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sábado, 17 de diciembre de 2011

Sesiones y épocas extraordinarias, por Eduardo Anguita (para “Infonews” del 13-12-11)

El Frente para la Victoria y sus aliados suman los votos necesarios en ambas cámaras como para lograr convertir en leyes los proyectos del Ejecutivo y nada indica que el panorama se modifique de aquí a diciembre de 2013 cuando se renueve un tercio del Senado y la mitad de Diputados.

Por:

Eduardo Anguita

Después de la reasunción de Cristina Fernández de Kirchner y de la jura de los ministros y secretarios, la noticia más importante de este último mes del año es la apertura, ayer, de las sesiones extraordinarias del Congreso Nacional. Presupuesto Nacional, la ley que limita la propiedad de la tierra a extranjeros, una norma del trabajador rural, la ley penal tributaria, la de emergencia económica, la de lavado de dinero, entre otras tantas normas, deberán tratarse entre ayer y el viernes 30 de diciembre. Ayer, el senador Aníbal Fernández llegaba a su despacho antes de las siete de la mañana. Todo un gesto de la impronta que le dará a su tarea parlamentaria. El nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, empezó a toda máquina y ya advirtió que pondrá especial énfasis en la transparencia informativa de todas las actividades, tanto de comisiones como de los debates del pleno y de los temas que pasen por su despacho.

Ayer mismo, empezó el debate sobre la Ley de leyes, el Presupuesto. Curiosa preocupación de TN, que estaba con la cámara plantada a la espera del diputado Claudio Lozano (FAP) apenas terminara la reunión de comisión para despotricar contra el proyecto del Ejecutivo. Ni Lozano ni el cronista repararon en que, un año atrás, “la oposición” dejó a la Nación sin presupuesto.

Ahora, Lozano advirtió, como tantos otros diputados antiK, que votará en contra. Se quejó del déficit de este año (que se rigió por la extensión del Presupuesto 2010), porque “fue muy alto”. Efectivamente, los números que maneja el Ejecutivo advierten de un déficit de algo así como 11 mil millones de pesos. La “sintonía fina”, que comenzó con el control de la compra de divisas y el fin de los subsidios masivos apuntan a corregir problemas de modo temprano. Unos del déficit de caja y el otro en las reservas. Claro, el argumento esgrimido por Lozano –y otros– es que el Ejecutivo debería mandar otro proyecto de Presupuesto para que detalle en qué gastará lo que iba destinado a subsidios. Es decir, cuando conviene al Grupo A no votar Presupuesto, no se vota; en cambio, cuando no queda más remedio que perder la votación, conviene pedir hasta el detalle de los viáticos. En la reunión de ayer debutó el ex viceministro de Economía Roberto Feletti al frente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, a la que sumó buena parte del equipo que lo acompañaba hasta hace unos días.

Lozano conoce muy bien a Feletti y sabe que el control parlamentario sobre la ejecución de gastos públicos es total y que los legisladores, oficialistas y opositores, pueden pedir informes de todo y también pedir que los ministros o secretarios comparezcan ante las cámaras. Eso sí, no las de televisión de TN y asociados sino las del Congreso.

Es cierto, 2011 termina con déficit fiscal, al igual que terminó 2009 por efecto de la crisis en los Estados Unidos y Europa. Este año, que fue bueno en la economía, termina con déficit porque la inversión pública creció y con ella crecieron los subsidios a la energía y el agua. Algo corregible pero en la dirección correcta. No enfriar la economía. No seguir las recetas de Angela Merkel y Goldman Sachs.

Es cierto que el Frente para la Victoria y sus aliados suman los votos necesarios en ambas cámaras como para lograr convertir en leyes los proyectos del Ejecutivo en estos días y nada indica que el panorama se modifique de aquí a diciembre de 2013 cuando se renueve un tercio del Senado y la mitad de Diputados. En concreto, en la Cámara Baja, entre propios y aliados el oficialismo tiene 131 votos sobre los 257 escaños, mientras que en la Cámara Alta cuenta con 37 votos, de un total de 72 senadores.

A la oposición corporativa –encabezada por el Grupo Clarín y el diario La Nación– estas cifras los dejan en una situación alarmante. Porque ya no podrán pensar en maniobras al estilo de las ocurridas un año atrás, como mantener a Martín Redrado “atrincherado” (TN lo transmitía como un asalto con rehenes) en el Banco Central, y sólo le queda decir que el oficialismo “no quiere escuchar” a la oposición. Lo cual, en el trámite legislativo está contemplado con los conocidos “despachos de minoría”. El gran problema para estos grupos pasa, primero, por el tratamiento inmediato del proyecto del Ejecutivo de declarar de interés pública la producción, comercialización y distribución de papel de diario, que puede ser un freno al manejo discrecional de ambos grupos en Papel Prensa.

Hoy por la tarde, se reunirán las comisiones de Comercio, Libertad de Expresión, Comunicaciones, Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamentos para tratar el tema. Con los recambios, al frente de esas comisiones quedan todos diputados del FPV; que son, respectivamente Juliana Di Tullio, Mario Oporto, Diana Conti (que remplaza a la pugilista Graciela Camaño) y Carlos Kunkel. Luego, estas comisiones se reunirán en plenario y darán piedra libre para el tratamiento en la Cámara.

Junto con este tema que sale del freezer, debe consignarse que la causa por delitos de lesa humanidad de la apropiación de Papel Prensa ya tiene juez que la sustancie, se trata de Julián Ercolini, quien quedó a cargo después de las dilaciones sufridas en el último año.

A muchos de los legisladores opositores les convendrá sopesar seriamente la conveniencia de alinearse sin discusión con los mandatos de Héctor Magnetto. No sólo porque ya es demasiado evidente que, además de la soledad incluso en los ámbitos empresariales, lo que defiende el monopolio es su propia subsistencia.

Hoy al mediodía se reunirán las comisiones de Legislación General, la de Asuntos Constitucionales y la de Agricultura –de Diputados– para dar curso al tratamiento de la ley que limita la extranjerización de tierras. La Comisión de Agricultura estaba presidida por Juan Casañas, empresario ruralista del grito de Figueroa Alcorta, furioso antikirchnerista. Ahora estará encabezada por Luis Basterra (FPV), con el acompañamiento del presidente de la Cámara, el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez. Este proyecto del Ejecutivo, demorado un año y medio, tendrá dictamen para ser tratado sobre tablas. Es decir, antes de fin de año casi seguro será ley.

Las comisiones de Legislación Penal y de Finanzas también se pusieron a trabajar ayer mismo con sus nuevas autoridades. En la primera con la presidencia de Oscar Albrieu (FPV) y la segunda con Carlos Heller (Nuevo Encuentro) a la cabeza. Trataron los proyectos del Ejecutivo sobre lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, dos temas requeridos por el Grupo de Acción Financiera Internacional –GAFI– hace ya un tiempo y que fue seguido desde tiempo atrás por el ministro de Justicia Julio Alak a quien los legisladores –con la vieja composición– le pedían informes de todo tipo sin darle visos de cuándo tendrían dictamen los proyectos. Ahora ya no habrá palos en la rueda en estos temas.

No hay que olvidar, fueron dos años de una composición parlamentaria adversa a la presidenta. Dos años que hicieron soñar a los sectores corporativos que la política podía volver a ser un pulmón para sus intereses. Por eso, ante este debut de la nueva composición del Congreso, las palabras de Cristina Fernández de Kirchner resuenan todavía en el hemiciclo: “Que se den por enterados, yo no soy la presidenta de las corporaciones sino de los 40 millones de argentinos.”

Publicado en :

http://www.infonews.com/2011/12/13/columnistas-3275-sesiones-y-epocas-extraordinarias.php

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