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viernes, 8 de junio de 2012

El cacerolazo llegó a la Plaza de Mayo, por Nicolás Eisler (para “Tiempo Argentino” del 08-06-12)




Marcharon desde Callao y Santa Fe con consignas anti gobierno

La manifestación, convocada a través de las redes sociales, tuvo un componente de clase media y media alta del corredor norte de la Capital. Las consignas fueron contra la inseguridad, y el kirchnerismo. Nueva agresión a periodistas.

Por:
Nicolás Eisler

Vecinos del corredor norte de la Ciudad de Buenos Aires realizaron ayer un nuevo cacerolazo. Las razones de la protesta eran heterogéneas, pero las proclamas más repetidas por los manifestantes fueron: “Contra la inseguridad”, “contra la corrupción”, “por una justicia independiente”, pero fundamentalmente “contra el gobierno” nacional.
Pese a las consignas de marchar en paz, otra vez fue agredido un periodista. En este caso se trató de uno de los movileros del programa Duro de Domar que se emite por canal 9.
La intersección de Callao y Santa Fe comenzó a poblarse de a poco: pasadas las 18:30, un puñado de personas hacían sonar tímidamente variados elementos de cocina. A pocos metros, el contraste era notable: una nutrida columna de organizaciones de izquierda protestaba frente a la embajada de Siria.
Entre los asistentes a la aristocrática esquina porteña se destacó uno de los líderes del cacerolazo, Luciano Bugallo, quien en los últimos días fue noticia en Tiempo Argentino como parte vital de la convocatoria al cacerolazo a través de las redes sociales y del armado de varias ONG ligadas al pensamiento religioso y a la derecha conservadora.
“Indignación, inseguridad, corrupción”, fueron las tres palabras que eligió “Lucho” para explicar la convocatoria. “A diferencia de 2001 no queremos que se vayan todos, sino que se queden. Pero que se hagan cargo. Y esto va tanto para el oficialismo como para la oposición, que con su actitud pasiva es funcional al gobierno”, comentó, al tiempo que hacía sonar una bocina náutica.
Más allá de sus deseos, no todos los asistentes coincidieron. “Estoy en contra del gobierno. Revientan el campo, revientan la industria, revientan todo, son unos reventados. Yo soy productora, sé de lo qué hablo: el gobierno está lleno de zurdos y montoneros. Tengo 77 años, vi muchos de estos ladrones”, se enfureció una mujer muy perfumada, y con anteojos de sol, quien prefirió no dar su nombre.
De a poco comenzaron a llegar los manifestantes, con proclamas tales como: “Sin seguridad jurídica no hay seguridad.” Ollas, flaneras, budineras, cajas de zapatos, rayadores, cualquier elemento que generara ruido era bienvenido en la protesta. “Estoy contra el gobierno que se afana todo”, sintetizó “Robert”, que llegó al lugar patinando en rollers y utilizó un cencerro para hacer bullicio.
La bajísimas temperaturas obligaron al abrigo. Y la mayoría de los concurrentes apeló a pesados tapados y botas para paliar el frío. “Es increíble la inseguridad y la falta de justicia que hay en este país. No puede ser que no haya nadie más idóneo que Daniel Reposo para la Procuración”, sentenció Silvia, “de por acá cerca”, mientras sostenía una bolsa de Free Shop, una jarra y una cuchara de madera, una horas antes que el síndico general de la Nación renunciara a su candidatura.
Poco antes de las 19:30 se produjo un silencio y la asistencia comenzó a entonar el Himno Nacional y al llegar la última estrofa, volvieron a sentirse las cacerolas. Fue la señal de partida para que los casi 1000 manifestantes que se reunieron en el lugar comenzaran su caminata a Plaza de Mayo.
Uno de los organizadores aleccionó a la concurrencia: “Vamos a parar dos minutos en cada cuadra, para seguir convenciendo a todos de sumarse. Acuérdense de que esto es en paz”, dijo. Mientras la columna transitaba por Santa Fe, un vecino de la zona arrojó papeles desde su ventana, provocando el éxtasis de los caceroleros, quienes continuaron su caminata por la Avenida 9 de Julio y luego Diagonal Norte.
Los manifestantes entraron a Plaza de Mayo al grito de “oh le le, oh la la, si este no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está?”, mientras aquellos que habían llegado de otras zonas como Caballito o Belgrano los fotografiaban con sus celulares. Frente a la Casa Rosada, el merchandising incluyó carteles de “prohibido K” con una versión que incluía una calavera, carteles con la leyenda: “No es por el dólar, es por la libertad”, y máscaras de “V de Venganza”, las mismas que utilizan los indignados en España.
“Cristina nos mintió. Somos el 46%”, rezaba el cartel que sostenía Magdalena. “No veo bien al país y quiero un mejor futuro para mis hijos. No quiero que se vaya Cristina, sino que nos gobierne mejor, sin la lacra que está al lado de ella, como Amado Boudou. Estoy orgullosa de estar en esta plaza y de estar en paz”, dijo.

Publicado en :

http://tiempo.infonews.com/2012/06/08/argentina-77796-el-cacerolazo-llego-a-la-plaza-de-mayo.php


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1 comentario:

  1. Por supuesto que gran parte de las consignas están armadas desde los titulares mediáticos. ¿Cuándo un ciudadano de a pie protestó por el candidato a la procuraduría? Está claro que no tienen idea de lo que les molesta, pero saben que eso se tiene que extirpar. Por eso la comparación con los montoneros o simplemente decir que todo está mal. Por ahora son unos pocos, y por mucho tiempo lo seguirán siendo.

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