir, antes de referirse a la vida política actual de Venezuela, que hay quienes pretenden censurar la verdad de lo que, se pronostica, será el mayor dolor de cabeza del sistema capitalista de los últimos 40 años.


NOTAS:
[1] Baste a título ejemplificativo la denuncia efectuada por el político opositor David de Lima -ex aliado de Capriles- en que explica las propuestas de corte neoliberal que circula al interior de la Mesa de la Unidad Democrática ( http://www.youtube.com/watch?v=hAGDG3fRvgw )

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