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jueves, 2 de agosto de 2012

EL MUNDO AL REVÉS, por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")


Todos lo sabemos. No hace falta que nadie nos lo diga. Porque siempre ha sido así… Cuando llegan al poder demagogos populistas comprometen el erario público. Gastan sin freno para financiar sus irrefrenables ansias de poder. Consumen en pocos años lo que a las administraciones responsables les costó años acumular. Organizan “fiestas” que luego pagamos todos, durante años ; años de esfuerzos, de apretarnos el cinturón, de “pasar el invierno" ; años de sangre, sudor y lágrimas.

Y entonces deben venir los políticos serios, responsables, que ponen al frente del país a técnicos que conocen las Ciencias Económicas. Y entonces estos técnicos serios deben tomar medidas impopulares : cortar los gastos sociales superfluos (o sea todos), bajar los impuestos a los ricos (que son los únicos que invierten), aumentar los de los pobres (que derrochan), devolver la confianza a los mercados y pagar los costos de la “fiesta populista”.

Todos lo sabemos… el problema es que no es así. Argentina, una vez más, parece el mundo al revés… ¿O será que en todos lados es igual, y nos venden “carne podrida”?.

Porque nuestros “serios” políticos neoliberales, o socialdemócratas actuando como neoliberales, se mandaron una enorme “fiesta” : mantuvieron durante casi una década, artificialmente, el dólar a un peso. A costa de endeudarse y liquidar activos ; a costa de volver todos los precios internos carísimos por la subvaluación del dólar, lo que estimuló una importación incontrolable, el quiebre de múltiples empresas, y una creciente desocupación, junto a una deuda externa impagable. La fiesta neoliberal terminó en 2001 : todos sabemos cómo : corralito y corralón, incidentes y muertos, clubes del trueque y festivales de cuasi monedas ; tuvieron que llegar los “demagogos populistas” para ordenar el caos dejado por los “serios” neoliberales. Fueron los “populistas”, los “irresponsables”, los “despilfarradores”, los que reestructuraron esa deuda heredada. Y empezaron a pagar, logrando el actual proceso de desendeudamiento.

Y no pagaron, como diría hace más de un siglo el presidente Avellaneda, a costa del “hambre y la sed” de los argentinos. Los “demagogos populistas” pagaron mientras lograban el período más largo de crecimiento continuo de la historia argentina, consiguiendo el descenso de todas las variables macroeconómicas negativas, aumentando el PBI y las reservas, comenzando una reindustrialización muy interesante y construyendo escuelas, universidades, hospitales y plantas energéticas. Superando duras crisis mundiales e integrando la economía a la de los demás estados de la Patria Grande.

Por supuesto que no todo es perfecto.

Las retenciones móviles eran necesarias, pero no se explicaron bien y el tema terminó en un desastre político. Con el absurdo de que aquellos sectores medios y populares que se beneficiaban de las retenciones terminaron opuestos a ellas.

La inflación acompaña a todo proceso de crecimiento económico. Es verdad que sería deseable un poco menos de incremento de los precios. Pero también es verdad que los grandes responsables de la inflación son los grupos empresarios oligopólicos fijadores de precios (como demostró hace poco el grotesco aumento del precio de la yerba mate). Tampoco podemos obviar la incidencia en la inflación del fracaso de las retenciones móviles, merced al Voto No Positivo de un muy poco positivo vicepresidente.

Hubiera sido interesante estatizar YPF antes, es verdad, pero las condiciones políticas para esa medida no estaban dada (debemos recordar que por ese entonces al gobierno no le aprobaban ni el presupuesto, ya que la oposición había tomado “a saco” la presidencia de las principales comisiones). También sería interesante revisar la política minera, o disminuir la dependencia respecto a la soja (cultivo destructivo del suelo y contaminante) … cosas que seguramente el oficialismo hará cuando se den las condiciones para hacerlo.

Por eso, no todo es perfecto. No es perfecto, pero es muy, pero muy bueno. Es el mejor gobierno en más de medio siglo, y hay apenas uno más en nuestra historia que puede equiparársele…

No todo es perfecto. Pero es que somos humanos. cosa que a veces, cuando se escucha exponer a Cristina Fernández, cuesta recordar. Porque parece de otra especie…

Mañana viernes 3 de agosto el gobierno argentino saldará el Boden 2012 : 2.300.000 millones de dólares cash, pagados a los tenedores de esos bonos . Bonos que el presidente Duhalde le dio a los ahorristas a los cuales los bancos le habían sustraído sus ahorros. Cerramos un capítulo nefasto de nuestra historia : el de los “serios” políticos neoliberales fundiendo, hipotecando y rematando el país.

¿Demagogos?... ¿Populistas?...¿Irresponsables?...¿Poco serios?...

Se ha pagado como nunca. Y se ha pagado sin arrasar el presente, sin entregar el futuro. Por eso mañana se cierra definitivamente un oscuro capítulo de la historia argentina. El neoliberalismo pasa, esperemos que definitivamente, a las páginas de los libros de historia . Para eso todos debemos votar para que allí se quede…

La dependencia respecto a los poderes financieros internacionales, algo bien real que padecen hoy estados como España y Grecia, que han entregado casi toda su soberanía a sus acreedores, ha quedado atrás para Argentina. Hoy las decisiones económicas argentinas se toman en la Casa Rosada, las toma el gobierno elegido por el pueblo. Y eso justamente significa democracia : el gobierno del pueblo, el sistema político en el que los gobernantes responden al pueblo que los votó, en lugar de responder a poderes corporativos nacionales o transnacionales.

Hace muchos años, un gran presidente argentino postuló tres lemas : “Justicia Social, independencia económica, soberanía política”.

En eso estamos.

Adrián Corbella, 2 de agosto de 2012.

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