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lunes, 13 de agosto de 2012

SAN MARTÍN : ¿UN PADRE MESTIZO DE UNA “PATRIA GRANDE” MESTIZA?, por Adrián Corbella (para "Miradas al Sur" y "Nos Comunicamos")



La historia argentina siempre se presta a polémicas.. La mayoría de las figuras que recordamos como “próceres” tienen sus aciertos y sus errores, sus admiradores y sus detractores. San Martín es seguramente una de las pocas excepciones, ya que es una figura aceptada en forma universal pues tiene indudablemente muchísimas más luces que sombras.
Las principales polémicas en torno al héroe de Yapeyú no se centran en su accionar político o militar, que es bastante claro y conocido, sino en su genealogía y origen.
La historia oficial nos cuenta que San Martín nació en Yapeyú un 25 de febrero de 1778, y que era hijo del funcionario español Juan de San Martín y de su esposa Gregoria Matorras –también europea-; sabemos que tuvo cuatro hermanos. Esta genealogía presenta algunos baches de importancia.
Hace más de una década, el historiador argentino Hugo Chumbita lanzó en el libro “El Secreto de Yapeyú” la teoría del origen mestizo del Libertador del Perú. Chumbita no presenta pruebas irrefutables, pero si una infinidad de indicios muy sólidos, bastante concluyentes.
Chumbita señala que no hay partida de nacimiento de don José , aunque si de sus hermanos. La fecha del 25 de febrero de 1778 no figura en ningún documento ; la calculó Bartolomé Mitre a partir de la partida de defunción del prócer, donde se detalla con toda precisión su edad en años, meses y días… pero se da equivocado el nombre de la madre, lo cual pone en duda toda la precisión de la primera parte. El propio San Martín ayuda a la confusión porque en diversas cartas menciona su edad, pero esos datos se contradicen, como si él mismo no tuviera demasiado clara su fecha de nacimiento.
Otro aspecto que se marca en el libro de Chumbita es el aspecto físico del comandante del Ejército de los Andes. Todos los testimonios contemporáneos lo señalan como un hombre muy alto (1.80 metros) y moreno, al que era fácil confundir con un mestizo ( en Chile lo llamaban despectivamente “el cholo paraguayo”), lo cual contrasta con los datos que se tienen de Juan de San Martín y Gregoria Matorras : ambos eran extremadamente bajos (en torno al metro y medio) y rubios. La tez morena del héroe de Yapeyú se advierte con claridad tanto en la clásica imagen del San Martin viejo con el pelo blanco, como en un dibujo del prócer joven que se encuentra en el primer piso del Museo Mitre.
Chumbita sostiene que el Libertador de Chile y Perú sería hijo de Rosa Guarú, mujer guaraní que trabajaba en la casa de los San Martín (“cristianizada” como Juana Cristaldo) , y de Don Diego de Alvear, amigo y visitante asiduo en dicha morada, y a la vez antepasado de dos primeros mandatarios de Argentina : el Director Supremo Carlos María de Alvear (que en esta hipótesis sería hermano por vía paterna de don José) y el presidente radical Marcelo Torcuato de Alvear.
Chumbita sostiene que esta versión se mantiene tanto en la tradición oral de las tierras ribereñas al Río Uruguay, como entre diversas ramas de la familia Alvear aún existentes.
Incluso se mencionan múltiples declaraciones de contemporáneos que lo conocieron personalmente, como la de Juan Bautista Alberdi, que en su libro “El general San Martín” (1843) escribió : "Yo lo creía un indio, como tantas veces me lo habían pintado; y no es más que un hombre de color moreno".
En el cambio de siglo Chumbita intentó que se hiciera un análisis de ADN a los restos del prócer y a las muestras de un descendiente de los Alvear (que había dejado voluntariamente sus muestras en el Banco Nacional de Datos Genéticos), pero la iniciativa fue rechazada tanto por el Presidente De La Rúa como por el Instituto Sanmartiniano.
Más allá de que se pueda comprobar o no la hipótesis de Chumbita, resulta muy interesante que su sola existencia sea tan inaceptable, tan aterradora, para muchos argentinos. Nos dice mucho acerca de cómo somos como sociedad.
Evidentemente, la idea de un padre de la patria mestizo no es agradable para aquellos argentinos cuyo norte ha sido siempre Europa o los Estados Unidos, y que desprecian todo aquello que suene a latinoamericano.
Pero San Martín es un hombre de otros tiempos. De una época donde las fronteras internas que han separado durante tantos años a América Latina todavía no eran una realidad. Pertenece a una época en la cual un rioplatense criado en España podía ser Protector del Perú ; así como un peruano como Ignacio Álvarez Thomas podía ser Director Supremo del Río de la Plata,
Durante mucho tiempo los argentinos pretendimos construir una historia plagada de héroes semidivinos, dioses del Olimpo que habían caminado entre nosotros y que parecían hechos de bronce. Y aún en el caso de un personaje casi sin aristas negativas como es San Martín, la realidad dista mucho de ser eso.
San Martín no era un superhéroe prolijamente peinado, con su uniforme siempre planchado, y erguido sobre un caballo blanco como la nieve. José de San Martín era un hombre con una salud precaria, que cruzó los Andes probablemente alternando la montura de una mula con el traslado en camilla. Tenía un carácter fuerte, y era mal hablado. Y seguramente había aprendido el guaraní directamente de su madre biológica, que tenía ese idioma como lengua materna. Es decir : San Martín era un ser humano. Y eso no lo desmerece ni afecta su figura. Eso nos muestra que las grandes hazañas las hacen personas con virtudes y defectos, como somos nosotros.
Estos grandes personajes, San Martín, Bolívar, Belgrano, Moreno, Dorrego, Azurduy, Güemes, Castelli, y tantos otros, no fueron importantes porque fueran perfectos. Se destacaron porque lograron hacer grandes cosas pese a sus limitaciones, pese a su condición humana. Y esa es la gran enseñanza que nos dejan.
Y en estos tiempos en los que los latinoamericanos organizamos UNASUR y CELAC y reforzamos el viejo MERCOSUR : en estos tiempos en los que la posibilidad de una Patria Grande mestiza quiere ser una realidad, la idea de tener un Padre de la Patria mestizo va con el espíritu de los tiempos
Hoy recordamos un nuevo aniversario de la muerte del general José de San Martín, un hombre que luchó denodadamente por lograr la independencia de todos los latinoamericanos.
Seguramente descansará en paz, porque su sueño no ha sido olvidado.
Adrián Corbella, 8 de agosto de 2012.

Publicado en :
Publicado en el correo de lectores de Miradas al Sur del 12-08-12 (edición impresa)
y en "Puede Colaborar" (con título cambiado que no es responsabilidad del autor):
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