Páginas

miércoles, 13 de junio de 2012

Estado, petróleo e historia verdadera: lo que Repsol no pudo ni quiso destruir, por Federico Bernal (para “Infonews” del 10-06-12)



El 95% de los inscriptos del primer año son la primera generación de universitarios de su familia. No en vano, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pone el eje del debate y la militancia en “la batalla cultural”

Por:

Federico Bernal

El 4 de junio pasado, aniversario del fallecimiento del General del petróleo Enrique Mosconi, mi colega Ricardo De Dicco, autoridades del Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CEPIA - Secretaría de Cultura de la Nación) y quien escribe, tuvimos la inmensa oportunidad de visitar el laboratorio y la biblioteca que la YPF estatal había montado en Florencio Varela, casi medio siglo atrás. La invitación provino del rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Lic. Ernesto Villanueva, y se enmarca en el ciclo de documentales sobre la historia y el presente petrólero del país que estamos desarrollando con el CEPIA y que contará con la participación del Secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia. No en vano la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pone el eje del debate y la militancia en que “la batalla es cultural”.

CUANDO JAURETCHE DEJA DE SER HISTORIA.

El 17 de noviembre de 2010 (día del militante) y en un acto público ante más de 50 mil personas, la presidenta prometió a las autoridades universitarias de la Jauretche así como a sus futuros alumnos, el predio de 15 hectáreas recostado sobre la Avenida Calchaquí al 6000. Dicho predio, originalmente propiedad de la Universidad Nacional de la Plata, llevaba en su interior el principal laboratorio y biblioteca de la YPF estatal. El 24 de enero de 2011, se formalizó la entrega de la propiedad a la universidad. Dos meses después, se iniciaron las clases. Originalmente se pensó en una inscripción de 300 a 800 alumnos. Pero los argentinos y argentinas de la zona estaban ávidos de sumarse a la revolución popular, educativa y productiva en marcha. En el primer año, hubo 3000 inscriptos; en el segundo, unos 5000. Del total de los 8000 alumnos que hoy cursan en la Jauretche, el 40% vive en calles de tierra y el 95% de los inscriptos del primer año son la primera generación de universitarios de su familia. Todas las carreras (ciencias de la salud, ingeniería, ciencias sociales y administración, entre otras) cuentan con salida laboral en la zona.

CUANDO YPF DEJA DE SER HISTORIA.

Mientras recorríamos las instalaciones de YPF en la Jauretche, nos enterábamos del nacimiento del nuevo directorio de la YPF para los 40 millones, recuperada el 16 de abril de 2012. Sin embargo y para el caso de una de las instalaciones emblemáticas de la petrolera estatal como la de Florencio Varela, no fue la renacionalización la que comenzó a desempolvar sus oficinas, talleres, mesadas y libros, sino la revolución educativa. En efecto, fue el año pasado –al cumplirse el primer año de vida de la Jauretche– cuando la biblioteca de YPF fue abierta por primera vez. Nos cuenta Ángel Oviedo, director de Infraestructura de la universidad, que cuando ingresaron a la biblioteca (cerrada desde 1994), había colillas de cigarrillos y tazas de café a medio consumir. Detenidas en el tiempo y cubiertas de polvo pero en perfecto estado, centenares de colecciones científicas y técnicas en ingeniería, petróleo, química, física, etc. y en los más variados idiomas, nos miraban incrédulas mientras caminábamos las numerosas estanterías. La emoción fue inmensa, y eso que veníamos de dos pisos más abajo, de las calderas donde se elaboraban los combustibles piloto que tanto distinguieron a YPF por su calidad e innovación. Las formidables calderas, olvidadas desde hacía décadas, todavía lucían orgullosas en el acero de sus tapas la mención “industria argentina”. Indestructibles, invencibles y pesadas calderas, que el neoliberalismo prefirió no regalar ni fundir. Claro, era mucho trabajo, era inútil acero, devaluado elemento cada vez que la semicolonia gobierna en la Plaza de Mayo. Volvamos ahora a la biblioteca. Porque después de observar los primeros ejemplares, las primeras estanterías, los invitados nos topamos con algo monumental.

CUANDO LA HISTORIA BRINDA LA CLAVE DEL PORVENIR.

¿De qué serviría la historia, si no fuera para comprendernos en ella, sentirla parte de nuestra vida y exigirle que nos provea la clave del porvenir?, se preguntaba Jorge Abelardo Ramos en su magistral Revolución y Contrarrevolución. Pues bien, fue justamente en la renacionalizada biblioteca de la YPF estatal, cuando la frase de Ramos cuajó perfectamente. Ante nuestros ojos, se desplegaban silenciosos unos 30 volúmenes del Boletín de Informaciones Petroleras de YPF, entre 1925 y mediados de la década del cuarenta. No dudé un segundo. Me acerqué al tomo de 1927 y lo abrí de par en par. Como por arte de magia recordé entonces una frase de Guillermo Yeatts –referente de las privatizaciones de los ’90– sobre la desbaratada nacionalización del petróleo impulsada por Mosconi, Baldrich e Yrigoyen en 1927/28. La transcribo íntegra: “Una vez más, el único freno a la política estatizante fue el federalismo. Una vez más, durante los debates parlamentarios de 1927 y 1928, en los que se discutió y dio media sanción al proyecto del monopolio petrolero estatal, se repite la existencia de la aproximación entre empresas privadas y élites provinciales, que juntas levantaron las banderas del federalismo y de la defensa de los derechos constitucionales provinciales.” Pocas frases provenientes de la reacción sintetizan como esta las cuestiones nacional, petrolera y federal, que en el fondo, son una misma cosa. Allí parado, libro ypfeano en mano, la historia desempolvada de la gloriosa YPF me facilitaría una respuesta contundente.

INDUSTRIA, PETRÓLEO E HISTORIA VERDADERA.

Boletín de Informaciones Petrolíferas, Año IV, Marzo de 1927, Núm. 31: “Conferencias Pro Sanción de la Ley Nacional de Petróleo.” Bajo este título y en la página 245, se lee: “Organizado por la Federación Universitaria de Buenos Aires, se llevó a efecto en el cine Florida de esta ciudad, […] un magno meeting para solicitar al Congreso la sanción de una ley nacional que contemple el urgente problema de la explotación del petróleo. […] El acto fue abierto por el presidente de la institución organizadora, don Juan A. Noguera (h), […] siguiéndole en el uso de la palabra […] el presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, don Homero Guglielmini, quienes abundaron en irrefutables razones demostrativas de la necesidad de que esa ley se sancione cuanto antes”. Guglielmini, ahora vuelto a la vida y renacionalizado también, responde al privatizador antedicho: “Cierto es que la Constitución reconoce a las provincias los poderes no delegados del gobierno federal y que las atribuciones de este deben interpretarse con carácter restrictivo; pero cierto es también –de acuerdo con los principios más generales de nuestra Constitución–, que este se reserva implícitamente, aun cuando no estén expresos en el texto de la carta magna, todas las atribuciones que son necesarias para el normal desenvolvimiento de su autoridad central y de su personería internacional. Y el petróleo, elemento vital de la paz y de la guerra, nudo de la política mundial, debe entenderse comprendido dentro de las facultades de la Nación, si no en lo que respecta a su propiedad, por lo menos en lo que respecta a su control eminente. […] Pues bien señores, ¿no es preferible acaso rascar la famosa autonomía local, antes de que la desastrosa política de ciertos gobiernos provinciales lleve al país a un régimen que algún día podríamos definir como de suelo argentino y… subsuelo extranjero?” En el antes abandonado predio de YPF en Florencio Varela, Repsol no pudo con el acero argentino, ni con el eficiente Estado empresario, ni con nuestra historia verdadera, pilares del triunfo nacional y popular. Porque cuando la industria y un Estado protagónico se funden con la historia escrita y protagonizada también por el subsuelo de la patria sublevada, el camino al triunfo definitivo por una bandera que nos cobije a todos se torna invencible. No caben dudas, la batalla es cultural.

Publicado en :

http://www.infonews.com/2012/06/10/economia-25041-estado-petroleo-e-historia-verdadera-lo-que-repsol-no-pudo-ni-quiso-destruir.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario