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jueves, 2 de agosto de 2012

Más allá de la economía, entrevista de Eduardo Anguita a Abraham Gak, para “Miradas al Sur” (29-07-12)


Miradas al Sur.Año 5. Edición número 219. Domingo 29 de julio de 2012

Por

Eduardo Anguita

eanguita@miradasalsur.com

Entrevista.

Abraham Gak. Voces en el Fénix.

El economista analizó la coyuntura con una visión amplia que aborda, entre otras cuestiones, la necesidad de avanzar con reformas estructurales y sus condiciones de posibilidad.

La crisis está en todos lados y la Argentina está tomando medidas para enfrentar las dificultadas, que son de gran magnitud. También es cierto que nuestro país, a diferencia de otras épocas, está en mejores condiciones porque hemos tenido una política muy enérgica de desendeudamiento externo. Esto no es un detalle menor. Obviamente, cuando las cosas andan muy bien todo el mundo está contento; pero cuando hay que contribuir aparecen las resistencias. Algo natural al modelo de organización social que tenemos”, dice Abraham Gak.
–Vivimos inmersos en un modelo capitalista moldeado por la última dictadura militar y el auge del neoliberalismo en los años noventa….
–Nuestro modelo es consecuencia de un esquema económico global, en el que la acumulación la realizan los países centrales. Se trata de un modelo donde el poderío del sistema financiero internacional es de tal magnitud que sobrepasa el poder que tiene cada uno de los estados. Fíjese que, de hecho, el desafío que implica solucionar la crisis comienza y termina en el sistema financiero.
–¿Cómo ponerle limite a esos bancos, que muchos son filiales estadounidense y europeas, sin espantar a los inversionistas?
–El sistema financiero tiene una rentabilidad fuera de lo común, muy por encima de la que exhiben otros sectores. La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central no es suficiente. Sería bueno empezar a discutir de quiénes son los depósitos bancarios. El problema es hasta filosófico…
–¿Cómo es eso?
–¿Los depósitos son propiedad de los bancos? Cuando hay problemas, es el Estado, es decir la sociedad, el que responde en última instancia. Es una discusión que tendría que darse. Tal vez, debería ponerse a rodar en el Congreso la cuestión de la reforma de la ley entidades financieras. De lo que se trata es de domesticar, un poco, esta libertad absoluta que tienen los bancos para percibir tasas de interés y estipular el margen entre los depósitos pasivos y activos.
–¿Qué pasa con los empresarios que han vivido del Estado? ¿Dónde están?
–Están lucrando por una doble vía, porque, además de las compañías, también están invertidos en la producción primaria. Es un concentrado enorme, con el agravante de que 200 de las 300 principales empresas en facturación son extranjeras. La extranjerización de los años noventa se agravó con la crisis del 2001 porque el empresariado local remató sus compañías. Entregaron todo. No había legislación que se lo impidiera. Embolsaron fortunas sin siquiera pagar impuestos por semejantes transacciones.
–¿Cuáles son las limitaciones que encuentra el Estado y la sociedad para conseguir algo que se parezca a una burguesía responsable?
–La verdad es que no tenemos nada que se parezca a una burguesía nacional. Por ahora, no queda otra que seguir apoyándonos en la acción del Estado. Hay algo que a lo mejor le puede sonar raro: no se puede hablar de economía sólo con economistas, porque la economía es todo. El doctor Olivera (N. d. E.: Julio H. G. Olivera. Para muchos, la mayor autoridad local en teoría económica. En 1957, anticipó la teoría no monetaria de la inflación, espina dorsal del estructuralismo latinoamericano), el maestro de todos nosotros, cuando le pedí que me trazara el perfil de un economista me dio una definición que decía: “Es un filósofo, un reformador social”. Cuando uno trabaja por los derechos humanos, cuando uno mejora la legislación civil, está haciendo economía. La cuestión financiera, la cuestión de las relaciones económicas, es una parte de la política económica. Si uno mira el conjunto, la Argentina cambió bastante. No lo suficiente. Evidentemente, hay sectores que resisten este cambio.
–¿Cree que el oficialismo está en condiciones de avanzar con una batería de leyes que marquen un nuevo ordenamiento?
–Todos hablamos de una mayoría, pero hemos visto, cuando se trató de la Resolución 125, que la mayoría y la minoría estaban en función de los intereses en juego. De allí, tal vez, la precaución del Gobierno para avanzar, por ejemplo, con una reforma tributaria. No se trata sólo de tener mayorías en ambas cámaras del Congreso. Las reformas tributarias nunca fueron pacíficas. Hace falta una gran presión social. Y creo la está habiendo para producir esos cambios estructurales de los que hablamos..

Publicado en :

http://sur.infonews.com/notas/mas-alla-de-la-economia

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