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miércoles, 21 de septiembre de 2011

El derrumbe del sistema financiero occidental, por Darío Tropeano (para “Rionegro.com.ar” del 10-09-11)



10/09/2011


Los tiempos se acortan en el proceso de abrupta caída del sistema financiero occidental que conocemos en la actualidad, cuyo epicentro son Europa y Estados Unidos pero cuyos alcances van mucho más allá. Ya no es posible engañar con falsos argumentos de baja productividad o superficiales explicaciones de enormes Estados de bienestar que agotaron las economías nacionales. Se trata de la caída del esquema de globalización financiera construido en la especulación absoluta, la destrucción de los aparatos productivos nacionales y el endeudamiento público y privado, para finalizar con un empobrecimiento generalizado y la restricción de los derechos sociales.
Es un paradigma simple y brutal: un mundo más reducido, un mundo para menos. Una nueva etapa de concentración bancaria está en curso, donde decenas de bancos de Estados Unidos y Europa están técnicamente en quiebra. La previsión general es que el promedio de las entidades financieras occidentales no dispone del 1,5% de capital propio para girar diariamente, ascendiendo sólo en Europa a más de dos billones de dólares la exposición de los mismos a diversos activos tóxicos.
En Estados Unidos han desaparecido más de 580 entidades financieras desde el inicio de la crisis y hace algunos días nos enteramos de que el financista Warrent Buffett capitalizó en 5.000 millones de dólares el Bank Of America, la mayor banca privada de aquel país: se trata de una aspirina suave que multiplicada por 15 tal vez lo salve de la bancarrota. Una enorme demanda por la Federal Housing Finance Agency en representación de entidades de viviendas estatales está por iniciarse contra 17 bancos de primera línea por fraude financiero, entre ellos, Bank Of America, JP Morgan, HSBC, Goldman Sachs, Citigroup y Morgan Stanley. Sin embargo, los resultados de la primera auditoría en su historia a la Reserva Federal de Estados Unidos –el banco central privado de aquel país– han arrojado una sorprendente verdad escondida: entre el 2007 y el 2010 la Fed ha prestado más de 10 billones de dólares justamente a la mayoría de esos bancos para recapitalizarlos y activar la concentración del sector. Ello ha llevado al senador independiente por Vermont Bernie Sanders a una afirmación creativa: "Estamos frente a un socialismo para ricos". En Inglaterra, hace apenas unos días, se ha iniciado una investigación penal por la Oficina de Delitos Complejos (SFO) por los fraudes cometidos por las grandes entidades financieras del Reino Unido, entre ellos HSBC, Barclays y Royal Scotland.
Europa continúa su desplome acelerado en una interna sin final para definir cómo se evita la desaparición de la Eurozona y el proyecto de "gobernanza europea" que ahora descaradamente pretenden dirigir Alemania y Francia mediante un consejo especial para disponer los límites de déficit fiscal, los impuestos y el endeudamiento de cada país. El proyecto de sociedad anónima europea desdibujando las soberanías nacionales corre serio riesgo, el que ni siquiera puede ser acotado mediante la compra permanente por el Banco Central Europeo de bonos nacionales para proveer de fondos a los países, imprescindibles para pagar intereses y afrontar las gastos corrientes.
La flamante directora del FMI ya ha comenzado a ensayar los motivos reales de su designación (señalados en estas páginas el 1/6/11) pidiendo una recapitalización inmediata de los bancos europeos, con dineros públicos por cierto. Y es que la Junta Internacional de Normas Contables le envió un informe privado –resumido casualmente hace pocos días por el londinense "Financial Times"– a la Autoridad Europea de Mercados y Valores por la sobrevalorización de los bonos de países rescatados, técnicamente en insolvencia. Esta forma de capitalización de los balances de las entidades financieras es absolutamente inconsistente y patrimonialmente ficticia y constituye otra alerta de la insolvencia bancaria que cunde en Occidente.
Es necesario modificar la ecuación y permitir la reestructuración con quitas y plazos de pago de los Estados nacionales en el marco de un proceso reglado con un tribunal independiente. Los bancos de la especulación financiera y la infracapitalización que no sean apoyados por sus accionistas deben ir a la liquidación o quiebra, recreando un nuevo sistema financiero de la inversión, la producción y la infraestructura. No parece ser el camino elegido, sino una larga depresión global. Los intereses de esas entidades financieras no se agotan en ellas sino que se extienden a través de cruzamientos accionarios a la actividad petrolífera, armamentística, medios de comunicación, farmacéutica y algunas otras. Esto las habilita a direccionar –no sin contratiempos y contradicciones– la crisis general.
Para terminar, un dato no menor a ser conocido: un banco que evidencia buenos índices de solvencia, bajísima exposición a los activos tóxicos especulativos y aumento de los préstamos a la producción en medio de la crisis es el Banco Estatal de Dakota del Norte, en Estados Unidos.
Pregunta: ¿por qué esta noticia no aparece en los grandes medios de comunicación? ¿Cuál es el riesgo de dar a conocer este caso de eficiente administración financiera?
Por DARÍO TROPEANO.
Darío Tropeano es Abogado. Docente de la Facultad de Economía de la UNC


Publicado en :
http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=704473&idcat=9521&tipo=2

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