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domingo, 13 de noviembre de 2011

Terrorismo económico , por Pascual Mógica Costa (para “La República.es” 02-07-2008)


Varias son las formas de terrorismo, a saber: Terrorismo de Estado: El terrorismo de Estado consiste en la utilización por parte de un Gobierno de métodos ilegítimos orientados a inducir el miedo en una población civil determinada para alcanzar sus objetivos sociales, políticos o militares, o fomentar comportamientos que de otra forma no se producirían. Dichas actuaciones se suelen justificar por la “Razón de Estado”.

Después tenemos el terrorismo “a secas” que se concreta en una forma de violencia contra civiles o sus propiedades, por parte de individuos o grupos organizados no adscritos a estados, para coaccionar o coartar a sociedades y/o gobiernos, a menudo con fines políticos o político-religiosos. También desde hace muchísimo tiempo nos viene azotando otro tipo de terrorismo: El Terrorismo económico. Decía Wanda Fish, periodista independiente, en un artículo que titulaba el “Terrorismo económico”, “Las multinacionales aterrorizan al tercer mundo”: “Imaginemos escenas diferentes en dos partes del mundo. En el primer escenario tres encapuchados penetran en una embajada. Después de un tiroteo los terroristas toman como rehenes al Embajador y a otros sobrevivientes. Exigen al Gobierno que libere a varios prisioneros partidarios suyos; de lo contrario amenazan con destruir la embajada y matar a sus rehenes”. “En el segundo escenario tres gerentes vestidos de gris hacen una incursión en un país. Su economía está derrumbándose y ha dejado al gobierno impotente para administrar los servicios esenciales. Caen las cosechas, hay corrupción interior y las catástrofes naturales exigen grandes gastos; las personas están desesperadas y agonizantes. El FMI y los ejecutivos del Banco Mundial definen los términos y condiciones de un préstamo de 50.000 millones de dólares”. “En la primera escena se captura a los terroristas y se les aplica la pena de muerte. A los banqueros de la segunda escena se les premia por su éxito al secuestrar la economía de ese país. La trampa de la Deuda mutila e impide la capacidad de pago del país en el futuro. Los gerentes reciben bonificaciones que hacen que sus ingresos sean mayores que los sueldos de todos los obreros mal pagados del país que los banqueros comprometieron en la trampa de la Deuda”. Hasta aquí parte del interesante artículo de Wanda Fish.

Subtitula Wanda Fish: “Las multinacionales aterrorizan al tercer mundo”, a lo que yo añado que se está dando el caso de que los magnates del petróleo están aterrorizando al mundo entero y además de una forma muy sencilla: Cierran el grifo y suben los precios. Y así una y otra vez hasta que la economía de todos los países, de todos, está en manos de unos pocos individuos que están jugando de esta forma con el bienestar del resto de los ciudadanos del mundo sin excepción alguna. Aquí no cuenta el desarrollo ni el subdesarrollo, aquí todos son damnificados por unas medidas que están llevando a cabo los que claramente están practicando el terrorismo económico sin que nadie haga nada por detenerles.

A los terroristas “a secas” se les aplican las penas máximas y a los terroristas económicos se les permite llenarse los bolsillos de oro mientras otras pasan todo tipo de calamidades por la actitud insolidaria, egoísta, usurera y miserable de estos terroristas económicos. Mientras tanto, ¿qué hacen Las organizaciones que agrupan a todas las naciones del mundo? Mirar para otro lado.

Publicado en :

http://www.larepublica.es/spip.php?article11575

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