Arriba : Playas de Gessell. Senador de vacaciones. Periodista de vacaciones. Ambos trabajando...
ENTREVISTA EXCLUSIVA DESDE VILLA GESSELL
Diario 24 de Tucumán, 18 de Enero de 2012
Cara a cara con El Diario 24, el Senador Nacional dice que respeta enormemente al juez de la Corte Suprema, pero que no comparte su valoración política. Habló de la ley antiterrorista, la enfermedad de Cristina y la muerte de Néstor Kirchner.
Por Juan Pablo Flores.
ANÍBAL EN GESELL. El actual Senador Nacional explica el fenómeno de la militancia en los jóvenes. (Foto: El Diario 24)
Cuando uno lo ve ahí sentado debajo de una carpa en Villa Gesell, primero agudiza bien la mirada para ver si es que efectivamente es él, y luego confirma que sí, que se trata del mismísimo Aníbal Fernández, el ex Jefe de Gabinete y actual Senador Nacional.
Se lo puede ver distendido, caminando por un balneario común y corriente de la costa, conversando con todo aquél que se le acerca, sin hacer ningún tipo de diferencias y con una amabilidad inusitada para alguien que es asediado por la prensa, incluso cuando está con el short puesto en plenas vacaciones.
En tal contexto, Aníbal amablemente acepta conversar unos minutos, respondiendo las siguientes preguntas que compartimos con ustedes:
Diario24 -¿Cómo vive su nuevo rol en la política argentina desde el lugar que ocupa como senador nacional?
Aníbal Fernández -Yo me fui de la Jefatura de Gabinete con 9 años, 11 meses y 8 días en el poder ejecutivo. Uno no puede estar toda la vida en el ejecutivo, aunque por supuesto que si la presidenta me lo pidiera yo seguiría. Pero hace tiempo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner me pidió que vaya a desempeñar una función en el senado de la Nación.
Por ejemplo, una de las funciones que me tocó fue tratar el presupuesto a último momento, que debería haber estado aprobado mucho tiempo antes, porque no nos olvidemos que el año pasado la dejaron a la presidenta sin presupuesto, y nos tuvimos que hacer cargo nosotros de esa discusión política antes del 31 de diciembre y lo hicimos de forma óptima, como sucedió de igual manera con papel prensa, las leyes económicas, la ley para el peón rural, entre otras leyes importantes.
La discusión política en el senado y el tratamiento de esas leyes es lo que la presidenta me pidió y es una función con la cual yo me siento muy cómodo.
D24 -¿Cómo explica el fenómeno de la militancia en la juventud?
A.F. -Néstor Kirchner comenzó con una argentina prendida fuego a resolver los problemas de la sociedad, pero pensando en lo importante que es la política.
Las cosas no podían seguir como venían siendo hasta ese momento en donde todo era “sálvese quien pueda”, porque la posición política-económica en la que habían dejado a la Argentina era una posición absolutamente perversa en donde se excluía a un número enorme de hombres y mujeres de nuestro país. Tucumán brillaba por la desnutrición, y esas cosas son las que a un político tiene que conmover.
Néstor tomó las cosas por su nombre, intentando que muchos se hicieran cargo de las posibilidades ciertas y fácticas de participar en esto y de ayudar desde el lugar en el que estuvieran con el nuevo proyecto que nos pertenece a todos, y del cual todos tenemos derecho a opinar sobre él y a defenderlo.
Entonces la militancia apareció desde ese punto de vista, porque todos empezaron a sentir que no estaban excluidos del proyecto, que podían opinar, participar, discutir y manifestarse y expresar sus ideas. Y eso es funcional a una propuesta política que tenía consecuencias en los más débiles, en los más vulnerables, sin perjudicar a nadie, sino tratando de generar crecimiento, desarrollo, trabajo, menos pobreza y apostando fuertemente a la educación. Los resultados están a la vista, y por eso la gente se empezó a enamorar de la propuesta política y a participar de ella porque los resultados que al principio eran un manojo de palabras, después se transformaron en hechos concretos, y eso es lo más valorable de todo.
D.24 -¿Cómo se enteró de la muerte de Néstor Kirchner? ¿Qué estaba haciendo en ese momento? ¿Y cómo reaccionó?
A.F. -Yo manejé muchos años las fuerzas de seguridad, y conduje la custodia del ex presidente en su casa de El Calafate a través de gendarmería. Cuando los gendarmes se dan cuenta que había movimientos en la casa y se enteran de que el ex presidente estaba descompuesto, que estaban tratando de reanimarlo y que estaba llegando la ambulancia para llevarlo al hospital, llaman al superior jerárquico de la fuerza que a su vez me llama a mí a las 8 de la mañana.
Cuando corté con él, lo llamé al secretario de la presidenta quién me confirma que Néstor acababa de morir y me partió al medio.
Una vez que me entero de esa situación, hablo otra vez con el secretario de la presidenta, y le pido que le diga que a mí me gustaría viajar para acompañarla, y él me contesta que cuando pueda le iba a decir.
Entonces yo apago el teléfono, consternado al máximo, comento en mi casa lo que estaba sucediendo y vuelve a sonar el teléfono y me dice el secretario “te paso con la presidenta” y yo me quedé helado, porque no sabía ni que decir en semejante situación. Entonces me saluda la presidenta, la saludo yo, y ella me pide que no me fuera al día siguiente (tenía programado un viaje a Europa para el 28 de octubre) y yo digo “¡No! Como me voy a ir, no se si te dijo Isidro (secretario privado de Cristina) pero yo tengo interés en viajar” y ella me dice que sí, que “venga”.
Entonces me cambié a las apuradas y me fui a aeroparque que ya estaban preparando el avión y me tomé el vuelo con Carlos Zannini, Héctor Icazuriaga y Sccoccimarro. Y llegamos a las 14 horas. Así lo viví.
Nadie se lo esperaba, sobre todo porque Néstor era un tipo obsesivo con su cuidado. Evidentemente el esfuerzo que hizo lo pagó caro.
D.24 -¿Que nos puede decir acerca de la ley antiterrorista y de las críticas que recibe?
A.F. -Es una ley que trata de adaptar rangos internacionales, sobre todo en materia de lavado de dinero. El lavado de dinero es sancionado y no debiera permitirse en ninguna de las condiciones, mucho menos en el tema drogas y en el tema de terrorismo.
La ley no tiene un objetivo de aplicación llana en la Argentina, la intención es adaptarse a estándares internacionales más que nada por un pedido específico de la GAFI que es la que regula el tema de lavado de dinero. Después apareció (José) Sbatella hablando de que podía aplicarse a algún periodista, pero eso es un disparate, no va a pasar nada de eso.
D.24 -¿Qué opina del sistema parlamentario que propone Zaffaroni?
A.F. -Estoy decididamente en contra, es una locura eso. Yo tengo una excelente relación con el Dr. Eugenio Zaffaroni y un enorme respeto intelectual porque es un jurista de excepción, pero en este caso, en la valoración política no coincidimos para nada.
Hay una nota, en la que se cuenta cuando Eduardo Duhalde viaja a Italia para conseguir una entrevista con Giovanni Sartori (politólogo italiano). Duhalde fue a buscar alguna cosa que le diera pie para hablar mal del gobierno de Néstor y de Cristina. Entonces Sartori le da una explicación de los errores que él está cometiendo, y al final Duhalde le termina diciendo “¿A usted no le parece que debemos pasar a un sistema parlamentario?”, a lo que le contesta Sartori: “A mi hace 20 años me pidieron un trabajo para Brasil, sobre el parlamentarismo, y yo dije decididamente que no porque hay que tener cultura respecto del sistema para lograr administrarlo”.
En Gran Bretaña, si el bloque de la mayoría tiene dos diputados resfriados, llama el líder de la bancada de la minoría para retener dos diputados suyos, para que siempre las mayorías se respeten de la misma manera que lo son, y eso aquí no es así.
Entonces, en ese marco, sería muy difícil sostener un sistema parlamentario cuando no tenemos esa formación cultural en términos del manejo de la democracia por sistema parlamentario. Somos fuertemente presidencialistas, por lo cual yo no comparto para nada eso, y si me tocara votar como senador una pretendida reforma para cambiar el sistema votaría en contra y lo fundamentaría.
D.24 -¿Qué opina del tratamiento que le dio un sector de la prensa a la enfermedad de la presidenta?
A.F.-¡Canallesco! Lisa y llanamente canallesco. Porque a un bien nacido, si le dicen que el vecino (lo quiera o no) está pasando un mal momento y tiene una enfermedad terminal, lo primero que hace uno normalmente es decir “pucha que pena”. Pero si después se entera que eso que se dijo no se concretó, un bien nacido se alegra. Pero aquí, hay canallas como el caso de Clarín, o algunos periodistas, que pareciera que quisieran que la presidenta tenga culpa por no tener cáncer. ¡Es una vergüenza!
Cuando cuestionan lo que dice el médico presidencial respecto de dar a conocer su situación, hay que explicarles que en el mundo se hace así. Se dice que el presidente tiene tal cosa, y que se va a operar de tal cosa, porque los ocultamientos pueden producir cualquier tipo de complicaciones desde el punto de vista de la estructura del poder político. Se hizo un análisis falso/positivo que arrojó un resultado, luego una operación que dio otro resultado y se dijo lo que se tenía que decir ¿Cuál es la ventaja de todo esto? Es de una estupidez enorme.
Un periodista de radio continental me decía que el médico presidencial debía dar una conferencia de prensa para informar lo que pasó, y yo le contesté que los médicos presidenciales no dan conferencias de prensa, ellos hacen lo que tienen que hacer y punto.
Se hizo lo correcto, pero se habla porque hay mucha mala fe, porque hay perversos que gozarían si hubiese un gesto de esa característica, aunque fuese lo más anti respeto por la persona humana.
©eldiario24.
Desde Villa Gessell
Publicado en :
http://www.eldiario24.com/nota/243920/anibal-fernandez-votaria-en-contra-del-parlamentarismo-que-propone-zaffaroni.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario