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martes, 8 de mayo de 2012

Un ingeniero ahí, por Eduardo Anguita (para “Miradas al Sur” del 06-05-12)


Miradas al Sur. Año 5. Edición número 207. Domingo 6 de mayo de 2012

Por

Eduardo Anguita

eanguita@miradasalsur.com

Los historiadores, quizá los del presente, tendrán que buscar la perspectiva que ayude a comprender que un gobierno popular, con el paso del tiempo, se fortalece en vez de desgastarse. La vieja idea liberal de que la democracia es la alternancia de ofertas ante el desgaste de las promesas electorales incumplidas quedó en la superficie luego de que el subsuelo de la Patria brotara con intensidad a la superficie. El viernes, al anunciar la promulgación de la ley de soberanía energética, Cristina Fernández de Kirchner arrancó sus palabras con la historia como sujeto y no con la investidura presidencial. No es un detalle retórico sino el tamaño del desafío en el cual está sumergida la Argentina del Bicentenario: "La historia ha sido muy generosa con esta Presidenta, que le ha permitido enviar el proyecto de recuperación, y al mismo tiempo firmar la promulgación de la ley que, por amplísima mayoría, aprobó –en el marco de las instituciones, como corresponde– el Parlamento argentino".
La lectura detenida de las palabras de Cristina revela que nueve años de continuidad en la gestión de gobierno permitieron a la sociedad –y a la amplia mayoría de representantes parlamentarios– poner en valor algo que hace dos décadas recorre los ámbitos políticos, académicos y empresariales sin encontrar otras recetas que la recuperación, lisa y llana, por parte del Estado de los recursos hidrocarburíferos. En una secuencia de intervenciones parlamentarias y actos de apoyo masivo a este nuevo escenario, Cristina desplegó los elementos de análisis que deben ponerse en juego para que la vieja trilogía de Estado-Sociedad-Economía conduzca a cristalizar lo que, hasta hace poco nomás, eran "la profundización del modelo" y "la sintonía fina" y hoy es un camino de reafirmación del interés público que invita al interés privado y a los trabajadores a alinearse en busca de potenciar los diversos intereses y capacidades en juego. Es decir, aquella retórica presidencial de profundizar y sintonizar era un guiño para que el pueblo supiera esperar la parición de hechos. Nueve años y no nueve meses incubaron el planteo más audaz de la era encabezada por Néstor y Cristina Kirchner. En el futuro cercano, las nuevas autoridades de YPF, más los trabajadores y técnicos, proveedores y competidores tendrán que desplegar todos los recursos para contar con una matriz energética que permita garantizar el abastecimiento energético de una producción que creció durante nueve años consecutivos y que no tiene en vista la nefasta fórmula de enfriar la economía.
En esta semana se les terminó de torcer el brazo a los intereses del neoliberalismo en la Argentina. El interés público, con todas las debilidades que pueda presentar la gestión estatal, tomó la delantera. Porque YPF es la primera empresa petrolera pero también es la primera empresa en facturación del país y resultaba imposible que se alineara con un proyecto soberano en manos de Repsol. El esfuerzo y la capacidad de liderazgo de Cristina pudieron derrumbar, en menos de tres semanas, todos los grilletes puestos por los lobbies políticos y empresariales para que los intereses ligados al petróleo brotaran a la superficie.
El detonante fue la obscena expatriación de utilidades y la desvergonzada desinversión de los accionistas mayoritarios. Por detrás hay una trama de intereses creados que no se darán por vencidos y que requerirán, como dijo Cristina, una alta profesionalización sumada a una conducción política creativa, prudente e implacable. Los ahora llamados proveedores de la vieja YPF estatal, décadas atrás eran áreas propias de la compañía y ahora son empresas, muchas de ellas multinacionales, que son contratadas a precios que encarecen la cadena de valor del petróleo y el gas. Los bajísimos niveles de inversión en Investigación y Desarrollo de los últimos años hacen que los especialistas no puedan ponderar con certeza cuáles son las reservas comprobables y mucho menos permitan elaborar planes precisos de inversión para la extracción, el refinamiento y la distribución. La cantidad de quioscos y rebusques corruptos en el desmanejo de YPF van desde la fijación del precio de las cañerías provistas por quienes se quedaron con el monopolio siderúrgico en la Argentina hasta el negocio pequeño de la provisión de agua caliente en las estaciones de servicio de la red YPF. Un empleado de la empresa le relataba a este cronista cómo funcionó ese pequeño negocio. Por años, el feliz beneficiario de las maquinas de agua caliente de las estaciones de servicio pagaba un canon del orden del medio millón de pesos. Un día, alguien hizo una auditoría y calculó que la cantidad de monedas acumuladas en un año eran equivalentes a diez millones de pesos. Es decir, una rentabilidad del 2000 por ciento. Bastó con poner un contador.

Personas comunes con desafíos extraordinarios. No todo va a ser tan simple como lo antedicho. Cristina no sólo advirtió que con esta medida los empresarios deben tomar nota de la autoridad gubernamental sino que apeló a "sus compañeros trabajadores". Al respecto, hizo una mención "a una nota" que había leído el mismo viernes y que no terminó de comentarla. Se refería al artículo publicado por Roberto Caballero ese día en Tiempo Argentino y que impresionó a este cronista en la madrugada al iniciar el programa Hoy más que nunca de Radio Nacional. Caballero recordó, al momento de la votación de Diputados del jueves (207 a favor, 32 en contra y seis abstenciones), a Ramón Rioseco, un obrero ypefeano de Cutral-Có que estuvo en los "fogones" y peleas que esta última Semana Santa cumplieron 15 años sin que nadie recordara que, en pleno ajuste, el gobernador Felipe Sapag les quitaba la bonificación salarial del 20% por "zona desfavorable" a los empleados públicos de esa pequeña localidad emblema del petróleo argentino, mientras los empresarios petroleros neuquinos "se la llevaban en pala". Rioseco es intendente de Cutral-Có desde 2007. Caballero pensó en el ejemplo del sujeto social en transformación. Este cronista pudo dialogar el viernes en la radio con Rioseco quien dijo que la privatización de YPF, para él, hijo y nieto de ypefeanos, era como perder a un hijo o al padre. Este hombre curtido, de rasgos americanos, no se tomó tiempo para festejos sino que agarró el guante de la Presidenta: organizó para el próximo jueves, en el salón de actos municipal, una conferencia para todos los vecinos con Luis Durán, ingeniero en petróleo, magíster en Economía y Política Energética Ambiental. El título de la charla es concretísimo: Hidrocarburos no Convencionales - Método de Explotación - Política Energética. Cutral-Có es un nombre mapuche y quiere decir agua de fuego. Parece que los pobladores originarios daban un nombre poético a algo que el Departamento Federal de Energía de Estados Unidos publicó hace un año: Argentina tendría reservas de gas y petróleo no convencional de tal magnitud que colocaría al país tercero –detrás de Estados Unidos y China– en la nómina de naciones con más reservas no convencionales en el mundo. Y una buena parte de estos recursos naturales están en Vaca Muerta, el yacimiento que corre por el subsuelo de Cutral-Có y de otros tantos pueblos que ahora van a retomar su rol en el entramado de la energía regida por el interés público.
En ese sentido, no es menor la designación del entrerriano Miguel Galuccio al frente de la gerencia general. Este ingeniero en Petróleo egresado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires, de 44 años, tuvo una carrera destacada fuera del país. Su especialidad parece ser la de, dicho en criollo, buscar petróleo. Es decir, es uno de los expertos en búsqueda y ponderación de reservas. Galuccio, antes de aceptar este desafío, tenía una altísima responsabilidad en la empresa Schlumberger, una multinacional dedicada al conocimiento intensivo en industria petrolera. Sus ventajas comparativas están no en el manejo financiero o el lobby político sino en lo que, en el lenguaje de esa industria se denomina: "Adquisición sísmica; elaboración, evaluación de la formación, pruebas de pozos y la perforación direccional, la cementación de pozos y la estimulación, levantamiento artificial, las terminaciones y de consultoría y de software y gestión de la información". Algo incomprensible para legos pero que permite sospechar la importancia que tendrán la Investigación y el Desarrollo en el próximo período con Galuccio al frente.
El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, contó anoche en Paraná algunas cosas que permiten ver cómo el tema YPF estuvo en la agenda de la Presidenta desde, al menos, la asunción de su segundo mandato. Tal como indica el portal Análisis Digital dirigido por el periodista Daniel Enz, el gobernador contó que había viajado a Londres a fines de diciembre pasado para dialogar con Galuccio e interesarlo en el proyecto de la soberanía energética concebido por Cristina. Urribarri contó el viernes que tras esa reunión: "Le sugerí impetuosamente, porque la respeto mucho a la Presidenta, que Miguel era la persona que podía ocupar el lugar en la conducción del management en esta compañía tan importante para todos los argentinos". Además, le contó que Galuccio había trabajado en proyectos muy importantes en distintos lugares del mundo como Ecuador, Indonesia y México. "La Presidenta, conociendo su currículum, quiso conocerlo", agregó el gobernador, quien confió que fue junto a Galuccio a Calafate el 4 de abril pasado, "y ahí tuvimos una larga charla, donde Cristina le hizo muchísimas preguntas y Miguel respondió con solvencia. A partir de allí tuvimos varias reuniones más que terminaron con la designación de Galuccio al frente de YPF". Cristina, el viernes, destacó que nadie puede sospechar que Entre Ríos tenga intereses especiales en materia petrolera. Está claro que una serie de provincias hidrocarburíferas podrían haber sentido escozor en caso de que el nuevo gerente general tuviera lazos primarios con alguna de ellas.
Una nueva página en la historia argentina se abre. Julio De Vido y Axel Kicillof, interventor y subinterventor de YPF, desde mañana mismo tendrán a Galuccio en el edificio de Macacha Güemes donde trabajan miles de ypefeanos. La Presidenta anteayer hizo un juego de números que no pretendía convertirla en una experta en la Cábala pero que reflejaron su excelente humor: "Los plazos –parece que la historia es de los cuatro–, porque un 4 de marzo recibí el e-mail (de Urribarri); un 4 de abril conocí a Miguel; hoy es 4 de mayo; y el 4 de junio da exactamente, a partir del lunes, contados todos los días, tal cual marca el estatuto, el 4 de junio da exactamente el día en que la asamblea se debe reunir para conformar el directorio. Y además cuatro por cuatro es 16..." siguió Cristina. Este cronista puede agregar que, a partir de esta fecha, cuatro por cuatro ya no es sólo el chiche de algunos sojeros.

Publicado en :

http://sur.infonews.com/notas/un-ingeniero-ahi

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