Miradas al Sur. Año 5. Edición número 207. Domingo 6 de mayo de 2012
Por
Eduardo Blaustein
Raúl Alfonsín solía apelar a una frase que acaso no inventó pero que es valiosa para lidiar contra los discursos de la antipolítica, los mediáticos y sociales, pero también los de las derechas del tipo macrista. Decía el presidente radical que “la política no se hace en condiciones puras de laboratorio”. Más o menos lo mismo, pero en compacto y criollo, reiteró Agustín Rossi en su intenso discurso de cierre en el Congreso: “La política no se hace en un termo”. El hecho de que incluso antes de iniciar ese discurso el Chivo Rossi recibiera desde las gradas un homenaje demorado, que merecía hace tiempo, demuestra lo mismo: hay que jugarse y acumular en política para luego, con suerte, recibir los beneficios. Y cuando la Presidenta, designando a un experto de frondoso currículum como gerente general de la petrolera recuperada, les cierra la boca a las niñas del PRO y otros opositores que hablaron del peligro de YPF como “chiche de La Cámpora”, también demuestra que desde la política las cosas se pueden hacer bien.
Habrá que ver en la cancha cómo se comporta el pingo estatal, la nueva YPF, conducida políticamente desde el Estado pero con el respaldo que den técnicos históricos, los jóvenes, los que se vayan a recuperar e incorporar. Se habló en algún momento de conformar un consejo de notables, incluyendo a cuadros de otros partidos. Sería una buena noticia, y un modo de confrontar a los satanizadores de los modos kirchneristas con la construcción de nuevos espacios de acción con interlocución.
Si efectivamente se hiciera eso, el problema sería también para esos partidos. Ya bastante cobraron desde el establishment, muy especialmente los radicales, por su apoyo en general al proyecto de recuperación. La columna escrita por Joaquín Morales Solá, sin citar fuentes, afirmando más que sugiriendo que ese apoyo fue a cambio de más empleados legislativos o de dineros, fue de una perversidad extrema. Al radicalismo y al FAP se les abre un desafío complicadísimo: cómo seguir recuperando identidad, consistencia y dignidad a riesgo de ser absolutamente maltratados por los medios dominantes, que apuestan a las alianzas que pueda establecer Macri con lo peor del peronismo y el radicalismo.
Varias intervenciones de legisladores radicales y del FAP, más allá del apoyo en general, fueron en el camino de esa recuperación de identidades y pertenencias. El agradecimiento reiterado de la Presidenta seguramente es un reconocimiento a la valentía que tuvieron esos espacios al afrontar el castigo mediático. Hubo buenos discursos opositores, con críticas a escuchar, con algún resentimiento, también con propuestas que la mayoría oficialista prefirió no atender. Lo que en todo caso también se debe atender es que el radicalismo, que hoy califica como “natural” su apoyo a la recuperación de YPF, jamás en estos años presentó alguna propuesta de recuperación, como sí insistió Pino Solanas. La UCR no lo hizo en campaña, no lo intentó con De la Rúa, habrá temido al “desborde nacionalista”. La política no se hace en condiciones puras de laboratorio. Pero a veces no se intenta nada. El beneficio, con suerte, es para los que se juegan.
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http://sur.infonews.com/notas/la-politica-el-termo-la-audacia
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