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lunes, 19 de diciembre de 2011

FRASCHINA EN “LA CÁMPORA” DE LUGANO (SEGUNDA PARTE), por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”) :

Arriba : Facundo Roma, comunero del FpV por la "8" : Gonzalo Flores, economista ; Juan Santiago Fraschina, economista disertante invitado por "La Cámpora" de Lugano.

INFLACIÓN Y SOJIZACIÓN

Fraschina señaló que los sectores liberales ponen énfasis en sus críticas en la inflación porque las políticas de ajuste en que piensan para contenerla aumentan la pobreza, lo que a su vez aumenta el saldo exportable de alimentos que pueden vender los sectores rurales a precios internacionales.

Otra muletilla que utilizan es considerar al aumento salarial y del consumo como causantes principales de la inflación.

El costo laboral , el valor del salario, representa en algunas empresas sólo el 3% del costo total, por lo que sólo puede tener una incidencia bajísima en la inflación. En realidad, continuó Fraschina, apuntan a eliminar las convenciones colectivas de trabajo, las paritarias.

Por otra parte, cuando apuntan al consumo, olvidan toda la cadena comercial que del productor al minorista, pasando por las grandes empresas formadoras de precios.

Luego, el economista invitado pasó a hablar de la inflación, relacionándola con el tema de las retenciones.

Fraschina explicó que el campo argentino obtiene enormes ganancias no porque sus productores trabajen más o mejor que en otros países, sino por la impresionante fertilidad de la tierra. Esta tierra fértil es un “recurso natural” argentino, equiparable al petróleo de Venezuela o el cobre de Chile (en ambos casos bajo el control del Estado).

En nuestro caso, como el campo está en manos privadas, el Estado absorbe, vía retenciones, parte de esa ganancia extraordinaria que no es producto del trabajo del productor sino un plus que brindan las condiciones naturales del país.

Esa renta diferencial agraria tiende a incrementarse porque la soja, aún con algún retroceso temporal en su precio, tiene una tendencia a subir de precio. Y esta subida continuará en la medida en que siga creciendo la economía china, ya que los chinos se alimentan con cerdos que a su vez comen soja. El 92% de la soja argentina se exporta, mucha de ella a China.

Entonces, las retenciones impiden que la renta agraria diferencias, un recurso nacional, quede en manos exclusivas de los productores rurales, y evitan que el precio internacional de los productos se traslade al mercado interno.

Si el productor rural recaudara la totalidad de la renta sojera, su margen de ganancia sería tal que las demás producciones agrícolas o ganaderas simplemente desaparecerían, pues nadie quería esforzarse con productos de “baja” rentabilidad. Como hoy en día, al no existir retenciones móviles, la renta sojera sigue siendo bastante más alta que la de los demás productores, éstos intentan igualarla subiendo los precios de los demás productos agrícolas y ganaderos. Esto se ve claro, por ejemplo, en el aumento del precio de la carne en los últimos años :

“La carne subió porque no se pudo bajar el margen de ganancia de la soja”

Fraschina señaló que esto es lo que explica un artículo aparecido un tiempo atrás titulado “La culpa de la inflación la tiene Cobos” ; aunque Fraschina puntualizaba que la responsabilidad era más bien de “la hija de Cobos”, que, según el ex vicepresidente, fue la que lo convenció de su no positivo voto.

Y concluyó :

“La retención es una política antiinflacionaria”

MODELO INDUSTRIALISTA INCLUSIVO O MODELO AGROINDUSTRIAL EXPORTADOR :

Fraschina planteó la oposición entre dos modelos : el kirchnerista, y el otro, al que llamó “agroindustrial exportador”, y vinculó con Duhalde y Biolcati.

Este segundo modelo se centra en la exportación de ciertos bienes primarios (soja) e industriales (automóviles) al mercado externo.

Necesita para funcionar los mayores niveles de pobreza posibles, ya que esto proporciona una mayor competitividad a la economía (menores salarios) y mayores saldos exportables de alimentos (ya que la población empobrecida consume poco y “libera” producción para el mercado externo).

El modelo K busca una industrialización “inclusiva” en la que el mercado interno juega un rol fundamental . Por eso son bases del modelo las medidas para fortalecer la capacidad de compra del mercando interno, y, sobre todo, de los sectores populares, que usan para vivir todo lo que ganan.

Los mecanismos para fortalecer la capacidad de compra del mercado interno fueron :

*Convenciones colectivas de trabajo funcionando con las paritarias correspondientes.

*Reforma provisional, que permitió jubilar a ancianos que habían trabajado en negro, o a los que no se les habían hecho los aportes.

*Aumento jubilatorio dos veces al año.

*Aumento del salario “mínimo, vital y móvil” (lo que arrastra también los salarios del trabajador en negro)

*Cooperativas de trabajo

*Asignación Universal por Hijo

*Descenso consecuente de la desocupación y el trabajo en negro (el invitado reconoció que en éste último punto queda mucho por hacer).

Todas éstas medidas generan un dos efectos complementarios :

  • Generan más consumo interno
  • Disminuyen los saldos exportables de productos agropecuarios (lo que genera enojos del sector rural, y explica algunos resultados electorales como el de Capital Federal, Santa Fe o Córdoba)

Finalmente, puntualizó que los medios y dirigentes políticos opositores señalan siempre a Brasil y China como modelo porque éstos países realizan una industrialización “financiada por la clase obrera”, con una nula (China) o escasa (Brasil) disputa por el ingreso.

Gonzalo Flores, el acompañante de Fraschina, puntualizó al respecto que el salario mínimo en Brasil es hoy de 1100 pesos.

LA CRISIS Y SU INCEDENCIA EN ARGENTINA

Fraschina señaló que existen dos formas en que una crisis en los países centrales se traslada a los periféricos : la vía financiera y la comercial.

En el aspecto financiero, ante una crisis en los países centrales los capitales abandonan mercados “riesgosos” y van a los seguro : el oro o los Bonos del Tesoro Norteamericano. Esto vacía de capitales los mercados emergentes y aumenta sus costos financieros. Este riesgo no afecta demasiado a la Argentina porque nuestra dependencia del mercado de capitales es bajísima.

En dónde existen más riesgos es en el plano comercial.

Argentina exporta mucho a Brasil y China, quienes a su vez exportan a Europa sus productos. Si se retrae la economía europea, esto afectará a las exportaciones chinas y brasileñas, y disminuirá la capacidad de esos mercados para comprarnos. A la vez, Brasil y China tratarán de ubicar las exportaciones que no pueden colocar en Europa en otros mercados, como el argentino.

Se están tomando medidas para evitar estos riesgos, señaló el invitado.

En primer lugar, se han fortalecido las funciones de Guillermo Moreno, que es el encargado de bloquear , con recursos administrativos, cualquier avalancha de importaciones que amenacen la industria o el trabajo argentinos.

En segundo lugar, hay que reemplazar la demanda externa por demanda interna. Es decir, redistribuir para fortalecer la capacidad de compra de los sectores populares. En este camino se encuentra la revisión de la política de subsidios, antes universal, y ahora más selectiva, orientada sólo hacia sectores que fortalecen el consumo interno, o hacia obras de infraestructura que favorezcan la industrialización regional, como es el caso del Gasoducto del Norte.

Finalmente, Juan Santiago Fraschina también destacó como estrategia para evitar la incidencia de la crisis, la apuesta regional, la coordinación de políticas económicas (vía Ministerios de economía) y financiera (a través de los Bancos centrales) de los socios de América Latina, merced a organismos como el Banco del Sur.

Buenos Aires, 14 de diciembre de 2011.

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