Páginas

sábado, 5 de mayo de 2012

COMUNICACIÓN PROPIA Y CONTRACULTURAL.NO SER LOS HIJOS DE LÁGRIMA, por Héctor Sosa (para “Nos Comunicamos”)


Por Héctor Sosa (*).-

¿Se puede construir una comunicación contrahegemónica al poder de las multinacionales del entretenimiento y la (des)información? ¿Podemos hacerlo sin ser funcionales al mismo sistema que se pretende confrontar?

Sería un acto de ingenuidad política suponer que al nuevo fascismo global se lo combate sólo con la voluntad o el deseo. La gestación de una comunicación propia deberá ser el resultado lógico de la elaboración de un pensamiento crítico al "orden" establecido.

Estados Unidos tomó la determinación estratégica de ir por el dominio territorial de los países que cuentan con los recursos necesarios para su propia subsistencia. Al mismo tiempo resolvió profundizar, luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001, su visión maniquea del mundo, al que dividió entre el "Bien" y el "Mal", mientras su infantería mediática disparaba la consigna provocadora: "están con nosotros o con los terroristas": el pensamiento único en su máxima expresión.

La dominación económica, las técnicas de ocultamiento informativo y la imposición de valores culturales no comenzaron hoy. El poder siempre buscó hacer visible lo que le convenía y esconder lo que no. Lo nuevo es que ahora transmite su ideología, desde las industrias del entretenimiento y la información, a la velocidad de la luz a la mayoría de los habitantes del planeta.

Las megaempresas de la (des)comunicación global utilizan sus técnicas de manipulación para descontextualizar, imponer el presente continuo, construir realidades virtuales, manejar lo efímero, evitar las relaciones históricas, generar superabundancia informativa y censurar aquello que se oponga al "nuevo orden" capitalista.

Para quienes desarrollamos nuestras acciones en el contexto de una resistencia cultural a este modelo es fundamental no ignorar, subestimar o soslayar la capacidad económica, militar y comunicacional que el mismo tiene.


No habría que dilapidar esfuerzos en solicitarle a los grupos económicos concentrados "libertad de expresión" o "democratización de los medios", sería como pedirle al verdugo clemencia o al banquero que socialice sus ganancias. No debemos ser hijos de la lágrima. Debemos ser constructores de una comunicación propia, alternativa y alterativa.

El imperio ocupa territorios geográficos y mentales y no le preocupa que sus acciones generen personas indignadas. Lo que le molesta son los seres humanos pensantes, los que se rebelan, los que resisten con sus ideas, los que dan respuestas organizadas.

La construcción de una comunicación propia nos desafía a elevar la calidad de los contenidos, a elaborar estéticas nuevas y transgresoras y a organizar canales de distribución de mensajes, por dentro y fuera de los circuitos tradicionales.

Al caos y la velocidad informativa hay que contraponerles ideas y conceptos claros, simples y directos. La certeza y contundencia de nuestros mensajes deben ser como flechas al talón de Aquiles.

mayoría de las organizaciones que luchan contra el pensamiento único, hay que romperlo con el desarrollo y perfeccionamiento de Red de Redes, locales, regionales y mundiales.

En el último encuentro del Foro Social Mundial (FSM), realizado en Brasil, se remarcó la importancia de "construir circuitos de comunicación globales que pongan en atención y acción a millones de personas". Estas redes jugaron un papel importante, con sus virtudes y defectos, en las convocatorias contra la invasión a Irak, en la denuncia del intento de golpe en Venezuela y durante la rebelión popular en Bolivia. La información circuló por fuera de los grandes medios.

"Comunicarnos para organizarnos, organizarnos para comunicarnos", ésta fue una de las ideas que la UTPBA impulsó en setiembre de 1998, durante el Primer Congreso Mundial de la Comunicación, realizado en Buenos Aires y convocado bajo la consigna "No hay democracia informativa sin democracia económica".
Desde esas ideas fuerzas la Utpba alentó y promovió -antes, durante y luego de ese encuentro- la necesidad de generar políticas de comunicación propias.

Puso al servicio de otras organizaciones sus ideas y sus prácticas en el tema.
Producción de contenidos, medios para darlos a conocer (gráficos, audiovisuales, electrónicos, en la calle persona a persona) y circulación y distribución de los mensajes por fuera de los marcos establecidos, fueron y son vitales para romper los cercos informativos. Gestar y desarrollar nuestra comunicación implica producir teoría y práctica política.

La construcción de una comunicación contrahegemónica no es un desafío exclusivo de la corporación de prensa, es el desafío de hombres y mujeres organizados, que luchan, en cualquier lugar del planeta, para que Otro Mundo y Otra Comunicación sean Posibles, y como le hace decir Shakespeare a uno de sus personajes, el rey Enrique V, antes de la batalla de Agincourt: "Todo está dispuesto si nuestros espíritus lo están (1)".

(*) Periodista, docente,integrante Observatorio de medios, secretario de Prensa de la Utpba, miembro de la Red de la Comunicación y docente.
(1) William Shakespeare, "La vida de Enrique V", acto IV, escena 3.

Publicado en :

Nos Comunicamos

No hay comentarios:

Publicar un comentario