Páginas

lunes, 9 de abril de 2012

Avances populares, resistencias corporativas. Por Agustín Rossi (para “Tiempo Argentino” del 08-04-12)

A los tres días de asumido Néstor Kirchner, el jefe del Ejército Ricardo Brinzoni habló, antes de ser remplazado por Bendini, de una supuesta reinstalación –luego de 20 años– de un clima de “intriga política sobre los cuarteles”

Por: Agustín Rossi

Apenas una semana más tarde, operadores de la Corte Suprema de “la mayoría automática” indicaban que el máximo tribunal (encabezado por Julio Nazareno) estaba preparando un fallo para “redolarizar” los depósitos “pesificados”, lo que mereció que Kirchner por cadena nacional le pidiera al Congreso que tome parte en el asunto para renovar la Corte. No fueron las dos únicas presiones corporativas contra Kirchner en sus primeros 100 días de gobierno. El FMI presionaba por el ajuste y la liberación de tarifas de las privatizadas; los actores que habían convertido al PAMI en una vergüenza nacional resistían a los cambios; la corporación militar resistía a la decisión de Kirchner para terminar con la Obediencia Debida y el Punto Final y la cúpula eclesial reclamaba “ni impunidad ni venganza”; el sector financiero empezaba a resistir a un canje de deuda con quitas planificadas de un 70 por ciento. El pasado resistía con uñas y dientes a un nuevo liderazgo que pretendía terminar con las presiones de los responsables de la decadencia nacional.

Tampoco fueron sencillos los primeros 100 días de Cristina Fernández de Kirchner en su primer mandato. No habían pasado 48 horas de su asunción cuando apareció la operación de la valija de Antonini Wilson. El tema mereció diez tapas consecutivas de Clarín. Mientras Kirchner daba pasos para liderar el PJ, Duhalde empezó a tratar de instalar la idea de que “Cristina no está preparada para gobernar.” Los formadores de precios trataban de anticiparse a las paritarias para licuar los aumentos salariales de los trabajadores. Las refinadoras ponían en riesgo el suministro de combustibles debido al intento del gobierno por moderar la evolución de los precios.

Pero nada fue tan ejemplificador de las intenciones corporativas que las reacciones que siguieron a la famosa Resolución 125. Sectores concentrados de la actividad económica conformaron una alianza con los medios hegemónicos para impulsar, desde la resistencia al aumento de las retenciones, un verdadero plan de desgaste de la presidenta. Los 100 días del gobierno de Cristina se cumplieron durante la Semana Santa de 2008 con diez días consecutivos de lockout de las patronales agropecuarias, piquetes en las principales rutas del país y un profundo desabastecimiento de los argentinos. Los invito a recorrer los archivos fotográficos y las tapas de los principales diarios de aquellos días: valen mucho más que mil palabras.

El poder corporativo –que intentó condicionar los primeros pasos de Kirchner y jaquear al primer gobierno de Cristina– no esperaba los resultados electorales que se dieron en 2011. El 51% obtenido en las primarias de agosto y el 54% de las generales de octubre obligó a modificar las estrategias corporativas. Tras el sacudón inicial, comenzaron el plan de desgaste de la enorme legitimación popular obtenida por la presidenta en las elecciones. El único objetivo era (y es) poner fin a la “luna de miel” entre Cristina y los argentinos.

Lo he dicho en más de una ocasión: la presión sobre el tipo de cambio, las críticas a las modificaciones en las políticas de subsidios, las especulaciones sobre la salud de la presidenta, el enamoramiento corporativo con dirigentes que se alejan por distintas razones del oficialismo, las sospechas que instalaron sobre el “Proyecto X”, las críticas a la política de comercio exterior, la cuestión de la minería a cielo abierto y la reciente embestida contra el vicepresidente son distintas y sucesivas fotos de una misma película tendiente a poner en cuestionamiento permanente al gobierno de Cristina.

En sentido contrario, la presidenta no se movió un centímetro de los ejes vectores de su gobierno que la llevaron a ganar con contundencia las elecciones: mantenimiento de un modelo económico que genera crecimiento y empleo; protección a la industria y búsqueda de sustitución de importaciones; permanente aliciente al mercado interno (aumento a los jubilados); avances en derechos laborales (Estatuto del Peón Rural); clara postura de defensa de los intereses nacionales (límite a la extranjerización de tierras, presión sobre las petroleras); generación de fuertes consensos ante políticas de estado (Malvinas, unificación de los Códigos); búsqueda de nuevas herramientas para alentar el crédito productivo (reforma del BCRA, Créditos del Bicentenario).

Lo expresado demuestra varias cosas. En primer término, los gobiernos populares, los que buscan tener autonomía respecto de los poderes fácticos, nunca tienen “luna de miel” ante las corporaciones. Néstor y Cristina gozaron del apoyo popular al iniciar sus mandatos pero tuvieron que resistir a los embates de los poderes concentrados. En segundo lugar, los que apoyamos a este gobierno no debemos confundirnos: como decimos siempre desde la Corriente Nacional de la Militancia, el debate es entre poder popular y el de las corporaciones. Los primeros 100 días del gobierno de Cristina volvieron a ratificarlo: cuanto más profundicemos, más resistencia tendremos.

El poder corporativo no descansa y nunca se da totalmente por vencido en un país con tendencia a brindar cobertura política y mediática a quienes se consideran los verdaderos dueños de la Argentina. Y si nuestros dirigentes, militantes y adherentes tienen interrogantes acerca de cómo y dónde posicionarse en alguna coyuntura, miren a dónde se ubican las corporaciones y no duden en ubicarse en el lugar exactamente contrario. Nada que sea bueno para las corporaciones, es bueno para Cristina y el proyecto nacional y popular que conduce y que, entre todos, debemos defender y profundizar.

Publicado en :

http://www.movimiento-evita.org.ar/?p=7495

Publicación original en :

http://tiempo.infonews.com/2012/04/08/editorial-72552-avances-populares-resistencias-corporativas.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario