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lunes, 14 de mayo de 2012

UNIDAD NO ES AMONTONAMIENTO, por Omar Dalponte (para “Redacción Popular”).


Unidad y organización: en este par de palabras se sintetizan dos necesidades impostergables para lo que denominamos el campo popular. A partir de la unidad y organización de este amplio y fundamental sector se podrá mantener lo realizado por nuestro gobierno y avanzar en el camino hacia la definitiva liberación nacional y social de la Argentina.

Sin duda la mayoría de nuestro pueblo respalda el proyecto que el peronismo kirchnerista, acompañado por sus aliados, procura seguir haciendo realidad. Hacer realidad un proyecto es materializar ideas. Es concretar clara y precisamente una propuesta. Cada una de las medidas de fondo adoptadas en los dos turnos anteriores y en lo que va del presente por los gobiernos peronistas kirchneristas han sido apoyadas por el voto popular y también, por suerte, por movilizaciones que, en cada oportunidad que ocurrieron, crecieron en número y calidad. De Ferro Carril Oeste (12/3/2010 en vida de Néstor Kirchner) pasando por Huracán (11/3/2011) hasta Vélez Sársfield (27/4/2012) los actos kirchneristas han crecido en cantidad, calidad y no olvidemos los exrtraordinarios triunfos electorales del 14 de agosto y del 23 de octubre de 2011 en que, al final, el 54% de los votantes decidió un segundo mandato para Cristina Fernández.

El kirchnerismo es peronismo en estado puro según suele repetir el querido compañero Anibal Rushan. Tiene razón. También, de acuerdo con el autor de esta nota, asegura que no hay varios peronismos sino uno solo. En nuestro Movimiento siempre hubo diferencias profundas y hasta enfrentamientos sangrientos. También grandes coincidencias que posibilitaron para bien la transformación del país, y para mal el apoyo al menemismo que remató los bienes de la República y casi quebró totalmente la moral de los argentinos. Nadie puede negar esto porque hacerlo significaría falsear la historia de una expresión política que durante 67 años ha venido cumpliendo un papel central en la vida de nuestro país y hoy gobierna tomando medidas que son miradas con admiración y respeto por muchos países. Pero respecto a los buenos y malos del Movimiento, Perón, en Conducción Política, nos decía: "no se le puede pedir a un movimiento multitudinario como el nuestro que esté formado por santos y por héroes. Hay héroes y hay santos, pero no son todos. Los demás son hombres".

Las vueltas de la vida y en este caso los vaivenes de la política han permitido que "el peronismo en estado puro", que no es otra cosa que el kirchnerismo actual, tenga en sus manos el destino de la Nación. En la medida que sigamos por la senda de las transformaciones en beneficio de nuestro pueblo, más fuerte y peligrosa será la resistencia y la ofensiva de las clases dominantes ( y de sus alcahuetes) para impedirlas. Esta es la razón por la cual la presidenta reclama unidad y organización. La acción de su gobierno necesita contar con un respaldo masivo y ordenado para mantener su fortaleza y seguridad.

Y ese reclamo lo realiza Cristina Fernández de acuerdo a la línea histórica del peronismo. Ya en su discurso fundamental, pronunciado desde los balcones de la Casa de Gobierno aquel histórico 17 de octubre, Juan Domingo Perón decía a los trabajadores: " únanse y sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos". Más adelante, en épocas duras de resitencia, una de las consignas clásicas que encarnaron el espíritu de la CGT de los Argentinos nacida el 28 de de marzo de 1968 en el Congreso Normalizador "Amado Olmos", fue: "Unirse desde abajo, organizarse combatiendo".

Hoy la unidad del campo popular debe darse en torno a ideas. Alrededor de un programa que se vaya elaborando en las bases del pueblo. Nuestra unidad es la mejor garantía para realizar las transformaciones de fondo que obligadamente tendremos que encarar. Y en esta unidad habrá que incluir a todo lo que se pueda. Cuanto más amplia sea la base del movimiento nacional y popular más fortaleza obtendremos para enfrentar a los poderosos intereses que procuran debilitarnos y derrotarnos.

Simultáneamente es menester pensar en formas de organización que deberán lograrse con la mayor participación popular posible, conforme a la realidad de cada lugar y teniendo en cuenta que una cabeza no puede pensar por miles y que, en cambio, miles de cabezas, en discusiones abiertas y democráticas pueden hallar los comunes denominadores para sellar la unidad del pueblo, producir, ajustar su organización y mantenerlo movilizado. Unirse desde abajo, organizarse combatiendo en el territorio de las ideas y prepararse para las acciones que reclamen las circunstancias es la gran tarea a realizar en este tramo de nuestra historia. Unidad, organización y movilización son las tres patas en que debe asentarse el movimiento nacional frente a las pretensiones neoliberales de introducirnos en el túnel del tiempo.

nuevospropositos@hotmail.com

Publicado en :

http://www.redaccionpopular.com/articulo/unidad-no-es-amontonamiento

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