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domingo, 23 de octubre de 2011

ARIGATO NÉSTOR , por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro" del 23-10-11)

ARIGATO NÉSTOR, por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”):

Hace poco más de dos años, el 21 de agosto de 2009, dos meses después de la elección del 28 de junio (en la cual al gobierno no le fue demasiado bien), la Revista Noticias publicó, con la firma de James Neilson, un artículo titulado “Los Kamikazes K”. Un artículo que me pareció muy interesante y que me prometí recordar en octubre de 2011.

Allí el periodista analizada las estrategias del gobierno de Cristina Fernández tras el comicio, ante las cuáles mostraba una enorme perplejidad :

“Puede entenderse el desconcierto que sienten tantos dirigentes opositores, muchos comentaristas y buena parte del resto de la población. Parecería que la voluntad popular tal y como la manifiesta el electorado a través de las urnas no cuenta para nada. Según todas las reglas políticas, la presidenta Cristina Fernández y su esposo deberían haber reaccionado ante la derrota dolorosa que a fines de junio les asestaron los votantes haciendo un esfuerzo desesperado por congraciarse con quienes están dispuestos a ayudarlos, pero han optado por hacer lo contrario. Lejos de buscar aliados en el abigarrado mundillo político nacional, están actuando como si estuvieran resueltos a convertir a amigos potenciales en enemigos implacables y brindar a los que ya lo son más pretextos para procurar destituirlos.”

“¿A qué están jugando, pues? ¿Están decididos a suicidarse políticamente o, como aquellos kamikazes nipones que estrellaron sus aviones contra los buques de guerra yanquis, imaginan que su espíritu de lucha descomunal les permitirá torcer el destino?”

Neilson señalaba que incluso las figuras cercanas al gobierno mostraban cierta confusión, y “se preguntan si los Kirchner están preparándose para una salida espectacular.”

Luego Neilson concluía que :

“La confusión ocasionada por la conducta de la pareja se basa en el presupuesto de que su prioridad absoluta tiene forzosamente que consistir en llegar a diciembre del 2011 con el poder que todavía conservan más o menos intacto, lo que le permitiría hacer mutis con dignidad o –¿quién sabe?– asombrar a los escépticos humillando una vez más a sus rivales lerdos.”

Luego señala que los opositores desearían que Néstor se aleje de cualquier toma de decisiones, y no tener que emprender acciones jurídicas tendientes a lograr un juicio político para no quedar como villanos y porque, además ”nadie quería asumir el poder en ese momento, en el que era imprescindible hacer un ‘ajuste salvaje’ ” :

“Otro motivo de la parálisis opositora es que, los Kirchner aparte, nadie quiere gobernar el país todavía. Carlos Reutemann no es el único que quisiera estirar los tiempos hasta las calendas griegas. Cuando los presuntos aspirantes a suceder a Cristina en los días finales del 2011 insisten en la necesidad de respetar el ritmo constitucional, lo hacen no sólo por amor a las instituciones o por miedo a una nueva debacle sociopolítica y económica sino también porque no tienen mucha idea de lo que harían si mañana les tocara asumir el poder y tuvieran que emprender un ajuste salvaje.”

Para luego agregar :

“lo llamativo no es que haya empezado a difundirse un ‘clima destituyente’ sino que todavía no se haya hecho muchísimo más bochornoso de lo que efectivamente es”

Finalmente, niega la existencia de un plan, de un modelo, de un proyecto de país en el kirchnerismo :

“La situación en que se halla el país sería distinta si los K fueran ideólogos empedernidos resueltos a encajar, cueste lo que costare, al país en el marco de un ‘modelo’ caracterizado por cierta coherencia, pero sucede que son pragmáticos a ultranza. Cuando hablan del ‘modelo’, piensan sólo en una versión mejorada del resultado global de sus improvisaciones cotidianas, no en los eventuales frutos de un hipotético plan maestro que, sin que nadie más lo haya entendido muy bien, estén aplicando sistemáticamente a partir de mayo del 2003.”

El artículo de Neilson es realmente interesante, ya que logró por igual algunas percepciones destacables, junto a afirmaciones que muestran lo que le pasa a toda la oposición (política y mediática) : la absoluta incapacidad para entender el modelo kirchnerista.

Sostener que las medidas de éstos últimos años son meras improvisaciones, no percibiendo lo que el llama un “Plan Maestro” que ordena y da sentido a todas y cada una de las políticas adoptadas, es una confesión de incapacidad personal. Lo que les sucede a muchos que están atados a las concepciones liberales es que no pueden –digo que no pueden, no que no quieren- entender estrategias de tipo neokeynesiano, y entonces recurren a adjetivos como “populista”, “clientelista” o “demagógico”. Hay que entenderlos : en la Facultad de Ciencias Económicas se enseña fundamentalmente neoliberalismo puro y duro. Keynes y sus seguidores son para ellos personajes “históricos”, cuyo estudio se deja a los científicos “sociales” (para los neoliberales la Economía no es una Ciencia Social, sino una disciplina emparentada a las Ciencias Exactas…).

Neilson no ocultaba además, en ese artículo de 2009, las iniciativas destituyentes de la oposición (política y mediática), y su pregunta era más bien si era conveniente sacar de en medio a Cristina Fernández, más que preguntarse si era correcto hacerlo.

Pero debemos reconocerle a Neilson algunos aciertos, cuando se pregunta si no habrá en las medidas del gobierno algún plan que les permita recuperar la popularidad perdida, y que él no lograba desentrañar.

También es muy adecuada su caracterización de Néstor :

“Suicida. Como los míticos guerreros japoneses, Kirchner está dispuesto a inmolarse por su causa.”

Cuando en la Segunda Guerra Mundial todo estaba perdido para los japoneses, y las flotas norteamericanas avanzaban sin obstáculos por el Pacífico, Tokio comenzó a utilizar a los “Kamikaze” (“El aliento de Dios”), pilotos suicidas que se estrellaban con sus aviones en los barcos americanos.

No fue muy distinta la estrategia de Néstor luego del 28 de junio de 2009. Kirchner dirigió su enorme envergadura contra la flota enemiga, hizo un largo recorrido, evitó los ataques de la artillería antiaérea que lo acosaba, e impactó contra la nave insignia de la flota opositora. Fue una explosión gigantesca, alimentada por su inagotable fuerza vital.

Las reverberaciones de dicho estallido todavía nos acompañan.

La flota fue detenida, y debió comenzar una lenta retirada.

Arigato (Gracias), Néstor.



Adrián Corbella, 7 de octubre de 2011.



Artículo de Neilson en :

Noticias. Edición 1704 | 21 de Agosto del 2009

http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2209&ed=1704

adriancorbella.blogspot.com

Publicado también en :

http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/arigato-nestor

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