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lunes, 28 de noviembre de 2011

La crisis global del capitalismo. Daños colaterales, por Jorge Cicuttin (editorial de “Revista Veintitrés” del 24-11-11)

En su última obra, Cómo cambiar el mundo, Eric Hobsbawm habla en las primeras páginas sobre un encuentro casual que tuvo con el megamagnate George Soros. El genial historiador se sorprendió cuando Soros, insistentemente, le preguntaba sobre las ideas de Karl Marx. “Sabiendo lo mucho que divergían nuestras opiniones –narra Hobsbawm–, quise evitar una discusión y le di una respuesta ambigua. Entonces dijo Soros: ‘Hace 150 años este hombre descubrió algo sobre el capitalismo que hemos de tener en cuenta’.”

La anécdota, y así lo entiende Hobsbawm, muestra el nivel de crisis que afronta hoy el sistema capitalista a escala planetaria.


Los gobiernos se caen en Europa y llegan al poder tecnócratas que, de espalda a la sociedad, edifican ajustes que terminan con el Estado de Bienestar que caracterizó al viejo continente de posguerra.


El mundo está frente a una encrucijada.


Caminos que reproducen las viejas recetas que aumentan la desigualdad. Y otros que, como se ve en algunos países emergentes, apuntan a modelos más inclusivos.

Uno de los pensadores más influyentes de nuestro tiempo, Zygmunt Bauman –autor del concepto de “vida líquida”, en su análisis de la modernidad–, habla en un libro de reciente aparición (Daños colaterales) del incremento de la inequidad social y el sufrimiento humano, como daño colateral de la globalización. Sus implicancias y graves costos para la sociedad. Los pobres, los marginales en aumento, son el daño colateral de una sociedad orientada al consumismo y las ganancias. Esto lleva, dice Bauman, al “más desastroso entre los incontables problemas potenciales que la humanidad puede verse obligada a enfrentar, contener y resolver durante el siglo en curso”.


En 2008, en medio de la cobertura de la campaña electoral que llevó a la presidencia de Estados Unidos a Barack Obama, este periodista participó en el Pentágono de una charla con Stephen Jonson, subsecretario del Departamento de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental, es decir, uno de los responsables de dar forma a las políticas de seguridad de Estados Unidos en la región. Sin medias tintas, habló de una de las previsiones del Pentágono: “En el futuro del área, prevemos conflictos por la desigualdad social”. Se refería a América latina y a los millones de habitantes debajo de la línea de pobreza, principalmente los jóvenes.


Tres años después son los jóvenes norteamericanos los que, como los indignados europeos, marchan sobre Wall Street –y son reprimidos–, por sentirse víctimas de una crisis que generaron los poderosos banqueros.


En este número de Veintitrés intentamos debatir sobre esta encrucijada mundial. Sobre la creciente desigualdad y los peligros de la viejas recetas económicas.


Desde las caídas de los gobiernos europeos a las rebeliones árabes, de las políticas de inclusión para enfrentar a la crisis a las políticas del ajuste interminable.


Un momento crucial, en el que hay que tomar partido.


Sin dudas.

Publicado en :

http://veintitres.infonews.com/nota-3744-politica-Danos-colaterales.html

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