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martes, 8 de mayo de 2012

El Peronismo será revolucionario o no será. Apuntes sobre el pensamiento político de Evita, por Diego Burd (para “Poemas urbanos y otras cosas”)


Hablar de Evita, es hablar de lo plebeyo en el sitial del poder, es la ruptura simbólica esencial del peronismo respecto al régimen conservador constituido, representa lo jacobino hablando desde el espacio de poder que correspondía a la oligarquía, si el momento político del peronismo, como ruptura de los consensos establecidos, de jugar como espacio de ampliación ciudadana, al convertirse en un vector de ampliación y ejercicio de derechos sociales y políticos a los sectores trabajadores, construyendo un espacio de construcción de conciencia de clase, donde la noción de clase es atravesada por la identificación de una pertenencia política. Para muchos, esta relación entre clase trabajadora y peronismo, represento un freno para las aspiraciones propias como clase, incorporando a la misma al devenir del desarrollo institucional burgués, sin conectar las posibilidades del desarrollo del peronismo, como un corpus heterogéneo, resistente, y contra-hegemonico al capitalismo, desde su presencia en los márgenes hasta en los conflictos del centro, el problema de la resolución del peronismo como identidad política por parte de los sectores oligárquicos nacionales y de la izquierda, es intentar cerrar la dimensión de conflicto en lo político marcado por la irrupción del hecho peronista en la sociedad argentina. Evita, la voz jacobina del peronismo, es la palabra de reconocimiento del mismo como constitutivo de lo político, lo cual no es negación del carácter de clase del mismo, sino de incorporarle nuevas mediaciones políticas al mismo, el peronismo como hecho maldito del país burgués, según Cooke, es poner en tensión lógicas binarias del conflicto de clase, desarrollándose en un régimen de transición hacia un nuevo republicanismo popular, poniendo constantemente en juego los limites propios del desarrollo de transición sin devenir de la clase en revolucionaria. Dentro de este parámetro de lectura, que se intenta proponer, es pertinente la pregunta ¿Qué representa Evita para la tradición política emancipadora nacional? Es la presencia central del conflicto y de su resolución, señalando las potencialidades del peronismo, de la democracia republicana conservadora liberal, quien potencia el horizonte de expectativa del peronismo, como corpus ideológico nacional y popular. En Evita la política, el hacer político, es resolución y aceptación del conflicto como constituyente del momento político, como dijimos anteriormente, pero reconociendo e incorporando al peronismo como nueva mediación interpretativa del mismo, el nombrar a Peron, lo hace como símbolo de ruptura, a su vez constituyente e instituyente de nuevos parámetros de lectura del problema político nacional, el nombre de Peron, no es un significante vacío, es acompañado por un sujeto político social construyéndose, en sus discursos, Perón es significante del Pueblo, y este logra independencia del nombre Perón, es central esto para comprender el pensamiento político de Evita, es como juega con el proceso de identificación y ruptura, ella es mediadora, es nombre de la mediación conflictiva de lo político, es voz del mismo, un ejemplo lo podemos encontrar en el discurso del 1ero de Mayo de 1952: “Compañeras, compañeros: Otra vez estoy en la lucha, otra vez estoy con ustedes, como ayer, como hoy y como mañana. Estoy con ustedes para ser un arco iris de amor entre el pueblo y Perón; estoy con ustedes para ser ese puente de amor y de felicidad que siempre he tratado de ser entre ustedes y el líder de los trabajadores” Ahora no es mediación neutral sino representante de los sectores populares, el conflicto es de clase, es el pueblo trabajador, el pueblo humilde, mujeres del pueblo, los descamisados, es el sujeto concreto de la explotación, ubicado frente al conjunto de clases dominantes articuladas, y sobre las que se sostiene el espacio de dominación colonial, en el discurso mencionado: “Yo le pido a Dios que no permita a esos insectos levantar la mano contra Perón, porque ¡guay de ese día! Ese día, mi general, yo saldré con el pueblo trabajador, yo saldré con las mujeres del pueblo, yo saldré con los descamisados de la patria, para no dejar en pie ningún ladrillo que no sea peronista. Porque nosotros no nos vamos a dejar aplastar jamás por la bota oligárquica y traidora de los vendepatrias que han explotado a la clase trabajadora, porque nosotros no nos vamos a dejar explotar jamas por los que vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metroplis extranjeras; entregan al pueblo de su patria con la misma tranquilidad con que han vendido al país y sus conciencias; porque nosotros vamos a cuidar a Perón más que si fuera nuestra propia vida, porque nosotros cuidamos una causa que es la causa de la patria, es la causa del pueblo.” Vemos, el circulo de construcción de lo conflictivo en lo político, y sus relaciones de clase atravesada por la cuestión nacional, el peronismo constituye un proceso de interpelación del conflicto histórico, es ruptura, vemos que Perón deja ser solo autónomo sino es parte del conflicto, Evita mediadora movilizadora, de poner sobre la superficie, la voz del conflicto social. Ahí entra la noción de sectarismo en la política, se convierte como espacio de reparación, el sectarismo es demostrar el desequilibrio previo, el desequilibrio social constitucional de la inserción del país como espacio dependiente en la lógica del sistema capitalista. Perón es figura simbólica sobre la que se construye y desarrolla el conflicto social en la Argentina de mediados del siglo XX, a su vez figura instituyente, en Mi Mensaje, Evita plantea: “Los enemigos del pueblo fueron y siguen siendo los enemigos de Perón... Porque serán enemigos eternos de Perón y del pueblo aquí y en cualquier parte del mundo donde se levante la bandera de justicia y la libertad” Perón es asumido como un valor, que trasciende al nombre, y al nombrarlo es nombrar valores sociales de recuperación, es trascender limites que el mismo Perón, hombre, puede colocar al peronismo, ya que el momento peronista es apertura de nuevas posibilidades propias en el corpus. Evita, voz y presencia jacobina, de aperturas, de comienzos, de caminos que configuran futuras lecturas del peronismo, como matriz de proyectos emancipatorios nacionales y populares, descamisada, odiada, amada, Evita ruptura y constituyente del peronismo como matriz cuestionadora de la nación dependiente.

Publicado en :

Poemas Urbanos y otras cosas

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